yamaha wr450f rally dakar 2018

Motos del Dakar 2018: YAMAHA WR450F Rally

Analizamos la moto con la que Yamaha competirá en el próximo Dakar, la WR450F Rally. Una moto con base de enduro y desarrollada en Francia…

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Autor:
Hugh Banton
Foto:
Yamaha
Publicado el 03/01/2018
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Bloque azul

Dentro del nutrido panorama de monturas que compiten en el Dakar, el bloque azul lo representan Sherco y Yamaha, con preparaciones basadas en sus respectivos modelos de enduro y ejecutadas ambas sobre suelo francés. Sí, porque la reconversión de la WR a moto de rallyes no se ha operado en Japón.

De hecho, el Yamalube Yamaha Rally Team tiene su sede en Calais y allí, como fruto de un proyecto puesto en marcha con el respaldo de Yamaha Europa, es donde se ha dado vida a esta preciosidad de moto, con la que Adrien Van Beveren, Xavier de Soultrait, Franco Caimi y Rodney Faggotter pelearán en su visita a Perú, Bolivia, y Argentina.

«El pasado año nos detalla Jordi Arcarons, director deportivo de la escuadra- Helder Rodrigues colaboró de forma decisiva en las tareas de desarrollo de la moto, pero ahora ha sido Van Beveren quien más pruebas ha realizado con vistas a la próxima edición del Dakar».

Se parte, como hemos dicho, de esa singular enduro que tiene en su catálogo la marca –chasis de aluminio, cilindro invertido- y a ella se acoplan depósitos de plástico con una capacidad total de 33 litros, un escape Akrapovic de salida muy baja, componentes GYTR, y, algo obligado en una moto que pretende jugar la baza de la ligereza, un muestrario de piezas en carbono y titanio: «incluso el soporte del “road-book”, la araña… todo eso se ha aligeradoapunta Jordi- y hemos conseguido bajar muchos kilos, dejando la cifra final de peso en 142kgvacía-».

Pero hay más: el especialísimo basculante es dos centímetros más largo que el de enduro -superior estabilidad a alta velocidad- y en su interior da cabida al agua con la que los participantes han de cargar por reglamento: «nos hemos dado cuenta, además, de que con esta solución ganamos agarre en el tren trasero, de modo que podemos darla por válida».

La prioridad, por otra parte, a la hora de mejorar el motor ha sido la de garantizar una «larga vida» a sus principales componentes internos: «montamos un pistón de un material más duro, el mismo que llevan las KTM, para que pueda aguantar todo un Dakar sin problema, pero, por lo demás, el propulsor es muy de serie y realmente lo que hemos ganado en cuanto a rendimiento ha sido gracias al adecuado “setting” de la centralita Get, sobre todo, en condiciones de altitud elevada. No en vano hemos llevado a cabo repetidas pruebas a 4.000 metros.

Y el trabajo con esa misma centralita nos ha permitido lograr también que la moto consuma lo que tiene que consumir pero sin dispararse: entre 10 y 12 litros a los cien, según condiciones».

Y si los consumos están perfectamente en línea con los de las motos rivales, las prestaciones puras, las cifras de velocidad máxima, tampoco desentonan: «a los pilotos sí que les gusta saber lo que corre su moto y siempre hablan de eso entre ellos. Bueno, podemos decir sin miedo a equivocarnos que la KTM y la Yamaha están a la par, con puntas de 180-182 km/h y la Honda, un pelín por delante».

Aunque cuando Helder Rodrigues pasó por el equipo quiso probar material Nissin en los frenos, ahora el Team Yamaha ha apretado a Brembo para exigir un trato especial y a Moto-Master para hacerse con los discos más populares del momento, en una combinación de medidas de 300/245. Y cambio de rumbo igualmente en el apartado de la suspensión, que nos aclara el propio Arcarons: «estuvimos usando la horquilla WP, pero vimos que en carrera la marca no nos prestaba el servicio adecuado, porque se volcaban al ciento por ciento con KTM y Husqvarna, de modo que empezamos a buscar soluciones alternativas. Al final, es un técnico de Yamaha quien se ha ocupado de trabajar todo el interior de nuestras horquillas, obteniendo mejoras espectaculares, y atrás nos valemos de un elemento Kayaba».

El bloque azul, parece obvio, juega la baza de la manejabilidad y, en el caso particular de Yamaha, el propio director deportivo de la escuadra así nos lo confirma: «yo no he probado demasiado la WR… y tampoco me he subido en otras motos, pero tengo la clara impresión de que la nuestra es la más manejable de todas».

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