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No te fies de mí...

Una imagen miente más que mil palabras

Diego Lacave
07/09/2018
Esta foto ya ha dado la vuelta al mundo varias veces, y el aquelarre contra Rossi está en marcha. Pero no compren este nuevo juguete tan rápido: lean la letra pequeña

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero como viejo fotógrafo de la época en la que viajabas con apenas una docena de carretes a un GP, os aseguro que, por encima de cualquier otra consideración, una imagen engaña mucho más que mil palabras. La foto es demoledora, desde luego. Y el error de Valentino Rossi, muy gordo. Ha sido una cagada, que nadie me interprete mal; no pienso defender su actitud. No puedes caer así en una trampa como esa. Pero ahí está la clave, y conviene analizarla: se la han querido jugar a Valentino en su casa. Y han ganado.

La rueda de prensa de pilotos llevaba ya más tiempo de lo normal. Se hablaba del fiasco de Silverstone y de las supuestas paces que Marc Márquez dijo, a una tele italiana, que quería hacer con Valentino Rossi. El de Tavullia se olía la tostada y ya había contado que en lo profesional no había ningún problema pero en lo personal era un tema de ellos dos que no debería interesar a nadie. No iba desencaminado: la encerrona en su “casa” estaba lista. Le preguntaron a Rossi si le daría la mano a Marc; que aprovechó que le preguntaban también a él, para empezar respondiendo primero y tendiendo un brazo que se quedó congelado en el vacío.
Y entonces sí, se equivocó, Valentino. Porque, ¡Claro que era postureo, pero qué no lo es, en MotoGP! ¡Claro que era circo de Márquez; pero es que Rossi ha sido un maestro, toda su vida, de este circo!

Puedo entender lo que le pasa por su cabeza de “pureta” a estas alturas de la vida: que se niegue a escenificar algo que todos saben que no es verdad. Pero se equivoca, alimentando a una jauría cortesana de Marc Márquez (a la sazón, la inmensa mayoría de la prensa española acreditada en los circuitos) que ya ha puesto en marcha la máquina de picar carne, cuando estamos hablando, una vez más, de una anécdota de “SálvameGP” de fuera de pista.
También ellos, los que sueñan con acabar con Valentino Rossi, se equivocan. La trinchera rossista es inexpugnable; y la reacción de su piloto es celebrada por sus seguidores, que siguen siendo legión, no solamente en Italia, sino en todo el mundo.

Pero la cuestión va más allá: como bien ha apuntado Jorge Lorenzo, todo esto revela una verdad que Marc Márquez no puede esconder a pesar de lo mucho que lo intenta con sus declaraciones: a él le afecta todo esto más de lo que debería. Se refugia en sus éxitos y en su entorno, pero en el fondo de su alma le duelen los abucheos del público y los desprecios de su íntimo enemigo.

Diego Lacave
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Siempre digo que no soy más que un bulto sospechoso, que no te fíes de nadie y que empieces por no fiarte de mí. Llevo tres décadas en el periodismo del motor y esos argumentos son los que más credibilidad me han reportado jamás. Escribo donde no me tocan una coma y hablo en una radio que no me pone un bozal. No sé definir el periodismo pero reconozco enseguida a la prensa cortesana. Yo cuento historias y hago análisis, no relaciones públicas.

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