ma

Editorial

Aquellas terribles motos españolas

Máximo Sant
15/10/2021
Hoy nuestro director, Máximo Sant, nos cuenta por qué no le apasionan las motos españolas de off road de los años 60 y 70.
Facebook
Twitter
Whatsapp

¡Me va a caer la del pulpo! Pero me da igual. Las motos españolas de off road de los '60, '70 y primeros '80 me parecen terribles, sobre todo por su falta de fiabilidad, pero no sólo por eso. Bueno, a lo mejor terribles no es el adjetivo más acertado…

Pero antes de seguir, voy a decir una frase que mi hija repite cuando la charla se vuelve incómoda: “¿Cómo ha llegado la conversación a este punto?”. Os lo cuento paso a paso. Primero: Este número va de novedades, de motos nuevas, que unas nos gustarán más y otras nos gustarán menos, pero que TODAS van fantásticamente bien

Segundo: Iba a titular este editorial “Mentiras piadosas” ¿Por qué? Porque siempre he dicho que comencé ya mayorcito en el off road, con más de treinta años… y no es verdad… o no toda la verdad. Antes, mucho antes, tuve una moto de Enduro de marca española, apenas con 20 años.

Tercero: Es una mentira piadosa, porque yo era un enamorado del Enduro y del Motocross, pero aquella primera moto que tuve, en apenas un par de meses, me hizo abandonar el off road… ¡Durante más de 10 años! El motivo no eran unas suspensiones que no iban bien o unos frenos que no frenaban o un motor con demasiado carácter para mi gusto o un chasis de alambre… no. No era eso. ¡Es que me dejaba tirado por chorradas 2 de cada 3 salidas!

No voy a decir la marca de esa moto, pero sí que 10 años después un compañero muy aficionado me convenció de que probase de nuevo con una moto de segunda mano. Y busqué. Y encontré. Encontré una preciosa Montesa 360 H7. Y mi amigo, que sabía mucho de motos, me dio un buenísimo consejo: ¡Ni se te ocurra! Y me buscó una Husqvarna 250 2 tiempos de refrigeración líquida, frenos de disco, horquilla “de verdad” y suspensión trasera monoamortiguador y progresiva.

El primer día que la probé me entusiasmó. Pero lo que más me entusiasmó  fue… ¡que no se rompió nunca! Jamás me dejó tirado… Tenía una fiabilidad a prueba de bomba… como las Gas Gas que tuve después (sé que algunas dieron problemas), la larguísima serie de KTM que vino a continuación y las últimas Husaberg.

Las motos modernas son una maravilla, con motores potentes y progresivos, suspensiones de lujo, frenos potentes y dosificables… y preciosas. No sé si conociste aquellas terribles motos para “hombres curtidos” y con conocimientos mecánicos. Si las conociste y sigues montando en moto, seguro que estás encantado… y si no las conociste, no eres del todo consciente de lo afortunado que eres de llevar una moto off road moderna…

P.D.: Ya sé que en competición tuvieron éxito y que ahora está de moda correr con clásicas… pero te invito a un ejercicio: Compara las motos españolas clásicas de los que ganan ahora con las originales… ¡si hasta cambian el interior de la horquilla por sistemas modernos! Nada que ver. La competición es una cosa y el día a día, otra.

Máximo Sant
Máximo Sant

Soy un motero atípico. De pequeño me preguntaban si quería más a mi madre o a mi padre y ahora si me gustan más los coches o las motos. No lo sé, pero me gustan mucho. De hecho llevo casi ¡40 años! en esto del periodismo del motor… y no me aburro.

Relacionados