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El artista Marc Bell ha realizado un trabajo excelente al mejorar la estética de un modelo icónico conservando su clásica personalidad.
Las Suzuki GSX-R, que en el mundo sajón son conocidas como Gixxers, conforman una de las sagas más famosas del motociclismo desde que en 1985 apareciera la GSX-R 750. Así que no es extraño que esas cuatro siglas (más un guion) cuenten con una legión de seguidores.
La moto que ves aquí, en principio era una Suzuki GSX-R1100 J de 1988. El artista británico Marc Bell, especializado en trabajar con los mejores metales para diseñadores y arquitectos, ha realizado lo que, en nuestra humilde opinión, es un proyecto que une el pasado y el presente de la filosofía GSX-R. Marc Bell, cuando no está inmerso en proyectos con metales casi preciosos se dedica a crear maravillas de dos ruedas bajo el nombre de Haxch Moto.
"Todo comenzó cuando Ossi, un tipo afincado en Suiza, me dijo que quería una GSX-R de 1988 desde que era niño. Ahora, con 50 años, decidió que había llegado el momento. Había visto ya otra GSX-R que yo había hecho y quería la suya. El objetivo era conservar el estilo clásico, derivado de las carreras, y, al mismo tiempo, hacer una moto que fuese ligera y con un gran rendimiento”, explicó Marc Bell a los compañeros de bikeexif.com.
“La línea de la moto original nunca me ha acabado de gustar. No quiero hablar mal de un diseño clásico pero la parte trasera creo que es bastante mejorable, no es muy de carreras. Así que sustituí el subchasis trasero e hice uno nuevo de aluminio para subir la parte posterior y montar un nuevo colín. Lo diseñé primero en cartón y después en chapa de aluminio utilizando varias técnicas tradicionales”, continuó Marc Bell.
Ya sabes, lo feo o bonito, es algo subjetivo pero nos atrevemos a decir que otro de los aciertos de esta preparación es la decoración. Al respecto explicó el artesano: “quería construir algo diferente, hacer un homenaje al modelo clásico pero, al mismo tiempo, crear algo distinto. Lo que más me gusta del diseño son las dos franjas del depósito de gasolina y el dorsal, que no solo es un número especial para el dueño, sino que evoca el mundo de las carreras”, concluyó Marc Bell.
Tras estudiar periodismo e inglés, en los 80 me publicaron una entrevista con Kenny Roberts y desde entonces estoy en este mundo. Dispuesto a aprender hasta la caída de la bandera ajedrezada.
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