El nuevo motor 250 es casi 2Kg más ligero que el anterior 350 pero ofrece la misma potencia.
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El concepto Freeride nació como un prototipo en 2010, siendo la plataforma para las futuras motos eléctricas de KTM. Era un híbrido entre moto de enduro y trial, enfocado al mercado aficionado. Este concepto evolucionó y nació la primera KTM Freeride E, la primera moto eléctrica de KTM. A partir de ella, en 2012 también nacieron las versiones de gasolina 250 2T y 350 4T.
Durante más de 5 años las Freeride han sido las motos de los que quieren salir al campo y complicarse la vida lo menos posible. Con ellas se puede trepar fácilmente por sitios complicados para una moto de enduro tradicional, mientras que por caminos y sendas nos ofrecen muy buen confort gracias a su asiento y suspensiones de largo recorrido.
En su segunda generación la Freeride de explosión ha evolucionado hacia un solo modelo. La Freeride 250F. Ahora monta un motor de 250 4T con doble árbol de levas, directamente derivado de los modelos EXC-F de Enduro que se renovaron en 2016. Éste lleva un mapa y escapes específicos que hacen que la entrega de potencia sea más dócil y utilizable.
Este nuevo motor, que cumple la norma Euro4, rinde una potencia de 20,5 CV en su versión Standard, y mediante accesorios disponibles en Power Parts podemos conseguir 26 CV. Mediante la colocación de un mando de doble mapa de inyección, podemos seleccionar entre las dos curvas y también nos ofrece control de tracción al igual que en los modelos de Enduro.
La inyección está gestionada por un nuevo sistema de gestión del motor de Keihin llamado EMS. El control lambda de bucle cerrado garantiza una reducción eficiente de las emisiones nocivas del escape gracias a un conversor catalítico en cada silenciador. El EMS mismo cuenta con una ECU más rápida, equipada con distintos mapas para cada marcha. La nueva Freeride es una de las motos más respetuosas con el medio ambiente del mercado.
Para complementar el EMS, se monta un cuerpo de la válvula de mariposa totalmente nuevo de 42 mm, con posición optimizada del inyector, lo que permitió a los ingenieros eliminar el anclaje de activación de la mariposa y reducir 100 gr. de peso, a la vez que se ofrece un control más sensible del acelerador.
Otro de los grandes cambios en este modelo 2018 son las suspensiones. Ahora monta una horquilla Xplor de WP con barras de 43mm y 250mm de recorrido. Esta horquilla lleva muelles en ambas barras pero las funciones hidráulicas separadas y promete mucho mejor comportamiento que su antecesora. Las tijas de dirección también son nuevas, ahora están mecanizadas y mejoran la rigidez junto a la nueva columna de dirección.
El amortiguador también es de nueva creación, el WP Xplor PDS tiene un recorrido de 260mm y ahorra 430 gr. de peso con respecto al anterior modelo. A través del catálogo Power Parts podemos comprar un kit opcional para bajar el asiento 25 mm.
Estéticamente, la aleta delantera y el faro son nuevos, inspirados en los modelos EXC. Además se ha incorporado la llave de contacto y los cubremanetas tan demandados por algunos usuarios.
El manillar es una Neken con la misma curvatura que los que montan los modelos EXC. También es más ancho que su predecesor ofreciendo un mejor control de la dirección.
El cuadro de instrumentos es un MAE de nueva factura con multifunción. Ahora el cable del velocímetro está integrado en el latiguillo de freno como en las EXC.
Todos estos cambios ofrecen una importante reducción de peso, y la nueva Freeride 250 se queda en tan sólo 98,5 Kg.
Para probar la nueva Freeride, KTM nos preparó un divertido recorrido por la zona de Bassella. Rodeados de montañas en la falda de los Pirineos en Lleida, es una zona privilegiada y de gran tradición endurera. Hicimos parte del trazado de la mítica Bassella Race transcurriendo por sendas, rocas, vadeos de ríos, pistas forestales, y bajamos la clásica trialera de Tiurana hasta el fondo de un lago. Un terreno tremendamente variado y divertido donde pudimos disfrutar como “enanos” y poner al límite todas las capacidades de la moto.
Por muchos datos que os hayamos podido dar, la Freeride es una moto de sensaciones. Con ella no importan los caballos o el peso total, sino el nivel de disfrute que se puede alcanzar. Y os podemos asegurar que con los cambios de este año, ese disfrute ha mejorado muchos enteros.
Lo primero que notamos es la posición de conducción, ahora con el manillar más ancho y colocado más alto y una horquilla más larga que ofrece un tren delantero más plantado y estable. La sensación ya no es de una moto de trial endurizada sino de una moto de enduro más trialera. Los mandos ahora son como en una EXC y hasta el aspecto de la aleta delantera ha mejorado. Los ansiados cubremanetas por fin llegan de serie a una moto destinada a rodar por sendas, en la que no llevarlos era un problema con las ramas que accionaban el freno delantero constantemente.
El motor tiene un sonido muy contenido y un tacto ultra suave. Parece casi eléctrico en su entrega, con una respuesta plana y totalmente progresiva que es una delicia de conducir. Aun así tiene par suficiente para iniciar la marcha en tercera velocidad sin problemas. No es un motor que queramos estirar al máximo, ya que en la parte alta no ofrece demasiada potencia, pero si tenemos el día “guerrero” nos transmitirá buenas sensaciones al subirlo de revoluciones. Es realmente bueno el trabajo que se ha hecho con el reducido sonido del motor, nos permite pasar inadvertidos y molestar lo menos posible en el campo, casi se puede ir hablando con otro piloto que llevemos al lado y escuchar los ruidos de los animales si vamos despacio.
Cuando subimos por trialeras es cuando el motor muestra su mejor faceta. Con una respuesta limpia transmite toda la potencia al suelo ofreciendo mucha tracción, más de la que estamos acostumbrados con una moto de enduro y hace las zonas más difíciles con una soltura pasmosa.
El chasis es pequeño y compacto con un gran ángulo de giro que nos permitirá movernos por las sendas con mucha facilidad. La nueva dirección ahora permite unas trazadas más precisas, también en parte por la nueva horquilla con un tacto muy superior.
Las nuevas suspensiones han mejorado significativamente su comportamiento siendo mucho más sensibles y precisas, sobre todo la horquilla. Ahora se comen todas las imperfecciones del terreno de manera mucho más eficaz. Esto se traduce en una comodidad y precisión mucho mayores. El tacto general es blando y no es una moto hecha para hacer cronos, por lo que si intentamos ir deprisa encontraremos los topes con facilidad, y más aún si el piloto pasa de los 95 Kg como es mi caso. Mientras nos dediquemos a darle a la moto el uso para el que está destinada, que es rodar con tranquilidad y soltura pero sin ir a fondo, la suspensión trabaja de manera excelente.
Los neumáticos Maxxis están diseñados específicamente para la Freeride. Son, al igual que la moto un híbrido entre una goma de trial y una de enduro. El tacto se asemeja más al de unos neumáticos de trial, ofreciendo un grip espectacular en piedras y zonas lentas, pero en zonas de camino y sendas rápidas, sobre todo el delantero no nos ha convencido y lo sustituiríamos por uno de Enduro con más mordiente. En el anterior modelo de 350, trabajaba mejor, pero al disponer del nuevo tren delantero con el que podemos atacar más en las curvas, este neumático se queda un poco corto para las posibilidades de la moto.
Los frenos quizá sean el elemento que menos nos ha gustado. Y es que acostumbrados al exquisito tacto y potencia del material Brembo de las EXC, tal vez no seamos unos justos jueces para el material Fórmula que monta la Freeride. En general funcionan correctos, sobre todo el delantero ofreciendo muy buena resistencia a la fatiga. El freno trasero no nos ha gustado demasiado por tacto, un poco brusco y por su palanca demasiado pequeña y difícil de encontrar en algunos momentos. Con un poco de adaptación o sustituyendo la palanca por una del catálogo Power Parts se solucionaría el problema en gran parte.
La Freeride 250F es una moto hecha para disfrutar y en su nueva versión, el disfrute se materializa en el más amplio sentido de la palabra. Ahora con una motorización más lógica pero igual de potente y un peso más contenido es más divertida y fácil de conducir que nunca. Sus suspensiones han mejorado muchos enteros, y nos permiten hacer más kilómetros de forma más cómoda y segura. Ahora su dirección es tan precisa como la de una EXC lo que la hace más endurera y polivalente. Con la incorporación de la llave podremos usarla en ciudad sin miedo a que nos la roben. Sin duda pocas motos nos pueden llevar al trabajo y subir la trialera más complicada de nuestra zona en el mismo día. Por 7.499 € tendremos la moto más polivalente del mercado off road y que seguro al que la compre le llenará de alegrías inesperadas cada día que salga a montar con ella. Larga vida al concepto Freeride.
Detalles de la moto
El nuevo motor 250 es casi 2Kg más ligero que el anterior 350 pero ofrece la misma potencia.
La horquilla WP Xplor 43mm ha sido diseñada específicamente para la Freeride y ofrece regulación en compresión y rebote desde la parte superior cómo en una EXC.
Disponemos de llave de contacto para poder circular por ciudad sin miedo a robos.
El sistema de escape sigue siendo de doble salida con catalizador ofreciendo un sonido mínimo y respetuoso con el medio ambiente.
Las llantas ahora son de color negro con neumáticos Maxxis diseñados especialmente para la Freeride.
Motor
Tipo
Refrigeración
Potencia Máxima
Par Máximo
Cambio
Transmisión
Chasis
Tipo
Suspensiones
Frenos
Delantero
Trasero
Medidas y pesos
Longitud
Distancia entre ejes
Altura del asiento
Peso (lleno)
Capacidad del depósito
Neumáticos
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Publicado el 16/11/2017
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