Husqvarna Jamie McCanney

Test WEC 2015: Husqvarna FE250 Jamie McCanney

El campeón del mundo júnior, Jamie McCanney, ha sabido domesticar la agresividad del motor de cross de su Husqvarna, consiguiendo una moto equilibrada, potente y sobre todo fácil de pilotar. Una loba con piel de cordero, cuyo instinto salvaje ha sido apaciguado para ganar el mundial.

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Autor:
Texto: Nicki Martínez / Piloto: Sergi Casany
Foto:
Nicki Martínez
Publicado el 05/02/2016
Husqvarna Jamie McCanney

Lo mejor de la moto

Respuesta motor
Suspensiones
Puesta a punto

Lo peor de la moto

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Jamie McCanney ha firmado una temporada espectacular con la Husqvarna FE 250: campeón del mundo de enduro Júnior, campeón británico de Enduro 1, ganador también de la misma categoría en los pasados ISDE de Eslovaquia y, por si pareciera poco, tercer clasificado en las playas de la Weston Beach Race para cerrrar el 2015. Podría decirse que, a nivel individual, el pequeño del clan de la Isla de Man de los McCanney –su hermano Daniel también corre en el mundial de E1 con Husqvarna- ha firmado la temporada perfecta con su moto. Y eso que, a principios de año Jimbo decidió cambiar una 350, quizás excesiva para un joven piloto como él, por una 250 más ‘domesticable’.

Una moto que hace las cosas fáciles

Aunque la verdad es que ni la imagen ni la cilindrada de esta Husky deberían engañarnos ya que, en su interior esconde a un auténtico depredaror. En Réquista, tras la última cita del mundial, ésta probablemente fue la moto que más y mejor pudo probar nuestro piloto, Sergi Casany.

Y a tenor de sus primeras sensaciones y teniendo en cuenta que es una moto 100% de mundial, que en su ADN lleva el gen de la competitividad, os podemos asegurar que es la moto más fácil de llevar del ciclo de motos ganadoras en las categorías del mundial, en comparación por supuesto al cohete que pilotaba Méo, la KTM EXC-F 350, y a la bestia de Bellino, la Husqvarna TE300.

Su motor es muchísimo más dócil y progresivo que el del resto de ‘campeonas’, a pesar de ser también derivado de su versión motocross. Mientras que sus suspensiones son bastante más blandas y permiten que entre con facilidad en curva, gracias también a sus reducidas dimensiones. En general, es una moto que hace la vida mucho más fácil al piloto que el resto de sus compañeras. A pesar, de cómo hemos avanzado, de que se trata de una ‘racing’ pata negra en toda regla, cuya apariencia no debe hacernos olvidar su raza salvaje.

Corazón de cross

Los ingenieros del equipo dirigido por el sueco Thomas Gustavsson optaron a principios de año por montar un motor de cross sobre la base de la Husqvarna FE 250 de serie, una de las opciones por las que más están apostando los pilotos y los equipos del mundial en estos últimos tiempos en una especialidad que, paralelamente, avanza en ese mismo sentido en cuanto a sus especiales, cada vez más crosseras y menos endureras.

Y eso quiere decir que en el interior del ya tradicional y ligero chasis de acero al cromo de la Husky de ‘Jimbo’, late un propulsor muy distinto al de enduro, con cárter, cilindro y culata MX, esta última decorada con el distintivo amarillo de la marca sueca, y monta en su interior pistón y bielas preparadas especialmente por Pankl, firma especialista en la preparación de piezas para motores de competición, y no por casuliadad perteneciente al grupo de Pierer Industries AG.

Un motor de inyección efectivo y progresivo

Un propulsor con cuerpo de inyección de 42 milímetros de diámetro e inyector multipunto capaz de generar una compresión de 14,8:1, dos puntos por encima del que actualmente declaran los nuevos modelos de enduro 2016 de la firma sueca fagocitada por la fábrica de Mattighoffen, limitado para subir a un máximo de 13.500 para asegurar su supervivencia en una cilindrada donde los motores acostumbran a exprimirse sobremanera y que incorpora un electroventilador para refrigerar ese sobreesfuerzo que se le presupone a motor de MX en algunas zonas de las especiales de enduro, sin tanta velocidad, ni capacidad de refrigerarse. El escape FMF, especialmente diseñado para cumplir con la cada vez más restrictiva normativa FIM en cuanto a decibelios, culmina el apartado del propulsor.

Un conjunto quese completa con una caja de cambios de 6 velocidades, también de motocross, y el agradecido tacto del embrague STD que montan todos los modelos Husqvarna en el mundial, embellecido en su parte externa con la tapa de la firma Hinson. Y la verdad es que, en este sentido, Husqvarna no se ha complicado la vida con la opción de incluir más de un mapa de inyección y ha apostado por un motor efectivo, potente y progresivo, muy agradable al tacto y con arranque eléctrico. Y punto. El resto para ganar corre de parte del piloto, de su talento y su regularidad.

Fácil de pilotar y resolutiva

En cuanto a su parte ciclo, como ya hemos avanzado antes, las reducidas dimensiones de su ligero chasis de cromo al acero y subchasis de poliamida hacen de esta pequeña TE una moto muy fácil de entrar en curva y, a su vez, con el suficiente aplomo para aforntar zonas rápidas con determinación.

Y en eso, como en todas las Husqvarna, tiene gran parte de ‘culpa’ su apuesta por el sitema de bieletas -punto que las diferencia de sus hermanas de KTM- y las siempre resolutivas suspensiones WP en su versión ‘factory’, un auténtico lujo al igual que la moto de su compañero de equipo, el francés Mathias Bellino, cambia en su parte delantera las horquillas invertidas de 48 milímetros (originales) por unas de 52. Mientras que en su parte posterior, confia en un amortiguador regulable WP Trax. Unas suspensiones, en el caso de McCanney, con ‘settings’ más suaves, más propios de los pilotos de la vieja escuela del enduro y que les permitía adapatarse a una mayor variedad de terrenos y pilotar con mayor comodidad.

Poco que decir que ya no se haya dicho de la ya más que contrastada efectividad del sistema de frenos Brembo, firma a la que Husqvarna confia su frenada con freno de pinza con doble pistón delante y disco sobredimensionado de 260 mílimetros delante y un freno con disco flotante detrás de 220. Frenos progresivos y a su vez con tacto para afrontar las constantes desaceleraciones a las que obligan las inacabables especiales del mundial, sin perder su capacidad de frenada a pesar de su lógico calentamiento por el uso.

Un acentuado ‘look factory’

Y por último, en cuanto a los detalles que le aportan la excelencia ‘factory’ a esta pequeña Husky, está el sistema de transmisión, cin un kit de arrastre Superprox en azul y cadena Regina, las llantas en negro Excel y el asiento con joroba y tapizado por capas, para mejorar el agarre, de la firma Blackbird Racing que equipa a Husqvarna. Además, también de la aligerada pata de cabra, con perforaciones, una singularidad más de las que, junto a su gráfica factory confieren el aspecto tan atractivo de todas las monturas de un Bel-Ray Husqvarna Factory Racing Team que, en 2016, cambiará de ‘look’ y de denominación tras su reciente acuerdo global con Rockstar Energy Drink para todos sus equipos de competición, incorporando el marillo y el negro caracterísiticos de esta marca de bebidas energéticas.

Detalles de la moto

Horquillas WP especiales con barras de 52 mm con setting blando.

Se reduce el peso de cualquier detalle como en la pata de cabra

Disco delantero sobredimensionado de 260 mm.

Asiento con joroba y tapizado por capas, para mejorar el agarre

Motor heredado de la versión mx, pero modificado y con mayor compresión.

Motor

Tipo

-


Refrigeración

-


Potencia Máxima

-


Par Máximo

-


Cambio

-


Transmisión

Cadena


Chasis

Tipo

Chasis de acero al cromo


Suspensiones

WP Factory 52 mm / WP Trax regulable


Frenos

Delantero

Brembo con pinza de doble pistón delante y disco sobredimensionado de 260 mm


Trasero

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Medidas y pesos

Longitud

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Distancia entre ejes

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Altura del asiento

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Peso (lleno)

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Capacidad del depósito

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Neumáticos

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