Gerard Farrés: "cada año que compito es un regalo, una victoria"

Gerard Farrés ha encontrado en el Himoinsa Team el apoyo perfecto para relanzar su carrera. Ahora vive una segunda juventud en la que los resultados están llegando de manera natural. Nos cuenta su camino hasta llegar a este punto en una sincera entrevista.
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Autor:
Nicki Martínez
Foto:
Himoinsa
Publicado el 11/07/2017

¡Vaya 2016! Octavo en el Dakar, el mejor español de esta pasada edición, ganador del Hellas Rally hace apenas tres semanas y cuarto en el Merzouga. Así da gusto competir.

“Lo cierto es que llevaba unos años un poco malos porque no había podido acabar el Dakar, y con ello no quiero decir que mi paso por Gas Gas fuera malo, al contrario, fue muy positivo, porque siempre sacamos cosas buenas de nuestras experiencias aunque el desarrollo de la moto no fuera como esperábamos... Ganamos la Baja España y conseguimos un podio en el mundial. Todo suma en mi carrera deportiva, aunque en una carrera como el Dakar lo más importante es acabar y no hacerlo durante dos años consecutivos es duro para un piloto. Por eso, volver a esta carrera, acabar octavo, y siendo el mejor piloto español, sabe a premio por los dos años anteriores en los que no pude acabar.”

El mejor entre los nuestros ¡con 37 años ya!, el ‘abuelo Farreti’ sigue dándole mucho al gas.

“Soy un piloto que no empezó muy joven en las motos. Hay quienes se subieron a una moto por primera vez con sólo tres años, pero yo lo hice mucho más tarde, con 14. Y sí, es cierto, tengo 37 años, pero en el mundo de las motos sólo llevo 23 años. Parecen muchos, pero no son una eternidad como el ejemplo que he puesto si hubiera empezado con tres. Me siento con muchas fuerzas y ganas para continuar, sobre todo porque todavía tengo muchos objetivos que cumplir como piloto. Y me siento con ganas aún de poder hacerlos. Cuando veo a pilotos como Paulo Gonçalves, con 42 años, que todavía luchan por ganar un Dakar, dentro de mi pienso que todavía me siento joven y con ganas. Mientras mantenga esta motivación y esta ilusión, seguiré luchando.”

En este sentido, qué objetivos te quedan por perseguir.

“Sé que ganar un Dakar es muy difícil, pero no es imposible. No quiero negarme a mi mismo esa posibilidad de poder ganar un Dakar. Estoy creciendo muy lentamente en mi carrera deportiva. Empecé como mochilero y luego, tras apoyar a Marc Coma y Chaleco López, ya pude dar un paso adelante y fichar por Bordone-Ferrari. Después con Gas Gas. Y ahora estoy en una estructura con posibilidades. Estoy ganando carreras, luchando con los mejores y eso me hace ser optimista. Me gustaría saber dónde puedo llegar. No estoy seguro de hasta dónde puedo hacerlo, pero sí de que quiero luchar por ello. No me obsesiona ganar un Dakar, mi obsesión es mejorar y crecer día a día... No sé dónde llegaré, pero quiero mejorar este octavo puesto de este año o el séptimo de aquel Dakar 2012.”

Sin embargo, aquel  Dakar de antes ya no es el de ahora, en el que todos vais a cuchillo.

“Sí, es cierto, tengo clarísimo que estamos en un nivel de competitividad muy alto, jamás visto en la historia del Dakar, porque hay treinta pilotos con posibilidaddes de ganar etapas y están KTM, Honda, Yamaha, Husqvarna... y ahora incluso el nuevo proyecto de Hero, de la antigua estructura de Speedbrain, que resulta que es la marca más vendida del mundo para los que no lo sabíamos. Y es otro equipo a tener en cuenta. Con ello, quiero decir que hay un montón de equipos y pilotos muy buenos, y eso hace que esto sea cada vez más emocionante. Si te fijas bien, ahora parece que hasta el más malo es campeón de algo. Lo bueno es que, siendo uno de los pilotos más veteranos dentro del Dakar, cuento con una dilatada experiencia. Quizás Hélder Rodrigues, Paulo Gonçalves y yo seamos de los más veteranos, pero nuestra experiencia también suma en ello.”

Y hablando de equipos, la creación el año pasado del equipo Himoinsa fue una noticia balsámica, y no sólo para ti, ya que también se incorporaron a esta nueva formación: Iván Cervantes, Rosa Romero, Antonio Gimeno, Dani Oliveras... Un proyecto gratificante, no hay duda.

“Por supuesto, el año pasado tuve una muy buena oferta por parte de Honda HRC sobre la mesa para ir al Dakar para ayudar a Joan Barreda. Fue una oferta importante y que agradezco muchísmo porque es un sueño que una marca como esta se fije en ti, aunque sea para ayudar a otro piloto. Hubiera estado en una estructura oficial, pero la oferta de Himoinsa me hizo declinar aquella la de HRC porque mi ilusión era poder luchar por mí mismo en el Dakar, para ser feliz, y estoy seguro que elegí la mejor opción, porque desde entonces he podido ganar carreras y acabar este Dakar como mejor español. Y junto a mi equipo, con Iván, con Rosa, con Antonio y con Dani, creo que formamos un gran grupo, estamos muy unidos. Además está Miguel Puertas, como comandante, manager, o como lo queramos definir (risas)... La verdad es que es un placer estar con ellos, todo está yendo muy bien con todos, también con los mecánicos y la estructura en general. Es un equipo de casa, tenemos una buena moto, una KTM, una moto muy fiable, y sinceramente creo que no podemos pedir nada más. Estamos muy bien. Es una oportunidad soñada que debemos aprovechar para saber hasta dónde podemos llegar y que quiero aprovechar al máximo.”

A lo largo de tu carrera en los raids has pasado por un sinfín de equipos: Yamaha Correos, KTM Repsol, Aprilia, Honda Wild Wolf, Bordone-Ferrari, Gas Gas... y ahora en Himoinsa, de nuevo con una KTM Rally, cuéntanos de qué material disponéis.

“Vamos con una moto estándar a la que, lo único que prácticamente le hemos cambiado, es la suspensión trasera, buena, y las horquillas delanteras. El resto, es una moto estándar, aunque también es cierto que KTM no está ayudando con pequeños detalles. Pero como he dicho, es una muy buena moto a nivel estándar, quizás no sea oficial, pero es una máquina con la que puedes estar luchando con los mejores, sobre todo por su potencia a nivel de motor. Y eso es lo importante, su fiabilidad es una garantía.”

El año pasado vivimos el adiós de Marc Coma de la competición, ahora director deportivo del Dakar, y este también la despedida de Jordi Viladoms, nuevo team manager en los raids de KTM... ¿Cómo ves tu futuro más allá de la competición?

“Es una buena pregunta y mucha gente me la recuerda sistemáticamente desde hace tiempo. Me la podría hacer pero lo cierto es que no me la hago porque, primero de todo, tengo claro que estoy en un deporte en el que gano para vivir, no soy ningún futbolista que pueda enterrar los billetes y luego jubilarme. Pago mi hipoteca y pago mis entrenamientos, y soy muy feliz con lo que hay. No me he movido nunca por dinero. Compito porque soy feliz y porque mi familia siempre me ha apoyado en mi desición de hacerlo. Hago lo que me gusta y puedo sobrevivir. Pero nunca he pensado en qué haré después, porque todavía no me toca plantearlo. Está claro que el día que me retire, trataré de aprovechar todas estas sinergias que hay tras haber competido más alto nivel durante dos décadas, rodeado de motos. Pero, de momento, no lo he llegado a pensar seriamente porque ahora debo estar concentrado en dar el 100% para estar aquí. Este es un deporte en el que tienes que hacer de todo: de preparador físico, de comercial, porque te tienes que vender de alguna manera, y de piloto, lógicamente. Tienes que estar concentrado en todo, por lo que pensar en otra cosa que no sea esto, puede hacerle entender a tu mente que te vas a retirar, y ese no es mi caso. Lo que esta claro es que, el día que me retire, siempre he sido un currante y no me va a hacer ningún miedo empezar de cero en lo que sea, trabajar y aprender. No me preocupa. Algo haremos, soy una persona a la que le gusta estar en contacto con la gente, comunicar, pero ahora mismo no sabría decir en qué me gustaría trabajar en un futuro.”

Fuiste el primer campeón del mundo júnior cuando hubo el cambio del Europeo a Mundial, y te lo jugaste cara a cara con David Knight, ¿qué queda de aquel Gerard Farrés adolescente que se coronó en el enduro? ¿mantienes la misma ilusión?

“Aquel Gerard era muy diferente y a la vez muy igual al que soy ahora. Quedan esta ilusión tan santa y esta pasión que hace que te despiertes y que vayas a entrenar como un animal para conseguir los retos que te has marcado encima de una moto. De pequeño soñaba con esto. Me costaba estudiar y me tomaron por tonto porque mi cabeza estaba siempre pensando en motos. Estoy haciendo lo que me gusta. Y seguramente esta pasión, esta ilusión y esos valores sigan todavía intactos y que gracias a ellos todavía esté compitiendo. Nunca me he movido por nada que no sea disfrutar de lo que hago. Mis padres siempre me han apoyado, pero nadie nos ha regalado nada. Y quizás el hecho de que nadie me haya regalado nada y de que todo me haya costado tanto esfuerzo y trabajo, hace que le de mucho más valor a las cosas. Cada año que estoy aquí, haciendo lo que me gusta, es un regalo para mí, una victoria. Mi carrera podría haber sido de un año, de cinco, de diez... pero jamás hubiera pensado que duraría más de ‘veintipico’, por eso cada año que pasa es una recompensa.”

Volvamos al presente más inmediato, tras el Dakar vino un pequeño descanso y empezaste a competir en el Hellas Rally de Grecia, en el que te llevaste la victoria.

“Sí, tenía claro que tras el Dakar tenía que hacer un poco de base a nivel físico. Así que, un mes y medio después fui a hacer la Andalucía Bike Race y, a partir de allí, seguir un plan de entrenamiento con mi preparador físico, de gimnasio y bici, para llegar al mes de mayo en condiciones a las carreras. Llegamos al Hellas Rally muy bien, había pilotos como Stefan Svitko o Xavier Soultran. Eran seis días de carrera, tipo rally de Cerdeña, con la moto de enduro, y pudimos conseguir la victoria. Y de allí, empalmamos con Merzouga, con una moto totalmente diferente, la del Dakar, que no la había tocado desde enero. El primer día en la prólogo me costó encontrar el ritmo, pero después todo fue a mejor. Había siete de los diez mejores pilotos del pasado Dakar. Gané la tercera jornada y estuvimos luchando por subir al podio, y al final acabamos cuartos, con un buen sabor de boca a pesar de quedar fuera del podio, porque me sentí bien, porque pude luchar cara a cara con esta gente. Esta carrera nos ha servido para saber qué necesitamos para llegar en las mejores condiciones, a nivel de moto y a nivel propio, mío en general. Al haber entrado la organización del Dakar en esta carrera, ha sido como una prueba de fuego, con muchísima navegación y el nuevo ‘way point controle’, cuya utilización seguramente se estrene en el próximo... Y ahora sabemos qué línea debemos seguir de aquí al próximo Dakar.”

¿Cuál es tu calendario de competición de aquí al Dakar?

“Aún estamos pendientes de ir a la Baja Italia, lo cual me haría mucha ilusión. Luego está la Baja Aragón, una carrera que siempre ha ocupado un lugar especial dentro de mi calendario, y en agosto está la Transanatolia, con la moto del Dakar, lo cual me facilitará probar unos pequeños cambios que ya teníamos previstos en la moto de raids, para probarlos de cara al Dakar. Y finalmente el rally de Marruecos, el Oilybia, además de varios entrenamientos junto al equipo. Tenemos tres entrenos previstos de una semana desde septiembre hasta el Dakar.”

Así, poca broma de lo que resta antes del Dakar, ¿no?

“Sí, valoro mucho el esfuerzo que hace este equipo para que podamos mejorar y elevar nuestro rendimiento. Siempre les recuerdo que para mí esto es un sueño y que estoy muy agradecido de poder estar en cada carrera. Sé el esfuerzo que supone por su parte. Estoy contento por ello y por contar con los compañeros que tengo. Iván este año aún tiene el reto de hacer su última temporada en el mundial de enduro, pero el año que viene ya estará al 100% con los raids, así que este equipo cada vez será más fuerte.”

¿Cómo ves el actual mundo de los rally-raids?, ha llegado una nueva hornada repleta de campeones del mundo.

“La verdad es que resulta atractiva la infinidad de pilotos que están llegando a los raids, todos ellos buenísimos. A diferencia de otros deportes, en este te juegas la piel. Luchas contra la misma carrera y se respira un gran respeto entre todos nosotros y hacía la carrera. Aquí se va muy rápido y eso entraña peligros, así que el respeto es fundamental. Hay treinta pilotos muy buenos y cinco o seis marcas que pueden ganar el Dakar, y eso no se había visto jamás hasta ahora, lo cual le confiere más valor. Estoy seguro que ha sido más difícil conseguir este octavo puesto de este año que el séptimo del 2012, recuerdo que allí aseguré para acabar dentro del ‘top ten’ porque nunca lo había conseguido.”

El ritmo ha cambiado mucho, ahora no hay respiro.

“Sí, te encuentras que vas desde el primer minuto a tope y acabas octavo. Es mucho más competitivo, las motos son muy fiables y nadie regala nada, aquí ya nadie se guarda nada, todos salen desde el primer a darlo todo sin reservas. En el Merzouga, por ejemplo, puedo explicarte que nos juntamos un grupo de cinco pilotos delante y, que a diferencia de antes, que siempre se intentaba rebajar el ritmo de carrera, nos pusimos a tirar todos en paralelo, porque nos interesaba aumentar las diferencias con el grupo perseguidor. Aquí no hay relax y siempre hay quien tira del grupo. El ritmo es muy alto, cosa que antes era diferente.”

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