Rodibook Off-Road: Jugando a navegar

Recorremos 360km por el corazón de los Pirineos en la Rodibook Offroad 2019 guiados únicamente por un roadbook, sumergiéndonos en una naturaleza abrumadora en una jornada de moto de campo difícil de igualar.

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Redacción EnduroPro
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Fecha19/09/2019
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fecha19/09/2019


Cuando me propusieron participar el primer Rodibook offroad acepte sin dudarlo. Su fama en la ruta de carretera le precede y es que son ya 8 ediciones organizando un recorrido de en torno a 650-750km que los participantes deben recorrer siguiendo las indicaciones entregadas en papel un día antes en forma de roadbook. No valen ayudas electrónicas ni GPS ni nada que no sea la pura orientación y las indicaciones que aparecen en este libro de ruta. Es una actividad no competitiva por lo que hacer trampas no tiene demasiado sentido. Como más se disfruta es siguiendo las indicaciones, intentando orientarte, equivocándote, perdiéndote, encontrándote... es todo un juego de adultos.

Este año contaba también con la Rodibook Rookie -igual que la Pro pero con atajos- y por primera vez se presentaba la ruta Offroad, destinada a motos Trail o Scrambler, para lo que era necesario, además de disponer de este tipo de motos, llevar ruedas de tacos para garantizar que, aunque lloviera (como nos pasó), se pudiera terminar el recorrido de 360km que nos tenían preparado por el corazón de los Pirineos. 

Pirineos en moto

El punto de salida y todo el grueso del evento se situó en la localidad de Viella, donde una gran carpa daba cobijo a los participantes. Allí se realizaban las inscripciones, podías visitar los diferentes stands de las diferentes marcas presentes en el evento y es donde se colocaría la línea de llegada y donde celebraría la cena del sábado -incluida en la inscripción-.

Desde el parking principal tomaban la salida tanto la ruta de carretera como la offroad, y los casi 1000 participantes inscritos entre las dos rutas salían de forma escalonada desde las 6.00 de la mañana del sábado. La organización fue perfecta de principio a fin y toda la jornada transcurrió según lo previsto, sin atascos ni esperas largas a pesar del gran número de participantes.

Cuando llegó nuestro turno de salir a lomos de una moto ideal para este cometido, la KTM 790 Adventure, estábamos expectantes por ver el recorrido que habían preparado y, nada más salir de Viella, no tardamos en ver el entorno brutal en el que nos encontrábamos. Fue una constante durante los 360km del recorrido offroad los abrumadores paisajes y la naturaleza bestial en la que nos movimos -casi el 80% del tiempo lo pasamos fuera del asfalto-. Cada valle, cada puerto, cada montaña nos dejaba boquiabiertos, hasta los tramos de carretera nos impresionaban por el entorno en el que estamos metidos.

En los tramos de campo me sentí continuamente privilegiado de poder estar allí montando. Disfrutar así de un Parque Natural es una experiencia que todos los amantes de la moto de campo, y del campo en general, deberían vivir. La organización realizó un esfuerzo brutal por conseguir todos los permisos necesarios para que pudiéramos disfrutarlo los 150 participantes de la ruta offroad.

A este entorno hay que sumarle además el recorrido que tenían preparado en el que tuvimos de todo. Lo encontramos mucho más difícil y técnico de lo que esperamos cosa que fue una sorpresa muy agradable, ya que pudimos disfrutar de la KTM 790 Adventure en todo su esplendor. Podríamos decir que fue una ruta Hard Trail, por la dificultad de los caminos y la duración, ya que tardamos 12 horas en completar el recorrido, desde las 8 de la mañana que tomamos la salida hasta las 8 de la tarde que llegamos a la carpa. De estas 12 horas más de 10 fueron de moto, ya que las paradas para desayuno y comida -ambos incluidos también con la inscripción- fueron bastante breves.


En el recorrido nos encontramos caminos de todo tipo, muchos rotos, otros con bastante piedra y también muchos perfectos y menos exigentes. De senda apenas fueron unos kilómetros pero entrañaban cierta dificultad, y sobre todo los usuarios de las trail más grandes seguro tuvieron que emplearse a fondo en esos tramos. Todo ello en un entorno espectacular que parecía teletransportarnos a diferentes lugares del mundo al llegar a valles con paredes verticales de cientos de metros llenas de vegetación, o al llegar a las llanuras de la parte alta de la estación de esquí de Baqueira-Beret.

Nos encontramos continuamente con caballos y ganado suelto por los prados, lo que muchas veces le daba todavía un toque más bucólico si cabe. Una tormenta que amenazaba a lo lejos de repente hizo presencia y dejo el terreno con barro pero también perfecto en muchos sitios… Tuvimos de todo en una jornada de moto de campo con todas las letras. En un recorrido Trail poco más se puede mejorar, ya que de hacerlo más endurero no podrían pasar muchas de las motos Trail grandes, y si además lo unes a unos paisajes de película con la naturaleza salvaje del Valle de Arán -a la altura de los grandes entornos naturales del mundo- poco se puede mejorar.


Cuando llegamos de nuevo a Viella lo hacemos cansados y entusiasmados de haber podido rodar por semejantes sitios. Compartimos además parte del recorrido con Laia Sanz, Joan Pedrero y Jaume Betriu, que también participaron en la ruta offroad. Pero aunque estos dakarianos hicieron presencia, para participar no es necesario tener ningún conocimiento previo de navegación, como fue mi caso, ya que la propia organización te explicará cómo usar el roadbook y cómo seguir las indicaciones con facilidad.

La teoría es muy sencilla, aunque siempre hay viñetas un poco más difíciles que otras, y la dificultad radica en pilotar y leer e identificar la información al mismo tiempo. En carretera es más fácil porque no tenemos que prestar tanta atención al suelo y los cruces suelen estás más definidos, pero en campo te puedes llevar un susto si pasas demasiado tiempo mirando el roadbook intentando saber hacia dónde ir.

Yendo a un ritmo lento es muy difícil perderse del todo, ya que en seguida las viñetas dejan de coincidir con lo que ves y basta con volver al último punto que sabías que ibas en la ruta correcta para volver a encontrarte. Y esto en un entorno natural de semejante magnitud es todo un lujo que, si estás leyendo esto, no te deberías perder.

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