Bultaco: a pleno rendimiento con su Brinco

Desde que Bultaco volviera a la producción a finales de 2015 no ha parado de sacar Bultaco Brinco de su cadena de producción para atender la enorme demanda que ha despertado. Se han vendido ya más de 1500 unidades. Visitamos la fábrica para conocer de primera mano la revolución eléctrica de la marca.

Facebook
Twitter
Whatsapp
Autor:
Nicki Martínez
Foto:
Sergio Iglesias
Publicado el 11/07/2017

"Bultaco is back!"

Bajo este lema que sirve de claim para la marca del pulgar rampante, Bultaco anunciaba su vuelta el 17 de mayo de 2014, en Londres. Un regreso cargado de simbolismo, coincidiendo con el aniversario de su genio fundador: Don Paco Bultó. Un guiño al pasado del histórico fabricante, cuya actividad se inició en 1958. La crisis llevó a cerrar sus puertas en 1983. Y desde en un paréntesis, reposo latente para una marca emblemática, renacida a día hoy. Bultaco se ha reinventado en clave eléctrica. Una declaración de intenciones que se ha hecho patente con su nueva “moto-bike”, el término que describe su innovadora Brinco.

Hay veces en las que si te aferras con las dos manos al pasado, no queda con qué sujetarse al presente. Los tiempos han cambiado y el sector eléctrico está en pleno auge. La nueva Bultaco Brinco se ayuda de valores como “la pasión, la innovación y la competición”, orgullosa inspiración de su pasado, para coger las riendas del futuro con un modelo ciertamente complicado de definir, a camino entre las BTT y las motos, con estilo propio, innovador, muy divertido, enfocado a un segmento de ocio premium.

Bultaco Brinco, un nuevo concepto de diversión  .

Un nuevo concepto dentro de la movilidad eléctrica y la diversión que, como bien apuntaba Gerald Pöllman, presidente de Bultaco Motor, es mejor probar antes de poner en juicio. Y esta en lo cierto. Totalmente. Desde finales de 2015 el fabricante ahora de vehículos eléctricos ya ha producido más de 1500 unidades de su nueva “moto-bici”. Lo ha hecho contrarreloj. En tiempo récord. Un corto pero intenso año y medio de vida repleto de novedades, a ritmo frenético, entre ellas decisiones tan importantes como cómo vertebrar la compañía, que cuenta en Madrid con su departamento comercial y en Barcelona con su unidad productiva.

Los máximos responsables de la compañía tomaron la meditada decisión de establecerse finalmente en Montmeló, junto a la industria de componentes, apostando por los productos de proximidad, que abastecen prácticamente el 80% de su producción. Apuesta expresa por la calidad, nutrida por la tradición de la industria de las dos ruedas barcelonesa. De hecho, en sus nuevas y modernas instalaciones no se hace nada extraño encontrar a viejos conocidos de Derbi, Montesa y Bultaco, entre muchas otras compañías que cayeron en el ocaso. Empleados especializados y grandes conocedores del mundo de la moto que ahora trabajan mano a mano con nuevas generaciones, jóvenes ingenieros, especialistas en nueva  s tecnologías que conforman el nuevo ‘meal pot’ de la marca en su renacimiento como tal.

Combinación de tradición e innovación

Un equipo poliédrico, formado por más de 50 personas, que trabaja no sólo en la nueva Brinco, sino también en nuevos proyectos de motocicletas y movilidad eléctrica, sin duda uno de los sectores más optimistas, en cuanto a crecimiento, dentro del sector de las dos ruedas. La adquisición, hace dos años, de esa planta de 2.000 metros cuadrados en medio de la zona del Vallès, corazón de la industria catalana de componentes, permitió a la nueva gestión de Bultaco construir unas modernas instalaciones y optimizar todas las fases logísticas y de fabricación, con una práctica línea de montaje de la que, cada mes, ven la luz 200 unidades de Brinco y que, en un futuro, a medida que lleguen nuevos modelos, permitirá ampliarse y aumentar la producción, según declaraciones de sus máximos responsables.

El uso de las nueva tecnologías y la modernidad de sus instalaciones se hace evidente en la cadena de producción, la cual además de ensamblar y dar forma al producto final, permite gracias a un exhaustivo control de cada unidad disponer de la trazabilidad de todas las piezas que componen cada Brinco. La innovación se hace patente en sus proyectos, apremiados por la Unión Europea con el programa de subvenciones “Horizonte 2020” en España para promover el liderazgo industrial y reforzar la base científica.

Cinco perfiles para la Brinco

Hay conceptos rompedores que acaban haciéndose su propio espacio en el mercado, como fue el caso de los SUV y crossovers en el sector de las cuatro ruedas, un caso que a los responsables de Bultaco sirve para explicar el origen de la Brinco, a medio camino del BTT y enduro a motor. Un híbrido difícil de catalogar del cual, en la actualidad, hay cinco versiones. La que primero salta a la vista, como en todas las gamas, es la más deportiva, la versión R. Una versión no homologada para disfrutar en circuitos privados del carácter más racing. A la más cañera, según palabras de los padres de la “criatura”, la complementan las versiones más domesticadas, homologadas (limitadas a una velocidad máxima de 45km/h) todas ellas para disfrutar de las vías públicas como la RE, una todoterreno con la que disfrutar indistintamente de la ciudad, el campo o la montaña, la C de campera y confortable; y por último la S, la más urbanita de la saga, pensada para la jungla de asfalto.

Relacionados