Destacados:
Actualmente existen en el mercado muchísimas motos que están preparadas para viajar durante días, meses e incluso años. No solo son seguras sino que también son muy cómodas y con ellas podrás recorrer mundo casi sin preocupaciones (salvo las aventuras que puedan surgir en el día a día, claro). Pero aunque yo a esto lo llame “viajar en primera clase”, no es necesario tener una BMW RT o una Ducati Multistrada (por poner un par de ejemplos) para irme a tomar un café a Italia. Y para muestra de ello hoy tenemos a Jorge y a Toni, dos moteros aventureros que han hecho unas increíbles hazañas en moto.
Por un lado Toni ha recorrido medio mundo subido en una Kawasaki Ninja 636 de 2004. Por otro lado Jorge se ha recorrido España con un Vespino ALX de 1987. Como podéis comprobar, ambos vehículos no fueron creados para hacer este tipo de viajes pero esto nos demuestra que, con ganas, todo se puede. ¿Les conocemos un poquito mejor?
Jorge: Surgió a raíz de ver una aventura que hicieron unos repartidores de pizzas que fueron desde Andalucía hasta la concentración de Pingüinos con sus scooters (salió en el programa de 21 días o Conexión Samanta) y fue cuando pensé… ¿Y por qué no puedo hacerlo yo?
Toni: Cuando tenía 17 años, mi hermana se fue a vivir a Francia y yo quería ir a verla. Pasaba de ir en avión pero tenía una 125, una Yamaha YZF R 125 y decidí montarle las maletas e ir a verla, todo por nacionales. Fue un viaje de 1200 km y lo hice en un día. Fueron 17 horas, ella estaba súper preocupada. Aquello me gustó y a partir de ahí fue cuando empecé a planificar un montón de viajes. A los meses me fui a Rumanía, Serbia, Bosnia, Hungría...
Jorge: Unos 5.000 km dando la vuelta a la península.
Toni: A la 125 le hice 60.000 km, a la Ninja de momento le he hecho 85.000.
Jorge: Sinceramente, la preparo a última hora y no me da tiempo ni de hacer 10 km para probarla. Siempre voy a la carrera y cuesta encontrar repuestos, pero esto forma parte de la aventura.
Toni: Si es en invierno, le añado unos puños calefactables, un conector de corriente, antinieblas para tener más luz, el contador corriente para cargar móvil, GPS... Además, durante todo el año, calculo llevar neumáticos para que me duren todo el viaje, el cambio de aceite ya hecho y el kit de transmisión cambiado para también evitar averías. Lo demás ya se va arreglando sobre la marcha.
Jorge: Un viaje de 5.000 kilómetros dando la vuelta a la península en el que tardé 19 días ( de ellos parado por culpa de una avería).
Toni: El viaje que hice desde España hasta Singapur, ya que era un viaje de un mes y medio y podían pasar muchas cosas. Tuvimos que cruzar 15 países y cada día era un mundo nuevo.
Jorge: Durante la vuelta a la península, rompí por segunda vez el pistón y lo vi todo muy negro. Fue culpa mía por no haber limpiado bien la admisión. Se quedó una esquirla de la anterior avería en la que rompí el rodamiento de la biela, y habiéndome costado encontrar los repuestos días anteriores lo daba todo por perdido, ya que solo contaba con 21 días que era lo que tenía de vacaciones.
Toni: En un viaje que hicimos a Senegal, a la vuelta, en el Sáhara, un compi tuvo un accidente contra un coche. Estuvimos una semana para que lo repatriaran a España y se nos quitaron las ganas completamente de seguir el viaje hasta casa. Pensamos mucho en la idea de coger un avión o un camión que nos llevase las motos. Pero al final hicimos en moto todos los kilómetros que nos quedaban hasta llegar a casa.
Toni: Nosotros salimos un mes antes de que empezase lo gordo. Pasaban las semanas y escuchábamos que empezaban a haber casos en España, Italia, Singapur, Irán… Al principio no nos lo tomábamos en serio pero llegando ya las últimas semanas, en la frontera de Birmania empezaron a poner un montón de pegas por el tema del covid. No pudimos cruzar Birmania y Tailandia pero dimos la vuelta en la India y subimos hasta Nepal para coger un avión que nos dejó en Malasia. Ya era la última semana del viaje y buscamos allí un modo de enviar las motos a España. Fue ese el momento en el que nos dimos cuenta de que lo del covid no era una broma y que la cosa era muy seria. Nosotros vinimos en avión y concretamos que las motos regresarían a España un mes más tarde. Finalmente tardaron cinco meses ya que en época de confinamiento solo hacían envíos en barco de materiales necesarios y nuestras motos, obviamente, no lo eran.
Jorge: De la mayoría de mis viajes guardo recuerdos muy bonitos y todos de personas desconocidas. Son esos momentos en los que la gente, al verme viajar con el Vespino, me ofrece ayuda de manera desinteresada. He recibido cobijo, comida, ayuda en talleres para reparar la moto… Todo de desconocidos y de manera, como digo, desinteresada. Me parece muy bonito y muy de agradecer.
Toni: Uno de los momentos más bonitos que he vivido con mi moto fue cuando llegué en pleno febrero a la Krystall Rally, una concentración invernal de motos que se celebra en Noruega a 200 km de Oslo en febrero. Solo llegan 50 moteros de todo Europa y es una pasada porque para llegar hay que adaptar la moto poniéndole clavos y un montón de historias más. Yo veía imposible llegar y cuando lo logramos fue un gran un reto conseguido. Aunque luego hay que volver...
Jorge: Yendo al Gran Premio de Jerez pinché, el pueblo más cercano estaba a 15 km y no pasaba nadie por esa carretera o iban en el sentido contrario. No me quedó otra que desmontar la rueda, esconder la moto y atarla a un árbol, coger todas las cosas de valor y echar a andar bajo el sol con todo cargado hacia el pueblo. En pleno mayo andaluz, con el agobio del calor y sin agua, me quemaba emocionalmente. Al final, dos parejitas de ancianos me cogieron pero sí anduve durante 5 km en esas condiciones y no era capaz de ver el fin.
Toni: Pues tengo bastantes pero, por ejemplo, de camino a Malasia, entramos en Pakistán. Allí el propio país te pone una escolta como método de seguridad, por lo que delante de ti va un coche con dos tíos con metralletas, mirándote, para protegerte. Nosotros estábamos un poco cansados de la escolta porque van a 60 por hora y teníamos que cruzar 2000 km, así que nos escapamos de ella. Al escaparnos, el propio ejército montó un control en la salida de una ciudad que se llama Quetta, era una ciudad muy problemática y nos esperaba el ejército en medio de una carretera con metralletas. Si nos saltábamos ese control no sabíamos qué podía pasar así que paramos. Fue un momento de nervios porque no sabíamos si nos iban a detener, si nos iban a dejar seguir... Al final nos llevaron al hotel que tenían planeado ellos y ahí nos quedamos.
Jorge: Silicona anticalórica, una 11/13, una botella de gasolina de emergencia, cable de acelerador (se parten con mucha facilidad) juegos diferentes de pesos de casquillos del variador, saco dormir y batería auxiliar para el móvil.
Toni: Tienda de campaña, camping gas, tarjeta de crédito y bridas de plástico.
Jorge: Que no se lo piense mucho y se ponga en marcha. Lo único que necesita son ganas, lo demás viene solo.
Toni: Que empiece poco a poco. Primero por España y Europa. Aquí existen muchas facilidades en cuanto a gasolineras, lugares para dormir, carreteras en buen estado… Es un viaje “fácil” y te darás cuenta de si te gusta realmente viajar o no. Si empiezas por viajes más complicados como Asia o África descubrirás la cantidad de problemas que te pueden surgir, pero aunque a veces se sufra mucho, estas anécdotas son muy importantes y al final es con lo que te quedas.
Jorge: Como os he contado, no suelo salir con la moto a punto. Gracias a ello me encuentro con gente maravillosa y me suceden unas anécdotas increíbles que difícilmente olvidaré. Por eso creo que nunca me veréis viajando con la moto a punto al 100%.
Toni: Si te gustan las motos y te gusta viajar, puedes hacerlo. Hay quien piensa que necesitas mucho tiempo y mucho dinero para poder hacerlo y no es así. Todo es organizarse. Si quieres, puedes.
Amante de las motos desde que tengo uso de razón, llevo toda la vida sobre dos ruedas. Tras realizar colaboraciones en distintos medios, en Moto1Pro he hecho de mi pasión, mi modo de vida. Curiosa, analítica y muy digital, además de probar motos, coordino la redacción con mano de hierro en guante de seda.
Relacionados