Jeffrey Herlings y KTM: Fin a una alianza legendaria en MXGP

Red Bull KTM Factory Racing ha puesto punto final a una de las alianzas más memorables del motocross moderno al despedir a Jeffrey Herlings, cinco veces campeón del mundo y figura clave en la historia deportiva de la marca. “Ha sido un placer enorme ver crecer a un talento generacional como él”, reconoce Pit Beirer, director de KTM Motorsports, al recordar la llegada del holandés en 2010, cuando apenas tenía 15 años y ya dejaba claro que su ambición no tenía límites.

Su impacto fue inmediato: solo necesitó dos Grandes Premios para subirse al podio de MX2 en Italia y, dos semanas después, conquistar su primera victoria en los Países Bajos. A partir de ahí comenzó una relación imparable tanto con el equipo —que prácticamente se mantuvo unido durante toda su trayectoria en KTM— como con la icónica KTM 250 SX-F. Con ella firmó 61 de sus 112 victorias mundialistas y construyó tres títulos (2012, 2013 y 2016) que lo convirtieron en el piloto más laureado de la categoría para la marca.

En 2017 dio el salto a MXGP, donde, pese a las lesiones que alteraron varias temporadas, volvió a demostrar su talla mundial al conquistar los campeonatos de 2018 y 2021. Incluso en los años más complicados logró ganar al menos un Gran Premio con la KTM 450 SX-F, reafirmando una regularidad y una determinación que fascinaban al equipo. “Jeffrey siempre tuvo un único objetivo, y ver cómo lo perseguía incluso después de los reveses dice mucho de su carácter y de su conexión con nosotros”, destaca Robert Jonas, director de Offroad Racing en KTM.

Herlings también brilló lejos del Mundial, dominando carreras del AMA Pro National Motocross y campeonatos nacionales en los Países Bajos y Reino Unido, además de sumar victorias clave en el Motocross de las Naciones. Con todo ello, se convierte en el segundo piloto más laureado de KTM en los Mundiales FIM y en una figura imprescindible de su historia competitiva.

El adiós cierra una etapa irrepetible, marcada por el talento feroz del piloto y por el inconfundible color naranja que lo acompañó durante más de una década y media. Una historia conjunta que ya forma parte del legado del motocross.