Hard Enduro

Historia del Hard Enduro

Para muchos el Enduro Extremo o Hard Enduro es una especialidad nueva, que surge de locos que no tienen aprecio por sus motos y solo buscan sufrir por sufrir. Nada más lejos de la realidad.

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Autor:
Rodolfo Martínez
Foto:
Archivo
Publicado el 07/07/2020
Hard Enduro

El Enduro Extremo o Hard enduro puede que parezca algo nuevo para muchos, una especialidad surgida hace poco que en apenas unos años ha crecido exponencialmente. La última parte es cierta, el Enduro Extremo está en auge, pero no es una especialidad nueva, la primera carrera se remonta 28 años atrás. Pero antes de entrar en los orígenes veamos qué es el Enduro Extremo o Hard Enduro.

El Hard Enduro o Enduro Extremo surge del Enduro tradicional. Una carrera concreta en un momento de la historia abrió la puerta a realizar eventos en los que se premiaba la capacidad para terminar y no tanto la velocidad como hasta entonces. A partir de ese momento, con el nuevo mantra de poner el recorrido más difícil posible a los participantes y ver cuántos son capaces de acabar, fueron surgiendo cada vez más pruebas.

Y es que la filosofía de ser las carreras lo más duras posibles es el único punto común de las pruebas de la especialidad, ya que cada carrera cada una tiene su propio formato en cuanto a recorrido o tiempo de duración. Pueden durar varios días o solamente dos horas, puede incluir navegación o pueden ser varias vueltas a un recorrido, pueden tener desniveles positivos acumulados brutales o puede ser en una zona más bien plana. En definitiva todo tipo de terrenos y condiciones tienen cabida, con el único punto común de la alta dificultad para avanzar entre secciones y para llegar a la meta.

En los últimos tiempos se está empezando a diferenciar entre Hard Enduro y Enduro Extremo, hasta ahora sinónimos, dejando las pruebas de varios días con rallys más largos para el primero y las cortas sin navegación para la segunda denominación. Pero muchas carreras mezclan formatos y la línea divisoria es muy difusa, por lo que en la práctica siguen siendo lo mismo.

¿Por qué gusta el Enduro Extremo?

La tendencia del Hard Enduro o Enduro Extremo es claramente al alza. En los últimos tiempos las carreras crecen en inscritos y espectadores y las marcas parece que se vuelcan más con la especialidad, como es el caso de KTM y Husqvarna, que desde 2017 solo compiten de manera oficial en este tipo de pruebas y no en enduro convencional. Pero esto es más por el acuerdo de las dos marcas con Red Bull y su campeonato propio, el WESS -World Enduro Super Series- del que hablaremos más tarde.

El hecho de que marcas como KTM o Red Bull apuesten por este tipo de carreras ha hecho aumente la repercusión del deporte y ha contribuido al crecimiento de espectadores en los últimos años. Y es que, además de ser muy visual y más fácil de cubrir que un enduro convencional, el despliegue de medios que hace Red Bull en Erzberg Rodeo para poder verlo online en directo es realmente impresionante.

Hard Enduro

Otro de los puntos por lo que los espectadores son atraídos hacia el Hard Enduro es la cercanía con los pilotos. En los puntos más difíciles de los recorridos los espectadores pueden estar a escasos centímetros de los pilotos top durante mucho tiempo, ya que al tener que ir éstos a baja velocidad sorteando los diferentes obstáculos, los espectadores pueden incluso hasta oírles respirar. El caso de Hixpania es el mejor ejemplo, donde en la zona del pantano los espectadores disfrutan de largo tiempo del pilotaje de todos los participantes pudiendo tocarlos practicante.

Y el punto más importante, cómo no, es que el sufrimiento ajeno gusta. Igual que muchos aficionados a diferentes deportes ven pruebas de alto esfuerzo físico como pueden ser pruebas de ciclismo, maratones, triatlones… donde disfrutan del componente de sufrimiento físico, en el Enduro Extremo además pueden deleitarse de la espectacularidad de las subidas y pasos imposibles y del nivel técnico de las destrezas de los pilotos.

Para una aficionado verlo in situ, elegir una buena zona del recorrido y esperar al a llegada de los pros, mientras imaginan como se podría pasar por el escalón, la pared o la trialera de turno es ya un placer, ya que antes de que lleguen los primeros participantes todo parece totalmente imposible. Cuando llegan los primeros y hacen fácil lo imposible es puro disfrute ver ese derroche de técnica de pilotaje, pero cuando llega la marabunta de participantes y empiezan las caídas y el lanzamiento de motos, el público disfruta más si cabe con la carnaza de espectáculo. Esto es así.

Podríamos compararlo cuando en el antiguo imperio romano luchaban gladiadores con leones y todo tipo de animales exóticos. Al público le gusta la “sangre”.

Y con semejante panorama muchos se preguntan, “al público vale que le guste pero, ¿cómo es posible que guste a los pilotos correr estas carreras, si eso no es ni enduro ni es montar en moto ni nada?”.

La respuesta es que el Enduro Extremo no es tan malo como lo pintan. Está claro que enfrentarte a una sección 4 o 5 niveles por encima del tuyo y lanzar la moto para llegar arriba desfondado y medio muerto no es montar en moto, pero es que eso tampoco es hacer Hard Enduro.

Hacer Enduro Extremo, ya sea en competición o con amigos, es una experiencia sumamente satisfactoria, porque cada trialera extrema que se supera es una victoria. La satisfacción de hacer un paso concreto aporta una dosis de alegría y emoción que hace que te enganches con suma facilidad. Enfrentarte a trialeras y pasos técnicos que te lleven mucho esfuerzo pero sin correr riesgos de ningún tipo, ni tuyos ni de la moto, y ver como evolucionas y como se va haciendo todo fácil es una experiencia muy agradable. A nada que te guste el componente de esfuerzo físico (como a los que nos gusta correr o hacer bicicleta fuerte o a todo el que le guste entrenar con todas las letras) el Enduro Extremo lo tiene todo en los que parte física se refiere.

Si “disfrutas” la sensación de “sufrir” es un deporte que te lo da todo en ese sentido. Y a nivel técnico ocurre lo mismo, superar obstáculos que antes eran imposibles fácilmente es una sensación de satisfacción brutal. En una carrera de Enduro Extremo hay tantas metas y tantas sensaciones de victoria como zonas de paso; hacer 7 de 15 check points es toda una victoria dependiendo de qué carrera sea.

También añadir que el Enduro Extremo hecho con cabeza, es decir, zonas técnicas acordes a nuestro nivel y con un buen estado de forma, la moto no se rompe tanto ni nosotros lo pasamos tan mal. Lanzarse (nunca mejor dicho) a un paso imposible sin técnica ni físico, es un “suicido”, entrecomillado depende de lo que hagamos claro, porque igual que nunca nos tiraríamos una meseta en 4ª a fondo con un nivel bajo de motocross, no deberíamos hacer una trialera de mucho gas o pegada aun barranco o muy por encima de nuestro nivel. Y no digamos apuntarnos a una carrera de Hard Enduro en una categoría de las difíciles (porque casi todas las carreras tienen categorías fáciles aptas para todos los niveles).

Lo que sí está claro es que al que le gusta hacer Enduro en plan distracción, simplemente para rodar por el campo y hacer kilómetros, y no le gusta el componente de esfuerzo físico, es imposible que disfrute jamás haciendo Enduro Extremo, y nunca entenderá estar toda una mañana para recorrer solo 2km. E igualmente le pasará si su nivel técnico es bajo y tiene que lanzar la moto continuamente. Pero un aficionado a la moto de campo, con un nivel técnico medio-alto y en buena forma física, encontrará muchos alicientes en el Hard Enduro si empieza de manera progresiva; es sumamente adictivo cuando se hace bien.

Últimamente sí es cierto que muchas carreras han elevado el nivel hasta acercarse a lo absurdo, y hasta los pro tienen que lanzar las motos a lo bestia. Y no estamos hablando dejarla correr un metro solo al final de la subida no, lanzamiento de los de dar miedo, como en Getzen Rodeo 2019 donde todos los pro lanzaron sus motos y sus propios cuerpos contra las piedras. Igualmente en otras carreras han de ser ayudados en diferentes secciones que si no serían imposibles de superar, favoreciendo normalmente a los pilotos que cuentan con más apoyos. Y es en esa parte en la que sí que estoy de acuerdo con la corriente que dice que el Enduro Extremo es demasiado. El límite debería de estar justo antes de esos puntos, aunque esto sin duda alimenta a los espectadores, al igual que las prólogos, cada vez con obstáculos artificiales más difíciles.

En las competiciones se juntan los pilotos profesionales con amateurs en diferentes categorías, con recorridos de niveles de distinta dificultad, por lo que todo el mundo puede disfrutar de dentro de su límite en el punto justo. Los aficionados no tiene que hacer las prólogos por ejemplo, y en carrera los pasos de los pro los ven de lejos. Si bien, es cierto que la tendencia de uno mismo es apuntarse en una categoría por encima de tu nivel, y jugar en la zona de lanzar la moto más de la cuenta... y es algo que deberíamos evitar ya que el Enduro Extremo hecho con cabeza es de un disfrute máximo. Y si es con amigos en plan relax, haciendo cosas técnicas pero sin pasarse, viendo como suben unos y otros, comentando la jugada, ver como se sufre… es una sensación de superación y disfrute realmente adictiva.

A nivel personal no hago siempre Enduro Extremo, ya que las sensaciones que transmite nada tiene que ver con hacer cronos o motocross, y son cosas con las que disfruto igual o más dependiendo el momento. Lo ideal es combinar las especialidades sacando lo mejor de cada una.

El origen del Hard Enduro

Todo comenzó en 1993 con la Gilles Lalay Classic, un recorrido de 200km entre las localidades francesas de Limoges y Peyrat-le-Château creado para homenajear al piloto Gilles Lalay, fallecido en el Rallly Dakar de 1992 al ser atropellado por un vehículo de asistencia. El piloto francés fue diez veces Campeón de Francia de enduro entre 1979 y 1990, subcampeón de Europa en 1983 y 1984, Campeón del Mundo en 1985 y 1988 y ganador del Dakar en 1989.

Esta carrera es considerada la primera prueba de Enduro Extremo como tal. David Night hasta 2012 continuaba diciendo que era la prueba más dura que se había hecho jamás. En esa primera ocasión los pilotos tuvieron que empujar sus motos por la noche sobre la nieve por triales y pasos impensables hasta entonces. La prueba se disputó durante 8 años hasta 2001, último año de su celebración, y no ha sido hasta este febrero de 2020 cuando se recuperó el escenario de la mítica carrera en la Extreme Peyratoise, una prueba que retoma la filosofía de la Gilles Lalay Classic y se desarrolla igualmente en los alrededores de la localidad francesa de Peyrat-le-Chateau. Mario Román consiguió la segunda plaza, justo por detrás de su compañero de equipo en Sherco, el sudafricano Wade Young.

Esta carrera comenzó una nueva corriente de poner las cosas lo más difíciles posibles a los pilotos de enduro y ver si eran capaces de terminar. El enduro tradicional es una especialidad muy exigente tanto física como técnicamente ya de por sí, y este giro de tuerca abría un nuevo mundo de posibilidades.

En 1995, dos años después de la primera Gilles Lalay, aparecería el Erzberg Rodeo, que en su primera edición en la impresionante mina a cielo abierto acaparó las miradas de muchos y abrió la puerta a las demás carreras que le siguieron.

En 2004 se produjo una eclosión en la pruebas de alto nivel de Enduro Extremo y llegarían las primera ediciones de Romaniacs, The Tough One, Hells Gate (creada por Fabio Fasola) y Extreme Lagares. Todas estas carreras tuvieron su primera edición en el mismo año. Dos años más tarde, en 2006 tendría su primera edición Getzen Rodeo.

La carrera Roof of Africa se incorporó al Hard Enduro como tal en torno al año 2010, pero su origen está en el año 1967 como un rally convencional de coches y motos. Con el paso de los años fue cambiado de formatos hasta llegar al Enduro Extremo actual.

El Sea to Sky se celebró por primera vez en 2012, tomando como salida las playas de Kemer en Turquia, y desde el nivel del mar los participantes suben hasta los 2365m donde está situada la meta.

A todas estas se les han uniendo más pruebas de alto nivel, como el Megawatt en 2015, Minas Riders en Brasil o el Hixpania Hard Enduro, que han sido las últimas competiciones en incorporarse al top mundial de carreras de Enduro Extremo en los últimos años.

La irrupción del WESS

Durante muchos años se debatió sobre el por qué la FIM -Federación Internacional de Motociclismo- no hacia un Campeonato Mundial de Enduro Extremo, ya que después de tantos años de carreras tenía las pruebas, los pilotos y la afición, y solo tenía que hacerlo oficial.

Pero cuando todo el mundo lo pedía a gritos la federación no movió ficha y entró en juego Red Bull, creando su propio campeonato en 2017 bajo el nombre de World Enduro Super Series -WESS-, agrupando las carreras más interesantes según su parecer, mezclando el enduro extremo con carreras de enduro tradicional y cross country -hay muchas carreras de Enduro Extremo de alto nivel que no están dentro del WESS-, para así encontrar al piloto más completo.

De esta manera la FIM no solo no se quedó con el campeonato, sino que además dos de las marcas más potentes -KTM y Husqvarna- abandonaron el mundial de enduro FIM y solo participan en pruebas del WESS con sus equipos oficiales. En el escenario actual el WESS está comiendo terreno al enduro FIM creciendo en aficionados, carreras y espectadores cada año, mientras el enduro tradicional pierde empuje.

El Enduro Extremo en general y el WESS en concreto está ganando la batalla en lo que a repercusión se refiere, pero la especialidad se sigue viendo como “un grupo de gente loca que le trae sin cuidado sus motos” y, como todo en esta vida, algo de cierto tiene.

El Enduro Extremo actual

Actualmente hay más de 20 competiciones internaciones de Enduro Extremo repartidas por el globo y la popularidad de esta especialidad ha crecido notablemente estos últimos años. Las inscripciones más de 1700 inscripciones para Erzberg se agotan en pocas horas y cada año sigue creciendo en pilotos y espectadores, tanto online como en vivo, llenando la mina de Erzberg de público.

Respecto a los formatos cada carrera pone sus reglas y su manera de ver el Enduro Extremo. En Hells gate es necesaria la ayuda del público para subir diferentes zonas. En Erzberg no se permite que nadie toque las motos de los pilotos excepto el personal colocado por la organización en diferentes puntos. Romanias es un recorrido diferente durante los 5 días de carrera, Getzen Rodeo son 2 horas dando vueltas a un recorrido de 8 minutos…

La filosofía es clara. Poner el recorrido más difícil posible y ver si los pilotos son capaces de superarlo. Es por esto también que los pilotos que ganan alguna de estas pruebas, solo con ganar un evento concreto, se convierten en héroes al instante y seguro se presentarán ofertas de equipos sobre la mesa. Sí algún piloto desconocido ganara Erzberg, al día siguiente estaría e un equipo oficial, como le paso a Taddy Blazusiak en su día.

Es un formato que gusta a los que lo practican y a los espectadores, y además cuenta con el apoyo de grandes marcas y cada vez tiene más alcance y repercusión. Pero los más puristas del enduro tradicional lo ven con otros ojos…

Con 30 años de historia no es un deporte nuevo. Es la evolución del enduro tradicional convertido a una especialidad de casi supervivencia en muchos casos de las categorías pro, igual que los Ironman o los ultra maratones de montaña que surgieron en los años 80 como evoluciones al máximo nivel de los deportes originales.

Sí es cierto que la imagen de motos volando y melés de gente empujando y sufriendo, transmite un mensaje de “locura” al público general y puede que, para alguien que solamente vea eso, haga que no apetezca iniciarse en ese deporte. Pero es como todo en esta vida, si se empieza despacito y con buena letra es algo que, os prometo, que engancha muchísimo.

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