Destacados:
Triste pero cierto. La obsesión por grabar cada experiencia o momento nos está haciendo perder la cabeza y desatender lo más básico. Esto es un claro ejemplo de cómo un grupo de amigos graban la desgracia de un compañero al cruzar un río. El pobre pierde el equilibrio y su moto es arrastrada por la corriente. ¿Podría haberse evitado?