Prueba Husqvarna FE 250 2019

La moto de 4t más pequeña de Husqvarna ha recibido pocos cambios en 2019. Después de la remodelación total en 2017, en estos dos últimos años, se han centrado en pequeños ajustes para mejorar la efectividad del conjunto. Este año como novedades:

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-Nuevos ajustes en hidráulicos y reglajes en la horquilla WP Xplor y en el amortiguador WP DCC.
-Nueva batería de iones de litio -1kg más ligera que su equivalente en plomo-.
-Tapa de embrague con más estrías para evitar desgaste.
-Nuevos plásticos y adhesivos con decoración prácticamente toda en blanco.

Mantiene, al igual que en el modelo 2018, los frenos Magura, manillar protaper, neumáticos Metzeler Six Days, dos curvas de potencia accionables desde el manillar -personalizables en concesionarios oficiales-, control de tracción desconectable,…

Enducross

El escenario elegido para la ocasión fue un circuito de motocross abandonado donde, además del trazado antiguo de motocross, disponíamos de multitud de sendas de todo tipo. Teníamos a nuestra disposición zonas reviradas y zonas rápidas, combinadas con subidas de todo tipo y partes muy bacheadas. De este modo realizamos distintos recorridos con diferentes características para probar el potencial y las capacidades de esta 250 4T.

Nada más subirnos a la moto la primera sensación es que todo parece fácil. Las sensaciones fueron de efectividad total desde el minuto 1, en una combinación sensacional de agilidad y firmeza. La combinación de dimensiones, manejabilidad –declaran 105,8 kg en seco- y estabilidad, hacen que te sientas cómodo desde el principio. Esto permite rodar rápido muy pronto, lo que podría hacernos pensar que el límite de la moto aparecería pronto también pero cuando empiezas a subir el ritmo responde sin inmutarse. Aquí es donde un usuario pro podrá jugar en el límite fácilmente y un usuario medio podrá sentirse cómodo desde el principio. La posición de conducción es muy ergonómica, la altura del manillar, la posición de estriberas, la altura del asiento,… todo, se siente de forma muy natural. No hay nada que se nos haga sentir incomodos, la posición es de confort y control total.

El chasis –hidroformado y cortado a láser- es manejable, estable, preciso y nada exigente. Nos incita a ir rápido desde el primer momento porque nos lo pone todo fácil, no hace falta periodo de adaptación. Un chasis con este nivel de flexibilidad podría penalizar cuando se aumentara el ritmo pero no esto no ocurre en la FE 250. Según aumentamos el ritmo sigue respondiendo de manera sobresaliente, manteniéndose la moto por el sitio en todo momento.

Otra de las cosas que primero sentimos cuando empezamos a rodar fue el excelente tacto de la horquilla WP Xplor de 48mm. Respondió bien en baches rápidos, lo que no es de sorprender en una moto de enduro pero el final del recorrido se sintió muy firme también, sobre todo con respecto a cómo trabajaba en baches pequeños y juntos. Con una velocidad de reacción rápida en baches cortos podríamos pensar que penalizaría en progresividad en la dureza del final del recorrido pero esta horquilla lo hace todo bien. El final del recorrido es firme a la vez que esponjoso, lo que hace la progresividad de la dureza en la parte final transmita una excelente sensación. Son unas suspensiones muy logradas para el uso para el que están pensadas.

Los usuarios más Pro podrán hacer algún tope en saltos planos -sólo sentimos topes en algún escalón más grande de la cuenta probando a ver hasta donde llegaba la horquilla- pero en lo que se refiere a un uso endurero –en pilotos con un peso en torno a 73 kg- sería difícil encontrar el tope de la horquilla. Las bieletas, en conjunto con el amortiguador trasero, tienen un tacto también muy progresivo con un final más duro parecido a la horquilla. Todo esto unido al chasis hace que se sea un conjunto muy “exprimible”. Esto quiere decir que, al igual que ocurre con el chasis, también con estas suspensiones un usuario medio se sentirá súper cómodo desde el principio y un pro podrá sacarle todo el jugo sin demasiada dificultad.

Un motor muy, muy lineal

El motor lo hemos dejado para lo último pero no es lo menos destacado ni mucho menos. Es un motor lineal con una entrega de par potencia con la misma filosofía que chasis y suspensiones. En bajos se comporta más que aceptable para ser una 250 4t, pudiendo hacer trialeras en marchas largas sin penalizar en exceso -en varias trialeras forzamos al motor a subir en una marcha más, al límite de que se calara, y salió airoso de casi todos los intentos por qué desfalleciera-. Y rodando fuera de trialeras, por sendas y recorridos mixtos, respondió bien a cualquier régimen, haciendo que los errores de cambio no se notaran tanto como suele pasar en esta cilindrada. Las transiciones bajos-medios-altos, sin fallos, sin notar cambios en la línea de empuje, con una estirada final ideal para la filosofía de la que hablábamos. El encendido corta las revoluciones en una cifra no difícil de alcanzar para un usuario medio manteniendo además un buen par motor. Además gastó muy poco durante las pruebas, lo que unido a un depósito de 8,5 litros presupone una autonomía más que suficiente para largas jornadas de enduro.

A todas estas características se une que podemos jugar con las dos curvas de potencia y con el control de tracción a nuestro antojo. El sistema de control de tracción se ubica en el mando de selección de las curvas de potencia –dos curvas disponibles- y es de muy fácil accionamiento. Cuando el control de tracción está activado analiza la información que recibe de la posición del puño de gas y la velocidad con que se incrementan las revoluciones del motor. Si las revoluciones suben demasiado rápido con respecto a la posición del puño, lo entiende como una pérdida de adherencia y reduce la cantidad de potencia. Es una opción muy buena cuando el terreno se complica con lluvia y barro, nos metemos en algún río o rodamos por zonas de piedras resbaladizas. Para los niveles iniciales también es de ayuda para rodar con el control activado ya que no permitirá rodar con más seguridad.

En conclusión...

Estamos, en definitiva, ante una moto muy equilibrada, nada exigente y a la que se la puede exigir mucho, lo que en campo es una combinación perfecta. En esta moto se siente todo muy fácil, un aficionado se sentirá cómodo y podrá sacar mucho rendimiento a la Husqui, mientras que un usuario más pro podrá sacarle todo el jugo haciendo sin duda buenos tiempos desde el principio.