Liam Everts: "Mi apellido acarrea presión, pero es especial"

El apellido Everts tiene un cierto estatus en los círculos del motocross. Harry Everts fue cuatro veces campeón del mundo, mientras que su hijo Stefan consiguió el título mundial en 10 ocasiones en cuatro categorías diferentes. Ahora, la tercera generación de la familia belga, Liam, de dieciséis años, ha empezado a intentar dejar su propia huella en la disciplina y continuar un impresionante asunto familiar en el deporte.

Esto es lo que el padre y el hijo tienen que decir sobre seguir sus pasos y perseguir los títulos mundiales.

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Llevar el apellido Everts es algo especial. ¿Cómo maneja la presión?

Liam: Claro, mi apellido conlleva presión. Pero una vez que empiezo a correr, desaparezco en mi burbuja y sólo me centro en mí mismo, en mi moto y en el circuito. Pero sigue siendo algo especial.

Stefan: Tengo sentimientos encontrados al respecto. Por un lado, estoy orgulloso de que Liam siga no sólo mis pasos, sino también los de su abuelo, manteniendo vivo el nombre de Everts en el motocross; pero, por otro lado, también soy muy consciente de los riesgos que conlleva nuestro deporte. Me preocupa, créeme, y no quiero que se haga daño de gravedad.

¿Es tu padre un tutor estricto?

Liam: Papá es alguien a quien admiro enormemente, pero sigue siendo mi padre. Es estricto cuando tiene que serlo. Me pone en mi lugar de vez en cuando, cuando hago algo mal. Entonces me toca a mí sacar lecciones de esas cosas negativas y tratar de evitarlas la próxima vez.

Stefan: Yo soy el mentor de Liam en todo lo que hace y trato de evitar los riesgos en la medida de lo posible. Desde su primer día en la moto, siempre he dado prioridad a la seguridad. Siempre le doy mi opinión sincera, trabajamos juntos en sus puntos débiles y evitamos ir demasiado rápido. No quiero ponerle ninguna presión extra porque ya está ahí. Sé cómo se siente. Mi padre también era un nombre conocido. Y él y yo también abordamos todo el asunto de una manera muy firme. Como resultado, pude rendir al máximo nivel durante mucho tiempo.

¿Está Liam destinado a superar tus 10 títulos mundiales, Stefan?

Stefan: Sería maravilloso que llegara a ser campeón del mundo. Tres generaciones... ¡eso no tiene precedentes! Realmente lo espero. Pero igualar la cifra de su abuelo también sería un logro increíble.

¿Cuáles son tus objetivos para 2021?

Liam: El objetivo es construir, lo que no será fácil, ya que muchos pilotos vuelven de MX2 a EMX250. Va a ser muy difícil. Pero estoy seguro de que la paciencia y el trabajo duro nos pondrán en el mapa. Todo está ahí. Es sólo cuestión de tiempo que empecemos a montar el puzzle y que cada pequeña pieza encaje.

Stefan: Hay mucho trabajo por delante, obviamente. Liam tiene que adquirir aún mucha experiencia y aprender a rendir mejor bajo la presión que supone su nombre. Pero la pasión está ahí, junto con el trabajo duro y la disciplina. También tiene el sentimiento, el talento y la perspicacia incrustados en su ADN.

Este año, corres en una categoría superior, la EMX250. ¿Te sientes a la altura?

Liam: Sí. Una categoría superior esta temporada. La motivación está ahí, sólo que tenemos que entrenar más duro que nunca, ¡y sacar todo el partido a las competiciones!

Stefan: Es importante no ir con demasiadas expectativas, porque sólo conseguirás decepcionarte. Si somos realistas, deberíamos aspirar a estar entre los cinco primeros. Y, quién sabe, de vez en cuando puede ocurrir algo inesperado. ¡Va a ser un viaje increíble!

Estás entrenando duro. ¿Tu brazo está completamente curado?

Liam: Estoy dedicando muchas horas en Bélgica y Holanda para sentirme lo más cómodo posible sobre la moto, para aumentar mi velocidad y llegar a la línea de salida totalmente preparado cuando arranque la temporada. Mi brazo está completamente curado. Ya no me molesta. La pequeña placa de metal todavía está dentro, pero hemos decidido quitármela cuando termine la temporada.

Stefan: Estamos avanzando en todos los frentes. Liam se está convirtiendo poco a poco en un joven y durante el último año ha dado pasos de gigante, tanto mental como físicamente. ¿Nuestro plan? Ser pacientes y dejar que todo llegue a su debido tiempo. Lo último que quiero es que sufra una lesión grave en la fase de desarrollo de su carrera. Su última caída no fue culpa suya, sino un problema técnico de la moto. Como piloto, es muy importante darse cuenta de ello. Porque también ha dedicado muchas horas de entrenamiento y kilómetros durante estos últimos años.