El círculo se cierra

Fui el primer director de EnduroPro, el primer producto editorial de nuestra empresa. Como enamorado del Enduro que era, y que soy, no me gustaban las revistas que entonces existían de off road… y decidí hacer una a mi gusto. He revisado en mi ordenador y escribí mi primer editorial en 15 de octubre de 2009… ¡hace ya 11 años!

Tras de mí vinieron otros directores. Primero, Jorge Torrecillas, que dejó un trabajo estable para meterse en una aventura entonces incierta. Y dio un verdadero impulso a la revista, creo sinceramente que su influencia en lo que hoy día es EnduroPro es mayor que la mía, por mucho que fuese el primero. Jorge estuvo muchos años y derrochaba -y lo sigue haciendo- dos virtudes que sigue teniendo: Imaginación y pasión. Y añadiría una más: Concreción. Porque imaginar cosas es relativamente fácil y hacerlas es otra cosa.

Tras él vino Gonzalo de Martorell, que hizo un enorme trabajo: Poner un poco de orden en un equipo muy apasionado, pero algo caótico, para bien en ocasiones, pero no en todas. Gonzalo, profesional de enorme experiencia, fue una buena influencia para la revista, pero tuvo que dejar la dirección por razones personales ajenas a su voluntad. Y después llegó Rodolfo Martínez, piloto de enduro, monitor de enduro que regenta su propia escuela, que ha “conducido” justo hasta el número 130. Mi mayor agradecimiento a los tres porque gracias a ellos estamos donde estamos.

Pero en este número, el 131, el círculo se cierra, y vuelvo a asumir la dirección de la revista: Un verdadero reto, pero sobre todo un privilegio.

¿Y qué queda en este número 131 de ese primer número 1? Pues nada y todo. Nada porque hay mucha gente nueva, tenemos dos nuevas incorporaciones que ya os presentaremos y muchos formatos nuevos. Y todo el espíritu del número 1. Ese primer editorial se titulaba “Diferentes, alternativos… ¡y endureros!” Y en eso no hemos cambiado, os lo prometo.