Maico 490:

Capítulo 1. Maico 490: Sentencia de muerte

Un halo de misticismo rodea a la Maico 490. Cualquiera que sea el ángulo desde el que se observe su historia, confirma que es una moto especial. Incluso sentenció a la propia marca a muerte. O no.

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Autor:
Pipe Hinojosa
Foto:
Archivo
Publicado el 20/11/2020
Maico 490:

Maico 490 de 1981

Maico era una empresa familiar desde que los hermanos Otto y Wilhelm Maisch comenzaron a fabricar motocicletas después de la Segunda Guerra Mundial. Otto tenía más acciones de la compañía debido a las leyes alemanas posteriores a la guerra: Wilhem había pertenecido al Partido Nacional Socialista durante la contienda y eso imposibilitaba que pudiera tener una gran participación. Esa falta de equilibrio en el accionariado se trasladó a la gestión de la compañía años más tarde, hasta el punto de que su producto más famoso casi lleva a la marca a la desaparición.

La historia de la Maico 490 de 1981 es digna de ser explicada en las escuelas de negocios, porque fue considerada por la prensa especializada como la mejor moto de motocross y enduro de todos los tiempos, y eso sin ser la más tecnológica en su momento. Su evolución de 1982 trató de poner la moto a la altura de la competencia en cuanto a tecnología, pero supuso el empujón hacia la muerte de la marca en muy poco tiempo. Ahora la Maico 490 es objeto de culto en todo el mundo.

Maico 490. Los orígenes

El origen de la Maico 490 se debe a que su antecesora, la Maico 450, era obsoleta en comparación con la competencia japonesa de principios de los 80. La Yamaha YZ 465 había sido presentada un año antes; también coincidió con que en 1981 se celebraba el 1er centenario del motor 2T. Maico quería dar la campanada en el mercado, pero su particularidad no reside en la audacidad en su planteamiento, sino precisamente en lo contrario.

Los ingenieros de Maico acudieron a la receta básica de aumento de potencia: aumento de cilindrada, rebaja de altura y alargamiento de batalla para mejorar la estabilidad de la Maico 450, demasiado alta para los estándares de entonces. El resultado alcanzó 53 CV de potencia a 7000 rpm. Contaba con un carburador Bing de 40 mm, embrague multidisco en baño de aceite y refrigeración por aire, al contrario que las japonesas, que empezaban a implementar la refrigeración por agua.

Maico 490:

La mejor moto del momento

Así, remando a contracorriente del mercado, es como consiguió la vitola de la mejor moto del momento. Su cualidad principal era que era relativamente fácil de pilotar (en comparación con sus coetáneas) debido a su motor muy potente pero dosificable, sin altibajos ni entradas bruscas de potencia, que permitía abrir gas con la confianza que sus rivales no podían ofrecer.

Tenía puntos flojos, por supuesto. Las suspensiones eran duras y con recorrido insuficiente, producto de la reducción de altura. De ello derivaron otros problemas. El carburador tendía a salirse del conducto de admisión, y las cortas suspensiones acrecentaban que ello ocurriera con el traqueteo. El freno delantero de tambor con leva simple y los dos amortiguadores traseros tampoco sintonizaban bien con el conjunto.

El comienzo del fin

La cosa se torció para 1982. Siguiendo el dictado del mercado, sustituyeron el doble amortiguador trasero por un amortiguador único Corte Cossa, barato y de mala calidad. Ya fuera el amortiguador o los anclajes, partían con facilidad. La inmensa mayoría de los clientes fieles cambiaban la unidad de origen por un Ohlins en garantía, lo que empezó a mermar las ya deterioradas finanzas de un fabricante pequeño. Además, la moto era más pesada y su manejabilidad ya no era la misma.

En 1983 se produjeron cambios en el motor y caja de cambios que aumentaron los problemas. Si alguien no se había enterado del fiasco de 1982 y todavía pensaba que la Maico 490 era la mejor moto, las cajas de cambios comenzaron a reventar. Las mejoras no estaban siendo tales, más bien al contrario. El director técnico de la fábrica era Wilhem Maisch Jr., hijo del accionista minoritario. Más tarde se supo que en la búsqueda por abaratar costes, Wilhem Jr. ordenó que el tratamiento de calor de los piñones del cambio se aplicase sólo una vez, cuando los estándares de calidad aconsejaban dos. Los bujes traseros tampoco podían con la potencia y se desgarraban. Un piloto, de nombre David Dion Scott, quedó parapléjico a resultas del estallido del buje trasero de su Maico. El daño en su columna era tan irreparable como el destino de Maico. La bancarrota llegó antes que 1984.

Intentando renacer

En 1984, Wilhem Maisch Jr, junto con sus hermanos Peter y Hans tomaron el control de los restos de la compañía, y la trataron de fundar de nuevo en EE.UU. No podían usar el nombre comercial Maico, así que comenzaron a producir motocicletas bajo la marca MStar. Fracasaron en el intento y vendieron la compañía a Lorenz Merkle, que a su vez vendió a un grupo holandés. Su mayor accionista también fue a la bancarrota y vendió la compañía a un grupo llamado Brouwer. En 2001, Axel Kostler compra la compañía y la lleva de vuelta a Alemania.

Tras todas estas idas y venidas de la propiedad de la compañía, lo curioso es que no ha habido un solo año en que no haya salido una Maico de la cadena de producción. Y lo sorprendente es que, aunque son refrigeradas por agua y llevan suspensiones modernas, el motor sigue basado en el Maico 490 de 1983. El año de la catástrofe.

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