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Cómo funcionan y qué tipos de radares y cámaras usa la DGT

MOTO Club MAPFRE analiza al detalle los sistemas de vigilancia de la DGT.

Cómo funcionan y qué tipos de radares y cámaras usa la DGT
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Redaccion Moto1pro
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fecha17/10/2025


La Dirección General de Tráfico (DGT) desempeña un papel en la regulación del tráfico y la prevención de accidentes en España. Entre sus herramientas se encuentran los radares de control de velocidad, dispositivos que han evolucionado con el tiempo hasta convertirse en elementos clave para controlar la conducción. Lejos de limitarse a un único modelo, la DGT utiliza una amplia variedad de radares y cámaras.

MOTO Club MAPFRE explica cómo funcionan los diferentes tipos de radares, con sus características y funciones específicas según el entorno y las necesidades de vigilancia.

Márgenes de error: ¿a qué velocidad real multan?

Antes de detallar los tipos de radares, es importante conocer los márgenes de error que aplica la DGT, ya que determinan la velocidad a partir de la cual se genera una sanción.

  • Radares fijos y de tramo: Se aplica la "regla del 5". Para vías con límite de hasta 100 km/h, se sanciona a partir de 5 km/h por encima del límite. En vías con límites superiores a 100 km/h, se aplica un 5% sobre la velocidad máxima. Por ejemplo, en un tramo de 120 km/h, el radar sancionará a partir de 126 km/h.
  • Radares móviles, Veloláser y Pegasus: Utilizan la "regla del 7". Para límites de hasta 100 km/h, se sanciona al superar en 7 km/h la velocidad máxima. Por encima de 100 km/h, se aplica un margen del 7%. De este modo, en una vía de 120 km/h, la multa se generaría a partir de los 128,4 km/h.

Radares fijos: vigilancia permanente

Los radares fijos son quizás los más conocidos por los conductores. Se instalan de forma permanente en puntos concretos de la red vial, como curvas peligrosas, tramos con alta siniestralidad, túneles o accesos a núcleos urbanos. Su funcionamiento es automático: detectan el exceso de velocidad mediante sensores ubicados en la calzada o tecnología Doppler, y, si se supera el límite, capturan una imagen del vehículo infractor, que es enviada a los sistemas de la DGT para su posterior sanción. Por norma general, estos radares están debidamente señalizados, lo que cumple también una función preventiva al disuadir a los conductores de circular a velocidades inadecuadas.

Radares móviles, el efecto sorpresa

Estos radares se pueden instalar en vehículos patrulla o montados sobre trípodes en puntos concretos. Esto les permite desplazarse con facilidad y adaptarse a distintas campañas de vigilancia o zonas donde no se dispone de radares fijos. Su capacidad para operar de manera discreta les confiere un efecto disuasorio más inmediato, ya que el conductor no siempre es consciente de su presencia. También pueden funcionar tanto con el vehículo detenido como en movimiento, lo que amplía enormemente su campo de actuación.

Radares de tramo

Uno de los sistemas más recientes es el radar de tramo. A diferencia de los anteriores, este tipo de radar no mide la velocidad en un punto concreto, sino que calcula la velocidad media de un vehículo entre dos puntos distantes. Lo hace mediante cámaras que registran la matrícula del coche al inicio y al final del trayecto, calculando el tiempo empleado y determinando si ha respetado el límite de velocidad establecido. Este método es especialmente útil para evitar frenazos bruscos al aproximarse a un radar, y para garantizar que se mantenga una velocidad determinada durante todo un tramo, especialmente en túneles, zonas en obras o tramos montañosos.

Veloláser, la nueva generación de radares portátiles

En los últimos años, la DGT ha incorporado los llamados "veloláser", una nueva generación de radares de pequeño tamaño, portátiles y difíciles de detectar a simple vista. Estos dispositivos utilizan tecnología láser de alta precisión y pueden colocarse en lugares estratégicos como señales de tráfico, guardarraíles, motocicletas o incluso sobre vehículos estacionados. Además, pueden ser controlados a distancia mediante una tablet, lo que permite a los agentes realizar controles sin necesidad de estar junto al radar.

"Radares" (cámaras) de semáforo

La vigilancia del tráfico no se limita al control de la velocidad. En intersecciones urbanas también se emplean los llamados "radares" de semáforo —conocidos como radares "foto-rojo"—, que están diseñados para detectar vehículos que cruzan un semáforo en rojo. Cuando esto ocurre, el sistema capta una imagen del vehículo y registra el momento exacto de la infracción. En algunos casos, estos radares también controlan la velocidad con la que se aproxima el coche al cruce, ayudando así a prevenir maniobras peligrosas. Son especialmente comunes en ciudades con alta densidad de tráfico o en zonas escolares y residenciales.

Radares Pegasus, vigilancia aérea

Otra herramienta distintiva en el arsenal de la DGT es el sistema Pegasus, un radar instalado en helicópteros que patrullan desde el aire. Estos dispositivos permiten medir la velocidad de los vehículos desde grandes alturas gracias a cámaras de alta resolución y sensores avanzados. Además de controlar la velocidad, los Pegasus son capaces de grabar otras infracciones como adelantamientos indebidos, uso del móvil al volante o falta de cinturón de seguridad. Su alcance y versatilidad los hacen ideales para supervisar grandes desplazamientos, sobre todo en épocas de vacaciones o durante campañas especiales de vigilancia.

Drones

La Dirección General de Tráfico no solo recurre a radares en tierra o aire mediante helicópteros, también utiliza drones para reforzar el control en carretera. Estos dispositivos no cuentan con radar de velocidad, pero sí con cámaras de alta resolución capaces de detectar conductas de riesgo como adelantamientos indebidos, uso del teléfono móvil o no llevar cinturón de seguridad. Desde el 1 de agosto de 2019 todos los conductores que sean captados infringiendo la ley por un dron pueden ser sancionados.

Otros sistemas de vigilancia

Además de los radares, existen otros dispositivos dedicados a controlar infracciones específicas:

  • Cámaras de cinturón y móvil: Instaladas principalmente en pórticos de autovías y autopistas, son cámaras equipadas con inteligencia artificial para detectar de forma automatizada si el conductor o los pasajeros no utilizan el cinturón de seguridad, o si el conductor está manipulando un teléfono móvil.
  • Sistemas de lectura de matrículas (OCR): Estas cámaras leen las matrículas de los vehículos para comprobar en tiempo real si tienen la ITV en vigor y si disponen del seguro obligatorio. Suelen estar integradas junto a otros sistemas de vigilancia en carretera.

La red de radares gestionada por la DGT en España es hoy un sistema que combina tecnología, movilidad y análisis inteligente para intentar reducir los riesgos en la carretera. Uno de los Expertos del Club responde en este vídeo todas las dudas sobre los radares. Los Socios del MOTO Club MAPFRE pueden aprender de forma dinámica sobre el mundo de las dos ruedas a través del servicio de Videocursos.

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