Travis Pastrana: "soy estúpido y valiente"

Entrevistamos al padre del deporte extremo. A la persona más temeraria que jamás ha pisado la faz de tierra. Al que fue el niño prodigio del mx y se ha convertido en leyenda por sus increíbles hazañas. Con todos ustedes: Travis Pastrana.

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Fecha11/07/2017

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Entrevista: Nicki Martínez / Foto: NMS / Red Bull

La temeridad por bandera

El pequeño Bart Simpson le confesaba a su padre en uno de los capítulo de la serie que de mayor quería ser “temerario”, una profesión cuyo inventor bien podría ser Travis Pastrana. “Soy tan estúpido y valiente al mismo tiempo como para intentar hacer aquello que la gente dice que es una temeridad”, y es que sólo hace falta echarle un vistazo a canales como Youtube, tecleando su nombre, para deleitarse con las hazañas imposibles con las que ha conseguido cautivar a medio mundo. Y entre las más osadas, destacaríamos unas cuantas a modo de ejemplo como tirarse de un avión sin paracaídas, saltar el Gran Cañón del Colorado en moto, jugársela con un backflip sobre un triciclo infantil o hacer lo mismo en moto y con su madre a cuestas para aterrizar sobre una piscina de “foam”… Pastrana es una mina para sus patrocinadores, una relación simbiótica de la que, tanto el uno como el otro, sacan el máximo partido a unas locuras que, de otro modo, quizás nunca tendríamos el placer de haber visto hechas realidad. “¡Todavía tengo pendientes un montón de retos! Aunque ahora, uno de ellos, está en conseguir rampas más largas y seguras.  Sé que todo esto lo puedo hacer gracias a Red Bull y creo que vamos a conseguir algo muy  importante de cara al futuro”, aseguraba la leyenda del deporte extremo eternamente agradecido a la firma de bebidas energéticas a la que da imagen en su visita a Barcelona en mayo, con motivo de los X-Games. LEER ENTREVISTA COMPLETA AQUÍ.

SALTO SIN PARACAÍDAS

Un apasionado de lo imposible

A pesar de que su vida ahora está más encarrilada a las cuatro que a las dos ruedas, el de Maryland nunca ha escondido su pasión ni su devoción por las motos, su origen en el extremo. “Mis deportes son mi vida, y que no compita no significa que no vaya en moto. Me encanta el freestyle, me encanta saltar y, en definitiva, me gusta todo aquello que me divierte. Mi vida siempre se ha centrado en competir, adoro esa sensación, pero ahora me he centrado en los rallies y la NASCAR porque creo que no tendría el tiempo necesario que requiere el freestyle”, un poco de eso y un porcentaje mucho más de culpa para las lesiones, porque el norteamericano guarda un sinfín de fracturas en su historial y viaja por el globo, como quien dice, con su cuadro médico bajo el brazo.

Un superviviente de las lesiones

“Me encanta la competición más que nada en el mundo. A lo largo de mi carrera he sufrido infinidad de lesiones. Fracturas de tobillo, de rodilla, de espalda, de costillas, de clavícula... lesiones que incluso me han obligado a estar durante un tiempo en silla de ruedas, e incluso he estado dos veces en coma. ¡Pero me sigue gustando todo esto! Para mí, las peores lesiones son las que apartan de la competición”, como la que él mismo comenta y que, en 1998, separó su espina dorsal de su pelvis y que obligó al de Suzuki a estar tres meses en silla de ruedas y, prácticmente, a tener que aprender a caminar de nuevo. Una lesión de que sólo hay constatados tres casos de supervivencia en todo Estados Unidos, entre los que se incluye el suyo, y que Pastrana relata con esa excéntrica sonrisa de quien parece no temer a nada esta mundo.

ENTREVISTA COMPLETA EN Nº46 DE ENDUROPRO

Entrevista: Nicki Martínez / Foto: NMS / Red Bull

La temeridad por bandera

El pequeño Bart Simpson le confesaba a su padre en uno de los capítulo de la serie que de mayor quería ser “temerario”, una profesión cuyo inventor bien podría ser Travis Pastrana. “Soy tan estúpido y valiente al mismo tiempo como para intentar hacer aquello que la gente dice que es una temeridad”, y es que sólo hace falta echarle un vistazo a canales como Youtube, tecleando su nombre, para deleitarse con las hazañas imposibles con las que ha conseguido cautivar a medio mundo. Y entre las más osadas, destacaríamos unas cuantas a modo de ejemplo como tirarse de un avión sin paracaídas, saltar el Gran Cañón del Colorado en moto, jugársela con un backflip sobre un triciclo infantil o hacer lo mismo en moto y con su madre a cuestas para aterrizar sobre una piscina de “foam”… Pastrana es una mina para sus patrocinadores, una relación simbiótica de la que, tanto el uno como el otro, sacan el máximo partido a unas locuras que, de otro modo, quizás nunca tendríamos el placer de haber visto hechas realidad. “¡Todavía tengo pendientes un montón de retos! Aunque ahora, uno de ellos, está en conseguir rampas más largas y seguras.  Sé que todo esto lo puedo hacer gracias a Red Bull y creo que vamos a conseguir algo muy  importante de cara al futuro”, aseguraba la leyenda del deporte extremo eternamente agradecido a la firma de bebidas energéticas a la que da imagen en su visita a Barcelona en mayo, con motivo de los X-Games. LEER ENTREVISTA COMPLETA AQUÍ.

SALTO SIN PARACAÍDAS

Un apasionado de lo imposible

A pesar de que su vida ahora está más encarrilada a las cuatro que a las dos ruedas, el de Maryland nunca ha escondido su pasión ni su devoción por las motos, su origen en el extremo. “Mis deportes son mi vida, y que no compita no significa que no vaya en moto. Me encanta el freestyle, me encanta saltar y, en definitiva, me gusta todo aquello que me divierte. Mi vida siempre se ha centrado en competir, adoro esa sensación, pero ahora me he centrado en los rallies y la NASCAR porque creo que no tendría el tiempo necesario que requiere el freestyle”, un poco de eso y un porcentaje mucho más de culpa para las lesiones, porque el norteamericano guarda un sinfín de fracturas en su historial y viaja por el globo, como quien dice, con su cuadro médico bajo el brazo.

Un superviviente de las lesiones

“Me encanta la competición más que nada en el mundo. A lo largo de mi carrera he sufrido infinidad de lesiones. Fracturas de tobillo, de rodilla, de espalda, de costillas, de clavícula... lesiones que incluso me han obligado a estar durante un tiempo en silla de ruedas, e incluso he estado dos veces en coma. ¡Pero me sigue gustando todo esto! Para mí, las peores lesiones son las que apartan de la competición”, como la que él mismo comenta y que, en 1998, separó su espina dorsal de su pelvis y que obligó al de Suzuki a estar tres meses en silla de ruedas y, prácticmente, a tener que aprender a caminar de nuevo. Una lesión de que sólo hay constatados tres casos de supervivencia en todo Estados Unidos, entre los que se incluye el suyo, y que Pastrana relata con esa excéntrica sonrisa de quien parece no temer a nada esta mundo.

ENTREVISTA COMPLETA EN Nº46 DE ENDUROPRO