El Hard Enduro no oficial amenaza la preeminencia de las Federaciones

Esta modalidad crece fuertemente año a año en muchos aspectos, va transformándose, madurando y se permite no solo la osadía de dar la espalda a las federaciones sino también plantarles cara. Ya lo hemos visto a gran escala con carreras icónicas como Erzbergrodeo, Romaniacs, XL Lagares, Megawatt, Hixpania o Getzenrodeo, que han acabado haciendo su propio campeonato mundial no oficial sin despeinarse, gracias a su autosuficiencia, peso mediático y apoyo de grandes patrocinadores.

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Pero también aquí, a una escala mucho más local está pasando lo mismo y el 2020 parece que el fenómeno está cogiendo aún más fuerza. El multitudinario Xcountry popular Bassella Race celebró durante la jornada del sábado una espectacular carrera de Hard Enduro. Sorprendió el altísimo nivel de los pilotos participantes con figuras nacionales e internacionales como Walker, Blazusiak, Alfredo Gómez, Salsench, Josep García, Sergi León, Benjamín Herrera entre muchos otros, pero también fueron chocantes los miles de espectadores que se congregaron. Pues bien, Bassella Race es una prueba no oficial.

Después llega a finales de marzo la primera gran cita nacional del año con Macael Hard Enduro que contará con pilotos de alto nivel como Iván Pueyo, Josu Artola, Alex Hidalgo, Nachete Fernández, Alberto Aramburu o David Cyprian. Otra carrera al margen de la federación (si fue Copa de España de Hard Enduro el año pasado) que ha doblado inscritos cerrando la inscripción en 150 pilotos a más de un mes de su celebración y dónde se espera la segunda gran fiesta de enduro extremo del año.

Después llegarán las otras tres grandes como Gordexola, Hixpania y Mesego. Todas ellas fuera del paraguas de la federación.

Por su parte la RFME no cesa en esfuerzos por atraer adeptos. Ha organizado la segunda edición de la Copa de España de Hard Enduro poniendo todas las facilidades a su alcance para lograr completar el calendario. Finalmente serán tres citas: los debutantes Huercal-Overa (Almería) 31 de mayo; la impresionante Elgoibar (Gipuzkoa) 20 de junio y la excepcional Cueva del Oso de Herrera de Ibio (Cantabria) el 11 y 12 de julio. A pesar de esto da la sensación de que esta Copa no acaba de despegar con fuerza.

La FIM por su parte, en boca de su presidente Jorge Viegas, está intentando acercar posturas con WESS y crear una nueva Copa del Mundo de Enduro Extremo (WESS preferiría utilizar el término Hard Enduro, pero eso es otra historia). Hay esfuerzos importantes pero de momento sigue fuera…

¿Porqué está pasando esto? ¿Las carreras no oficiales están atacando la supremacía de las instituciones oficiales?¿Porque cada vez más gente da de lado a su federación? Por mi parte he tratado de encontrar una respuesta a todo esto y así lanzar una opinión mucho más fundada. Por eso que mejor que conversar con Paco Morillo, presidente del Club Moteros del Sur y socio fundador de Anem (Asociación Nacional Española de Motoclubes).

Me contaba que esta asociación es una unión de clubes reciente pero con fuerte crecimiento(más de 20 actualmente entre las que está por ejemplo la Liga Gallega), que aglutina ya a entidades de casi toda España, muchas de ellas desencantadas de lo oficial. Su objetivo gracias a esta unión es la de aprovechar sinergias, afrontar con más garantías las actividades no oficiales que promueven. “Deporte para todos” sentencia con firmeza. Se mueven en un ámbito modesto pero seguro, tratando de ayudar a otros clubes (a veces con muy pocos miembros y sin experiencia) a gestionar sus iniciativas en ocasiones poco respaldadas, asesorar respecto a la tramitación de permisos, seguros, necesidades y cuestiones básicas en la organización de una carrera fuera del paraguas federativo.

Como resultado se suelen obtener eventos competitivos, con garantías (coberturas incluso superiores), con precios lowcost por apuntarse y alta inscripción. Eso si, sin méritos deportivos oficiales.
Paco Morillo asegura tener ya resoluciones del Consejo Superior de deportes decretando que las federaciones no tienen potestad para exigir nada a pruebas no federativas, que requieren eso si de sus correspondientes seguros, ambulancias, permisos medioambientales , del ayuntamiento y de los propietarios de fincas.

Mi opinión es que este tipo de iniciativas está bien que apoyen y fomenten la actividad no oficial. Se están logrando cada vez más carreras y con enorme participación por sus costes sostenidos. Eso sin duda sirve como deporte base, como cantera para aquellos pilotos que simplemente quieren iniciarse o probar, pero que será en el futuro una buena fuente de federados. Pero por otro lado no interesa que sea una competencia feroz para la RFME y federaciones autonómicas, ya que su labor es crucial para el deporte oficial, fomento de la cantera y la meritocracia deportivo; y eso, también hay que preservarlo.