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Opinión

¡Ya no quedan Jarvises!

Gonzalo de Martorell
05/11/2018
Les recomiendo que lean con atención la sección “Hard Zone” de mi compañero Michel Vallado en este último número de nuestra revista digital EnduroPro...
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Descubrirán que, bajo su imagen de tipo duro, Vallado esconde una sensibilidad muy especial y auténtica hacia este deporte. En esta ocasión, más que nunca, su sección está escrita directamente desde el corazón porque la motiva su total admiración para quien es uno de sus mayores ídolos: Graham Jarvis.
El arrebato del bueno de Michel hacia quien, sin duda, es ya un mito no solamente del trial y del enduro sino del deporte de la moto en general, me ha hecho pensar en que ya no quedan figuras como el inglés. Y no, no se trata de que “cualquier piloto pasado fuera mejor”... sino de valorar el hecho de que un tipo de 44 años, bastante introvertido, no especialmente atractivo, que no es “youtuber”, no es “influencer”, no da la nota en sus redes sociales y no protagoniza páginas en la prensa rosa sea capaz de generar tanta expectación a su alrededor.

Jarvis pertenece a esa generación de pilotos de la vieja escuela que únicamente ha tenido vocación de piloto y no de “celebrity”. Deportistas de esos tan pasados de moda -entiéndase la ironía- que aspiran a acumular títulos y no “followers” y con los que un periodista puede citarse al acabar la jornada para charlar mientras comparte una cena más menos frugal.
Mentiría si dijera que no añoro esa época en la que existía entre prensa y deportista cierta complicidad y la confianza de que cada uno, en su rol, jugaba limpio.

Espero de corazón que la plaga de “Jefes de Prensa”, “Responsables de Comunicación”, “Representantes de Patrocinadores”, “Relaciones Públicas” y “Community Managers” que han acabado adueñándose del paddock de MotoGP hasta convertirlo en un postureo insufrible, no consigan hacer lo mismo con el del WESS o el del Hard-Enduro.
La tentación es fuerte y el riesgo real, sobre todo cuando a los pilotos más jóvenes se les hace creer ya desde los primeros instantes de su trayectoria que es imposible llegar a nada sin una cohorte de “asesores” y cuando lo primero que éstos suelen meterles en la cabeza es que la “afición” es una turba molesta de la que conviene alejarse.

Gran parte del secreto del éxito de esta especialidad es su accesibilidad y los organizadores y pilotos deben velar, por encima de cualquier otra prioridad, por mantenerla. Los aficionados que siguen a sus pilotos favoritos no lo hacen por lo ingenioso de sus “twitters” ni por la calidad de sus fotos de Instagram. Lo hacen por su valor en la pista y sobre todo por su cercanía.

Mantener ese vínculo es esencial.
No se trata de convertir las pruebas en “verbenas populares” ni tampoco de olvidar que allí corren tipos que se juegan el físico y no caben frivolidades.
Pero tengo claro también que el día que los enormes motorhomes de dos pisos sustituyan a las modestas carpas, los comunicados oficiales de prensa a la ilusionada fotografía mal encuadrada de un fan nervioso o los posters prefirmados a la sonrisa del crío al recibir el autógrafo... ese día este deporte habrá perdido su más preciado valor.
Ese valor que hace que un fortachón como mi compañero Michel Vallado se emocione ante el carisma de Graham Jarvis.
 

Gonzalo de Martorell

Enduropro

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Gonzalo de Martorell

Siempre periodista y siempre motero. Y a ambas cosas me dedico desde hace casi 30 años. También viajo, hago radio, me defiendo con la cámara de fotos, soy un apasionado del RCD Espanyol... y tengo un gato que se llama Palpatine.

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