Bimota… ¿Quo vadis?

Bimota nació en 1973, una época en la que los japoneses hacían buenos motores y no tan buenos chasis. Y los europeos hacían buenos chasis y no tan buenos motores. Y alguien pensó: ¿Y si a un buen chasis europeo le ponemos un buen motor japonés? Uno de esos genios fue mi “tocayo” Massimo Tamburini, que ya había trabajado en Cagiva, Ducati y MV Agusta. La “ta” de “Bimota” corresponde a su apellido.

Hicieron cortas series de motos extraordinarias, siempre de asfalto, hasta que en 2019 la compró Kawasaki. Bueno, no era mala noticia, porque las alternativas pasan por el cierre o por ser comprada por una de esas potentes y a menudo desconocidas fábricas de motos chinas o indias.

Y poco después de esta compraventa aparece en el Salón EICMA la Bimota de enduro BX450. Me ilusioné: Toda la innovación propia de Bimota, con un buen motor Kawasaki que conozco bien, pues esencialmente es el que lleva mi moto de motocross… ¡esto promete!

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Pues no… ¡qué gran desilusión! Salvo unos plásticos diferentes, un depósito más grande y algunos anagramas, esta moto no es más que una Kawasaki de motocross adaptada para poder llevar matrícula.



¡Qué oportunidad perdida! Como comprador y usuario de motos de off-road echo en falta algo de imaginación y de innovación en este campo. Lo más revolucionario que ha habido en este terreno son los motores en los que, con el móvil, puedes cambiar el mapa de encendido y, en algunos casos, pantallas de cristal líquido que no se llevan nada bien, en mi opinión, con el off-road.



En el mundo de la bicicleta la llegada de las ruedas de 29 y de la asistencia eléctrica convirtió en viejas al cien por cien de las bicis que teníamos. Sigo esperando que en el off-road alguna marca ofrezca algo tan distinto como para que “no tenga más remedio” que cambiar mis motos de cross y enduro. Y creía que podría haber sido esta Bimota… pero no.

Quizás el camino del futuro sí sea el marcado por la nueva KTM SX125, que gracias a la tecnología (un nuevo tipo de inyección) mantiene viva la llama del dos tiempos y cuya prueba tenéis en esta misma revista.