¡Al circuito!
Para ésta prueba nos desplazamos al madrileño circuito de San Martín de la Vega. Un trazado rápido y amplio con grandes saltos que nos permitió exprimir las motos al máximo con dos pilotos de gran nivel. Como siempre nuestro probador habitual Julio López estuvo presente y esta vez le acompañó uno de sus pupilos, el joven Rafa Manrique, actual piloto de TM Spain en el Nacional de Mx Sub18.
El circuito se encontraba en perfectas condiciones, ayudado por las lluvias de los días anteriores y ambos pilotos sacaron grandes conclusiones y muy positivas de ambas motos... aunque con matices muy interesantes. A Julio, como buen piloto de nivel y agresivo, siempre le gusta más la potencia y cuanto mas abundante mejor... de modo que saltó rápidamente a la 450. Mientras que Rafa, acostumbrado a su pequeña 125, estuvo toda la mañana en la 250 preparándose para lo que le espera en un futuro próximo.
La KX 250... ¡ahora de 4 tiempos!
Ahora hemos de tener cuidado al hablar con nuestros amigos, al decirles que hemos comprado una KX250 nueva... no sea que piensen que hemos comprado un “hierro” de 2 tiempos de los 90. Bromas aparte, la nueva KX 250 es la moto con la mejor relación calidad precio del mercado de largo. Eficaz como pocas cuando el terreno esta poco bacheado, es una pluma pero con el motor de un cohete.
Tras 3 años de desarrollo y recibiendo grandes cambios el pasado año, es una moto que ha pulido casi todos sus defectos y en 2019 ofrece su mejor versión. Es una máquina divertida como pocas por dos motivos: su motor potente y rabioso que sube de revoluciones como pocos y su estrecho y manejable chasis que hace que sea una de las motos mas nobles y que mejor se conducen del mercado.
Tiene una posición de conducción muy neutral. Con unos mandos bien colocados y un manillar que aunque es de diámetro estrecho ofrece comodidad para todos los pilotos. El arranque sigue siendo a patada y la maniobra siempre suele ser exitosa a la primera. Hoy en día el arranque eléctrico es la moda y esperamos que la versión del próximo año la incorpore... aunque hasta entonces seguramente no habremos tenido ningún problema en el arranque.
El motor ofrece 3 mapas igual que su hermana mayor, intercambiables también mediante clemas. Siempre nos gusta obtener la máxima potencia en motos de 250 y aunque probamos las otras dos opciones a todos los pilotos nos gustó usar la clema blanca, la más agresiva en esta moto. Pese a que hace las subidas de revoluciones más agresivas, también suaviza la respuesta del motor y hace que -al final- sea el mapa con el que mejor controlamos el motor en casi todas las situaciones. El mapa original es un poco mas brusco en bajos lo que hace que la moto no sea tan controlable en el momento de abrir gas.
En cualquier caso, las subidas de revoluciones son endiabladas en la nueva KX 250 y es que como hemos dicho ya, el motor es uno de sus mayores virtudes. Rebosante de par y suavidad, lo podemos llevar en marchas largas y saldrá fácilmente de cualquier sitio en tercera velocidad. Si acaso, un leve toque del embrague en las curvas mas cerradas será suficiente para conseguir el empuje deseado. Pero si queremos estirar el motor hasta la luna también hay potencia disponible casi hasta 13.000rpms, siendo interminable y una verdadera delicia exprimirlo y notar como su sonido se abronca a medida que sube de revoluciones y encadenamos velocidades.
Parte ciclo con muchas luces y alguna sombra
Las suspensiones -como hemos dicho antes- son el elemento que menos nos convence del conjunto aunque eso no quiere decir que sean malas... sino que el motor es mejor.
En el tren delantero se monta una horquilla Showa SFF de muelle y el amortiguador también viene firmado por Showa, en este caso con doble regulación a alta y baja velocidad y rebote.
En condiciones buenas, es decir sin baches grandes -que es lo que en los circuitos de hoy en día solemos encontrarnos- se comportan bien y ofrecen buena tracción y firmeza tanto en el tren delantero como el trasero. Sin embargo, cuando hay baches de cierto tamaño a la horquilla le falta un poco de suavidad y se vuelve seca, habiendo que sujetar el manillar más de lo deseado para mantener la moto en la trazada. De todos modos, esto cualquier preparador lo soluciona con facilidad así que no se trata de nada preocupante del todo.
Además, el chasis es de lo mejor de la clase... si no el mejor de todos. Ofrece el mayor compromiso entre manejabilidad y estabilidad de todas las motos de cross. La KX gira de manera muy eficiente y predecible con una gran tracción del tren delantero y a la vez es una de las motos mas estables en recta, sin sacudidas del manillar ni extraños impredecibles al pasar por los baches. En roderas tiene un paso muy limpio por ellas y en las curvas planas, gracias al par de su motor, podemos controlar muy fácilmente las derrapadas.
Nada que objetar al chasis de las pequeña KX en ningún aspecto.
Los frenos, por su parte, no son tan efectivos como los de la 450 pero el menor mordiente no se nota tanto debido al menor peso. El comportamiento del material Nissin es más que correcto y si no tuviésemos los sobresalientes frenos de su hermana mayor tan cerca, ni hubiéramos notado que se podía ser mas efectivo. El trasero, en cambio, nos ha gustado por su progresividad... incluso quizá mayor que en la 450.
En conclusión...
La KX 250 mejora, a día de hoy, lo que su hermana ofrecía el pasado año: corrección y efectividad pero sin destacar en nada por encima del resto. Su efectivo chasis es su mejor baza y es una gran base para realizar preparaciones, sobre todo por su económico precio de salida. Con lo que podemos ahorrar comprado una KX250 frente a una euro nos da para montar un escape y preparar las suspensiones haciendo de la moto un arma mucho mas efectiva que cualquier moto de serie. Algo muy a tener en cuenta para la gente que compite o quiere una moto mas personalizada a un buen precio.