Estudio sobre drogas y su influencia en la conducción

Hace 31 años que en España se están haciendo controles de alcoholemia entre los conductores con sus correspondientes sanciones, en su caso. Sin embargo, sólo llevamos poco más de seis años en los que las fuerzas de seguridad del Estado están realizando controles de drogas entre los conductores, sustancias que afectan negativamente también en la percepción y comportamiento del conductor y por lo que debe ser sancionado.

Hoy se ha presentado un estudio impulsado por FUNDACIÓN MAPFRE y Fundación de Ayuda contra la Drogadicción en el que se ha abordado el problema de las drogas en la conducción y su percepción por los jóvenes (dado que las casi mil encuestas se han realizado entre personas de entre 16 y 30 años).

El profesor Eusebio Megías, director técnico de FAD, ha explicado de forma minuciosa diversos datos extraídos del estudio. La verdad es que, aunque la mayoría de los encuestados reconocen buenas prácticas y asumen criterios seguros de conducción, hay ciertos porcentajes que han llamado poderosamente la atención (aparte de los que hayan respondido según lo 'políticamente correcto'). Un ejemplo es que cerca de un 36% reconoce haber conducido alguna vez bajo los efectos del alcohol en los últimos seis meses y alrededor de un 10% en el caso del cannabis, cocaína y otro tipo de drogas.

También es interesante resaltar el comportamiento de los pasajeros ya que, seis de cada diez declara haberse subido en los últimos seis meses a un vehículo cuyo conductor ha consumido alcohol, y más del 30% con un conductor que ha consumido previamente porros, cocaína o pastillas, entre otras sustancias. Esto refleja el grado de aceptación por parte del pasajero a exponerse a estos riesgos, tanto que para una cuarta parte es algo "habitual" y su percepción de la peligrosidad "depende de la cantidad" o "apenas aumenta".

Jesús Monclús, Director de Seguridad Vial de FUNDACIÓN MAPFRE, ha destacado los datos mencionados y ha incidido en que hay que instaurar un rechazo social respecto al consumo de drogas y su mezcla con la conducción, una labor encomendada a todo el conjunto de la sociedad.

En el acto también ha estado la directora general de Tráfico, María Seguí, que ha aportado datos relevantes como la suposición de que si redujéramos el consumo de drogas a cero, 900 personas habrían salvado la vida en un año (de los 1600 fallecidos tomados como referencia en años anteriores). Además, a pesar de que este estudio se centra en los jóvenes hasta 30 años, la regidora de la DGT ha advertido de que el consumo de drogas está en todas partes y afecta directamente en la siniestralidad. Un ejemplo es que si la edad media de los fallecidos en accidentes de tráfico es 47 años, la víctima bajo sustancias de drogas tiene de media una edad similar.

Seguí ha recordado que en 2015 se han realizado 90.000 controles de drogas por parte de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil con nada menos que 25.000 resultados positivos. En este 2016 se va a aumentar la inversión para alcanzar los 120.000 controles de drogas, además de los que puedan hacer otros cuerpos de seguridad (policías autonómicas y locales).

La última intervención ha sido la del Fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, cuyo discurso, lleno de optimismo tras el comienzo de una nueva legislatura, se ha basado en hacer un gran esfuerzo en la Educación Vial en todos los ámbitos (colegios, medios, campañas...). De esta manera, la sociedad puede entender no sólo los riesgos de una conducción bajo los efectos de las drogas sino también el por qué de los controles y las sanciones como medida educativa y correctiva.

Para consultar el estudio completo de FUNDACIÓN MAPFRE y FAD, puedes hacerlo AQUÍ.