Cuando salimos a hacer curvas y a probarla en entornos urbanos con cierta gracia es cuando sacan pecho ambas monturas. La KTM con su horquilla invertida, chasis tubular y piza de freno delantera radial hace que a simple vista te rindas ante sus componentes. Es cierto que en Austria nunca dejan nada al azar y si pueden dotar a sus motos de material de primera lo van a hacer. Evidentemente no estamos ante la 690 Duke R, pero dentro de su segmento es un privilegio contar con ese tren delantero. Eso en frenadas fuertes se nota y sobre todo al afrontar secciones de curvas con cierto salero. Es muy cortita de ejes y los cambios de dirección son inmediatos y muy precisos. Además su postura de conducción incita a ir al ataque con su manillar ancho, estriberas altas y bastante retrasadas. El asiento es más alto que en la Yamaha por lo que si eres de poca talla lo notarás.

La MT-03 hereda la parte ciclo de la R3, la deportiva de media cilindrada de Yamaha. Es absolutamente igual excepto por el manillar que hace que llevemos una postura erguida y confortable. La horquilla es convencional y su pinza delantera flotante de dos pistones, pero a la hora de la verdad da la talla tanto como la austriaca. Es una moto muy noble y se maneja con mucha comodidad en cualquier ámbito, incluso buscando sus límites nos encontramos con una máquina difícil de batir. Nos ha gustado mucho esa combinación de comodidad y buenas prestaciones. La frenada es más progresiva que en la KTM y menos certera, pero apretando fuerte la maneta cumple con nota. Lo mismo podemos decir de la horquilla y su amortiguador trasero. Kayaba se encarga de que la MT-03 lea el asfalto de la mejor manera. Además esta moto tiene un plus con su gran autonomía. Sus ridículos consumos y sus 14 litros de depósito hacen que podamos superar los 300 km sin repostar sin ningún problema.

¿Cuál es tu moto?
Es una difícil elección. El precio es prácticamente el mismo (4.990€ la KTM y 4.999€ la Yamaha) y su rendimiento similar, pero te daremos unas claves:
Si buscas prestaciones, una estética más radical, una moto más inmediata en sus reacciones y con un marcado sabor racing, la tuya es la KTM.
Si buscas una moto más amigable pero a su vez con carácter, más dulce en su respuesta de motor y con una imagen imponente pero no radical, la tuya en la Yamaha.