¡Gracias de corazón!

Llegamos a Eisenerz y su montaña de hierro con mucha motivación, después de un año impecable y tras la victoria de XL Extreme Lagares. Como os decía, es una carrera para tenerle respeto, ya que la salida multitudinaria y el formato Cross Country del inicio no ayudan para nada a la hora de conseguir un buen resultado.

Llevaba años peleándome con la mina y cometiendo errores. Este año fui con otra mentalidad, disfrutar de la carrera y de mi pilotaje sin importar el resultado. No pude ganar, pero conseguí el pódium más caro del año. Y sé que si hubiera sido más larga la carrera, o hubiéramos podido dar una segunda vuelta, mis posibilidades de ganar hubieran aumentado. Aun así, este formato de 2.30 h es lo que es, y hay q volver el año que viene a intentar ganar. Sé que puedo hacerlo.

El viaje a Milán fue muy chulo, presentamos la nueva 2020 y tuve la oportunidad de conocer todos los importadores del mundo que distribuyen Sherco en 75 países presentes, cada vez crece más la familia azul.
Después viajamos a Israel directamente y pude disfrutar de un paseo por la Ciudad Santa y por Tel Aviv. Además compartí 6 días de moto con más de 150 alumnos que tanto agradecen. Es una cultura bastante similar a la nuestra, con unos valores únicos y un nivel de preparación y educación increíbles.

Después, 5 días en casa preparando Hixpania: 2 días de bici, 2 de trial y 1 de hard enduro. Viajamos Aguilar de Campoo con las pilas cargadas y con un montón de ganas, desde el miércoles pude probar la moto y reconocer el terreno. La carrera del domingo tenía una pinta salvaje, más dura que nunca, y mucho más técnica.
 

Comenzamos el viernes con la vuelta de reconocimiento al pantano, nos sirve para ver el trazado del sábado, básico para memorizar algunas partes importantes. En la prólogo de viernes hice 7º, no pude coger puntos para la general, pero disfrute mucho con el apoyo de los fans, ¡gracias!

El sábado fue una carrera rápida, pero para mi gusto muy fácil, de unas 5h de duración, donde algunas caídas me separaron del pódium; aun así luche hasta el final y me sentí muy veloz. Al terminar me di una ducha, cambie el traje de moto por el traje de boda y me fui a Santander a una boda muy especial de mis amigos Pablo castellano y María Pombo. Estuvimos en la misa y luego en el banquete un rato, después viaje de vuelta y a dormir.

El domingo, sabiendo lo difícil que era ganar la general por falta de puntos, me hice un nuevo planteamiento: Salir como un día nuevo a ganar. Al fin y al cabo era el día de Hard Enduro, y en esa disciplina me siento súper bien. Salí primero, el ritmo del principio fue muy alto y me limite a disfrutar y a no cometer errores o caídas. Cuando me quise dar cuenta iba primero y Jarvis segundo. Pero el enduro extremo te enseña a no celebrar hasta la bandera de cuadros, así que fui relajado sin cometer fallos casi hasta el final, donde un error en la bajada me hizo romper la moto y tener que parar en el bosque unos segundos.

Jarvis me adelantó hambriento y casi se lleva la carrera. Pero sin perder la esperanza le di más gas en la penúltima subida y para sorpresa suya, le adelante, exactamente igual que él a mí en 2018; afronté la última cuesta con mucha decisión y pude llevármela. Increíble sensación, y gracias de corazón a todo el público. La fatiga de la pista y del ritmo hicieron que fuera muy cansado, llegué en el límite físico y mental, pero entre todos me ayudasteis a seguir empujando hasta el final.

Ahora toca una semana libre y nos vamos a Gordexola, la batalla de vikingos en Suecia y las merindades en Asturias. Después viene Rumanía con el Red Bull Romaniacs que la espero con muchas ganas. ¡Va  a ser un verano increíble!