Sherco 125 SE-R 2019: ¡A repetir!

Fue la moto de referencia en el pasado Mundial de Enduro dentro de la Youth Cup, donde cosechó el Subcampeonato y la tercera plaza final, con un total de cinco incursiones en el «top ten», habiendo disfrutado también de una especial notoriedad en la escena del Campeonato de España. Pero la marca francesa no se duerme en los laureles y para 2019 ha desarrollado una nueva versión -a 8.099 euros- que es la que nosotros hemos probado y que incorpora un sinfín de sabias modificaciones.
Cilindro, pistón, admisión, escape, sistemas de lubricación y refrigeración… han sido convenientemente revisados, montándose un radiador más grande y un regulador de superior potencia, además de una nueva tobera de admisión. Se ha optimizado, por otra parte, la disposición del cableado eléctrico y también los anclajes y el recorrido del escape sufren variación, quedando éste menos expuesto a los golpes.

MÁS FLEXIBLE & MÁS LIGERA

Siempre bajo la doble premisa de incrementar el grado de fiabilidad mecánica y, en la medida de lo posible, obtener un conjunto más liviano, la parte superior del bastidor ha sido rediseñada, lográndose con ello una más equilibrada posición de conducción, un superior grado de flexibilidad, y un mayor aplomo del tren delantero, al margen de una reducción de peso de 400 gramos. Las tijas –Neken- son igualmente más ligeras y se han reforzado guardabarros y buje traseros, adoptándose unas llantas Excel, calzadas con neumáticos Michelin «ultra light».
WP suministra la horquilla Xplor con barras de 48 y el amortiguador, ambos, multirregulables, obteniéndose recorridos de 300 mm. delante y 330 detrás. Brembo, por su parte, se ocupa del equipo de frenado, aportando los discos ya vistos en la versión 2018.  
En el catálogo Sherco encontraremos también la correspondiente versión Factory de la 125, con su distintiva decoración en blanco y azul, equipada con un set de suspensiones Kayaba, amén de otros tantos componentes exclusivos, y destinada a quienes buscan un producto más elaborado.

¿Más cosas?

Junto con la moto se entregan el kit que obligadamente deberemos instalar para superar el siempre tedioso examen de la ITV y una dotación de herramientas que calificaríamos de completísima si no fuera porque carece de una llave de bujía «operativa». La primera vez que se te engrasa la bujía –en nuestra sesión de fotos, sin ir más lejos- y quieres echar mano de ella, compruebas con estupor que entre las llaves servidas por Sherco no hay ninguna que te libre del apuro. ¡Ah! y el asiento de desmontaje rápido –sin herramientas- posibilita un acceso instantáneo al filtro de aire, que se saca a su vez sin tener que retirar un solo tornillo.
El manual del usuario no se entrega impreso, sino que hay que acceder a él a través de un enlace en internet, pero llama la atención por lo exhaustivo y claro que resulta. Incluye, entre otras, detalladas instrucciones sobre cómo efectuar reglajes de carburación, mostrando una completa tabla en la que se especifican tipo y posición de la aguja, chiclés, y posición del tornillo del aire a elegir, en función de la temperatura y la altitud. También se describe con minuciosidad el modo de ajustar la suspensión, dependiendo del tipo de conducción deseado –confort, estándar, o sport-, indicándose tanto el número de clicks o vueltas en horquilla y amortiguador –compresión, rebote, y precarga-, como la dureza de muelles idónea para el peso del piloto.

ESTADO DE EMBRIAGUEZ

Y vamos con la prueba. Dejando dicho que los manillares tan rectos como éste, con escueta protección central, que monta la Sherco no nos entusiasman, la posición de conducción roza la perfección. La moto, que disfruta de un amplio radio de giro e incorpora topes de dirección regulables, arranca muy bien –a dedo, sí, ¡viva el arranque eléctric!-, todos los mandos se accionan con la comodidad y tacto que uno desea, y enseguida nos invade una sensación de familiaridad y control sumamente grata.
Recorriendo los primeros metros a modo de «warm up» y con especial cautela, ya descubrimos la que constituye una de las cualidades más destacadas de este modelo: la fluida respuesta motriz en baja, más propia casi de una «dos y medio», que nos permite rodar a ritmo de relajadísima excursión sin tener que hacer acrobacias con la maneta izquierda ni nada por el estilo. Es sin duda un motor muy lleno, con un tacto agradable a pocas vueltas, que facilitará enormemente la vida a los pilotos más inexpertos.  
Pero claro, se acaba el «warm up» y es hora de descubrir qué se esconde más allá del bajo régimen. Enfilamos una modesta crono, atacamos, y el brío que pone de manifiesto la «Sherquito» no tarda en cortarnos la respiración. El fenomenal empuje experimentado, unido a ese singular «feeling» de ligereza que brindan las 125, nos conduce a un inevitable estado no sé si de euforia o embriaguez, que impide poner fin a nuestra cabalgada… hasta que nuestros antebrazos emiten un serio aviso de que están en las últimas.

La moto es una verdadera delicia, tiene una estabilidad prodigiosa, frena con una contundencia de auténtica campeona, y a la entrada de las curvas lentas muestra en el tren delantero un aplomo encomiable, proporcionando mucha confianza –y mucha diversión- al piloto desde el primer momento.
Pero con todo lo que decimos que corre, todavía podemos pedir más, puesto que hay dos diferentes mapas de respuesta a nuestra disposición, seleccionables mediante un conmutador ubicado en el manillar, y, pura lógica, hemos iniciado nuestro ensayo en el modo «soft», teóricamente unos 3 CV menos potente que el «hard». Así que… recuperamos el aliento, estiramos antebrazos, y procedemos: ¡qué locura! Aún más empuje, más rabia… pero, muy importante, también una superior capacidad de estirada. Bestial.   
La suspensión «by WP» venía configurada en esta unidad con los ajustes «confort» y los muelles estándar, que la marca recomienda para pilotos de entre 75 y 85 kilos. Aunque tanto el propietario de la moto como nosotros mismos nos hallamos unos kilos por debajo de ese rango, probamos a endurecer los reglajes, apreciando una sensible mejora en las reacciones, sobre todo, de la horquilla, ante saltos y baches grandes, si bien entre el ajuste «confort» y el «sport» tampoco existe una enorme diferencia.
Las suspensiones trabajan, en términos generales, con la deseada eficacia, pero quizás sería deseable una mayor sensibilidad en el primer tercio de su recorrido.  

HABLAN LOS PREPARADORES

Para dar una visión más completa del modelo, hemos querido recabar la opinión de dos de los preparadores más prestigiosos con que cuenta la marca en nuestro país, verdaderos especialistas ambos en la 125 azul: Óscar Peinado «Cobi» –HPB-, y Jordi Raya –JRB-. El primero tiene una legión de jóvenes pilotos bajo su tutela, incluido su propio hijo, armados todos ellos con la Sherco «octavo de litro», sobre la que nos explica: «en la versión 2019 cambian muchas pequeñas cosas, pero no hay ninguna variación radical. Particularmente, el nuevo cilindro creo que sí aporta una mejora tangible. Mi trabajo en torno a estas 125 arranca siempre con un adecuado reglaje de carburación y un preciso ajuste de la válvula de escape. Luego, con las unidades de quienes buscan algo más, el siguiente paso es montar escapes distintos a los de serie». En cuanto a Jordi, baste decir que es el hombre de confianza de Gerard Gómez, piloto oficial de Sherco España a quien este año vimos asomar por el podio en el Gran Premio de Francia. Y esto nos cuenta: «para los enduristas de alto nivel como Gerard preparo un motor que no necesariamente ha de dar más caballos, pero sí que sube más de vueltas, con lo cual las marchas se estiran más y no hace falta usar tanto el cambio, y eso lo consigo, fundamentalmente, trabajando en el escape y el silencioso. Por cierto, en la 125 2019, el nuevo diseño de los pétalos dentro de la caja de láminas VForce produce un efecto muy positivo. También toca endurecer las suspensiones y en este caso sustituyo la horquilla por una Cone Valve, y el amortiguador, por un Reiger, que aporta una superior capacidad de tracción, además de un mejor tacto».

Al hablar de mantenimiento, ambos técnicos conceden especial importancia a las operaciones de lavado y engrasado del filtro de aire, así como al cambio de aceite –cada diez salidas, aconseja «Cobi»- y al reapriete periódico de tornillos, con particular énfasis en los de motor, subchasis, y dirección.
Está claro: la nueva SE Racing tiene sobrado potencial como para «repetir» éxitos en 2019… y como para hacer perder la cabeza a los  enduristas noveles. Bueno, a ellos y a quienes llevamos media vida «endureando» y, tras habernos subido a esta moto, hemos concluido que el nirvana también se alcanza con una buena 125…