Motos off road con historia: Fantic 305 y Giuglio Mauri

Motos off road con historia: Fantic 305 y Giuglio Mauri

La reciente muerte de Giuglio Mauri, autor del libro “Michaud e Fantic”, me ha hecho recordar a la campeona del mundo 305 con el piloto francés a los mandos.

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Autor:
Juan Solo
Foto:
Archivo y Pupi Alifredi
Publicado el 10/08/2022
Motos off road con historia: Fantic 305 y Giuglio Mauri

La crisis económica que atravesaban las marcas de off road españolas no fue la única consecuencia de que lentamente se fuesen borrando del mapa, también afectó mucho la fuerza con la que la industria italiana tomaba el relevo, sobre todo en trial, donde Beta y Fantic marcaban las pautas de lo que debería ser el trial moderno.

Fantic era una pequeña fábrica de motos que había comenzado su singladura en 1968 con la producción de motos de enduro en Lombardía (Italia). Su mayor éxito fueron las Caballero, una moto habitual en las pruebas de enduro de media Europa a la que se unirá la fabricación de motos de trial a partir de la segunda mitad de los años 70.

Fantic

La fábrica italiana se basó en la experiencia de Montesa, Bultaco y OSSA, que arrasaban en las pruebas internacionales, para mejorar sus productos con motos aún más pequeñas y compactas. También echó mano de pilotos experimentados como fue el caso de Jaume Subirá y Amós Bilbao en España, Giles Burgat en Francia o el también francés Thierry Michaud que fue el que mayores éxitos deportivos trajo a la factoría, con los títulos mundiales de 1985, 1986 y 1988.

Michaud primero tuvo que batir al belga Lejeune con su Honda de cuatro tiempos y luego luchar con un jovencísimo Jordi Tarrés que vino a cambiar definitivamente las reglas de este deporte.

La unión de Michaud con Fantic facilitó una clara evolución de los modelos, también los grandes avances que se estaban produciendo en cuanto al uso de materiales más ligeros, la aparición de suspensiones traseras con sistemas progresivos que hicieron desaparecer la pareja de amortiguadores y la llegada de los frenos de disco.

Mientras Montesa intentaba dar el paso a motos más ligeras con las Cota 200 y 242, Fantic llegaba con modelos que cautivaron a toda una legión de trialeros como la Trial 300, aún con frenos de tambor, la 301 (1986) ya con un disco delantero o la 303 con la que Michaud logró su primer título mundial.

La segunda serie de la 303 introdujo novedades en la suspensión posterior, con un amortiguador con cartucho separado y una posición de conducción muy retrasada, tal y como le gusta pilotar al mundialista francés.

La 305 de 1989 fue la moto que salió a la calle tras el último título de Michaud. Una moto con un motor explosivo, posición de conducción muy retrasada y extremadamente ligera. Su decoración con colores naranjas y fluorescentes era muy llamativa.

Con esta moto Fantic se tuvo que aplicar bien a fondo porque la superioridad que estaba demostrando Tarrés con la Beta TR hizo que le quitase de las manos la corona a Michaud en 1987; Jordi Tarrés era un genio, pero también tenía una moto que le seguía el juego.

Había muchas diferencias entre la 303 segunda edición y la 305. Prácticamente era una moto que partió de cero. El cilindro, ahora con nikasil, tenía un sistema de refrigeración diferente; se conservaba el arranque hacia adelante de las Fantic, algo a lo que había que acostumbrarse. La admisión se hacía ahora a través de una caja de láminas y de un carburador Dell’Orto. El encendido de masa variable permitía al piloto jugar con la entrega de potencia y las inercias, no era tan sofisticado como los mapas de encendido actuales, pero sin duda permitía una mejor configuración del motor.

Las suspensiones Marzocchi montaban un sistema denominado Reverse Control en la horquilla que mejoraba su eficacia en las zonas. Detrás un único elemento de la misma marca contaba con un regulador del hidráulico muy accesible al estar en la parte delantera del chasis.

La Fantic 305 fue la última campeona del mundo de trial de la firma italiana, tras ella llegó una 309 y después las Kroo ya con refrigeración líquida y un curioso radiador ubicado en la parte superior del cilindro, en una posición muy protegida de los golpes.

Adiós a Giuglio Mauri

Queríamos aprovechar esta clásica del off road para despedir a Giuglio Mauri, quien nos enseñó mucho de la historia de Fantic y de Michaud con un libro que editó con todo lujo de detalles. Mauri fue uno de los periodistas especializados en trial y en off road más longevos, todo un maestro para quienes recorríamos con él las zonas de toda Europa.

Mauri, además de su labor de periodista, era el delegado de trial de la Federación Italiana de Motociclismo, presidente del Moto Club Monza y, sobre todo, un apasionado de los deportes de motor. Falleció el pasado 30 de junio en el transcurso de una prueba de motos clásicas en Vallelunga donde sufrió un infarto del que desgraciadamente no pudo salir.

Descansa en paz, Giuglio, nos quedarán siempre tus reportajes, libros y la simpatía que derrochabas entre zona y zona. Ráfagas al cielo.

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