Un español en KISKA: Entrevista a Carlos Ramos

En Moto1Pro hemos tenido el privilegio de visitar las instalaciones de I+D de KTM por un lado y también las de KISKA, el centro de diseño que tiene la creatividad y las herramientos para dotar de un diseño y unos valores reconocibles a las marcas KTM y Husqvarna. Durante nuestra visita, que podéis descubrir en los dos reportajes, tuvimos la oportunidad de conocer a uno de los diseñadores españoles que trabajan para KISKA. Carlos Ramos, valenciano e ingeniero de diseño industrial, nos da unos minutos de su tiempo para explicarnos cómo es su trabajo.

Muchas gracias por atendernos en estas espectaculares instalaciones de KISKA donde trabajas. Cuéntanos de dónde eres y cómo llegaste a esta empresa austriaca.
Soy valenciano y siempre he tenido amor por los coches, por las motos y por el diseño en general. Cuando vi el X-Bow (ndr: coche deportivo de KTM lanzado en 2008), me dije "ahí quiero estar yo". Luego estudié ingeniería y me formé en diseño de automóviles durante un tiempo en España. Pasé un tiempo en Alemania. Mientras tanto me preparé un buen portfolio para enviarlo a KISKA y me contrataron. De eso hace ya 3 años.

¿Y en líneas generales cómo está siendo la experiencia?
La verdad es que es espectacular trabajar aquí. Ahora me dedico mucho a otro tipo de productos y no estoy tanto en motos o coches, pero este centro es un lugar único, en el que estamos todo el día creando cosas y en el que cada jornada es diferente al anterior. Nunca sabes cómo vas a acabar porque empiezas un diseño de una manera y al final se convierte en algo muy diferente.

¿Nos puedes contar en qué proyectos o modelos has participado que conozcamos los motoristas?
He trabajado mucho en en Powerparts (línea de accesorios oficial de KTM), he diseñado cosas para la KTM 1290 Super Duke como los topes anticaídas, las manetas de freno, el cubre-bujes... También he hecho piezas para las Huqvarna.

¿Cómo es la organización del trabajo de cada departamento?
Aquí somos diferentes departamentos, pero se trabaja mucho formando equipos independientes con personas de diferentes campos, es decir, yo he trabajado en muchos productos y muy distintos, desde coches y motos hasta farolas o piernas ortopédicas. En cada proyeto el grupo ha sido diferente, con gente de muchos países, lo cual es muy enriquecedor. Imagínate poner a uno de Shangai junto a un valenciano... (risas) Al final, él ve cómo trabajo yo y yo también aprendo cosas de cómo lo hace él. Al acabar, cambiamos de equipo y vuelves a empezar un proceso de aprendizaje. Así tratas de empezar conceptos y cosas nuevas.

¿No te gustaría dedicarte sólo a un tipo de producto como los coches y las motos?
Es bueno cambiar, porque lo que aprendes haciendo motos y coches lo puedes aplicar luego en otros productos y viceversa. Ir cambiando de proyecto cada varias semanas es algo enriquecedor y divertido. De esta manera se crea un efecto multiplicador de conocimiento muy útil. Y al final, lo que hacemos aquí se trata de eso, de ofrecer cosas nuevas. Un ejemplo, son las motos Husqvarna y sus últimos modelos, con un concepto nuevo y un aire fresco y diferente respecto a lo que hay en el mercado.

¿Cómo es la convivencia en un sitio con gente de tan diversas culturas y países? ¿Es fácil compartir ideas y puntos de vista sobre un nuevo producto?
Ahora somos alrededor de 150 personas y la empresa es muy dinámica. Como puedes ver, hay mucha gente joven con muchas ganas y hay bastante rotación y gente nueva que te aporta mucho conocimiento para estar a la última. No es difícil, todo lo contrario, es muy interesante.

Precisamente sorprende lo jóvenes y bien preparados que sois todos...
Sí, hay gente muy joven y eso también ayuda a convivir, porque después de un día intenso de trabajo puedes charlar, puedes salir o ir a un tomar algo en un bar. A veces incluso salimos con las motos a dar una vuelta o a esquiar. Estamos muy compenetrados porque al final a todo el mundo de aquí le gustan las motos, los coches, los deportes extremos... Se nota que estamos todos en la misma onda.

Un valenciano en Austria con esta nevada... ¿Cómo te has adaptado a la vida en Austria?
La verdad es que me gusta mucho el orden. Aquí todo es simple y todo funciona. Una vez que te acostumbras a esa simplicidad y tranquilidad, es difícil volver al estilo de vida mediterráneo no tan estricto como aquí.

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