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La temporada 2025 de MXGP quedará grabada como una de las más intensas de siempre: el regreso triunfal de Romain Febvre, los récords de Tim Gajser y Jeffrey Herlings, y la consagración de Simon Längenfelder marcaron un año inolvidable.
La temporada 2025 del Campeonato del Mundo de MXGP ya forma parte de la historia del motocross. Un año para detenerse, mirar atrás y entender por qué esta campaña será recordada como una de las más intensas, emotivas y trascendentes de la era moderna del campeonato. Fue una temporada donde el tiempo, el talento y la tenacidad se encontraron en el momento justo, dando lugar a un relato deportivo difícil de igualar.
Diez años después de haber conquistado su primer título mundial, Romain Febvre volvió a lo más alto del mundo del MXGP. Su segundo campeonato no fue fruto de la casualidad, sino de una combinación de experiencia, resistencia mental y una capacidad extraordinaria para rendir bajo presión constante. Semana tras semana, Febvre fue empujado al límite por la irrupción de una nueva estrella, el debutante Lucas Coenen, cuya valentía y velocidad anunciaron con fuerza el relevo generacional en la categoría reina. El título del francés se construyó sobre la compostura, la fe en sí mismo y la habilidad para responder cuando el margen de error era inexistente.
Mientras la lucha por el campeonato capturaba la atención, la historia seguía escribiéndose en paralelo. Tim Gajser alcanzó una cifra mítica al lograr su victoria número 50 en Grandes Premios, un hito reservado únicamente para los nombres más grandes del deporte y que consolida su lugar entre las leyendas del motocross mundial. Por su parte, Jeffrey Herlings volvió a desafiar los límites de lo imaginable, ampliando su récord histórico hasta unas impresionantes 112 victorias en Grandes Premios, una marca que redefine constantemente el concepto de excelencia en este deporte.

En la categoría MX2, la temporada 2025 fue el escenario de una recompensa largamente esperada. Tras tres años consecutivos finalizando en tercera posición, Simon Längenfelder firmó la campaña de su vida para conquistar su primer Campeonato del Mundo. No fue un camino sencillo. La presión constante de Kay de Wolf y Andrea Adamo elevó el nivel de la categoría a cotas extraordinarias, dando lugar a una de las luchas por el título más intensas y emocionantes de los últimos años. Carrera tras carrera, los tres pilotos se exigieron mutuamente hasta el límite, con el alemán logrando finalmente imponerse cuando más importaba.
Así se cierra una temporada que no solo entregó campeones y récords, sino que reafirmó la esencia del MXGP: la mezcla perfecta entre experiencia y juventud, entre historia y futuro. El 2025 no fue solo un año más en el calendario, fue un capítulo inolvidable que seguirá inspirando al motocross mundial durante mucho tiempo.
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