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Cada vez es más raro ver a motoristas sin casco, hoy en día ya es algo casi impensable. Las campañas de concienciación del pasado y la mentalización progresiva que han experimentado los conductores han hecho que los motoristas tengan en cuenta cada vez más este elemento como una herramienta fundamental para evitar lesiones graves en caso de accidente. Pero al casco se suman otros elementos de equipamiento que el motorista debería llevar para reforzar su seguridad en la carretera.
Hay que hacer hincapié en la buena utilización de estos elementos de seguridad para que su cometido sea eficaz. De entre los elementos de seguridad motera más utilizados, el más importante es el casco. Pese a su uso ya generalizado, es conveniente recordar que el casco debe reunir unas características específicas para que realice debidamente su misión. Ni que decir tiene que el casco debe cumplir los requisitos de homologación, que certifican que el casco cumple todas las exigencias de las Administraciones de control.
A la hora de elegir el casco, existen varias opciones, desde los cascos integrales, recomendables cuando se realizan desplazamientos largos, evitando así los golpes de viento en cara y ojos, hasta los cascos abiertos (jet), pasando por los cascos modulares. Como hemos dicho, el casco es clave en caso de accidente. La incidencia de las lesiones mortales en la cabeza se reduce un 50%, siendo éstas las que provocan la muerte o la invalidez en los motoristas.
Pero no basta con tener casco. A la hora de comprarlo, debemos tener en cuenta que el casco sea de la talla adecuada. No debe quedar holgado. Tiene que ajustarse a la cabeza ejerciendo cierta presión (tampoco hay que pasarse). Además, a la hora de utilizar el casco, debemos llevarlo bien abrochado. Hay que recordar que en el 20% de los accidentes graves, el casco no fue eficaz al salir disparado en el momento del impacto, dejando así la cabeza descubierta.
El código presentado es igual de severo con la utilización de otras prendas no tan comunes como el casco. Especialmente, resalta la importancia del pantalón y la chaqueta de manga larga. Estos elementos deben estar compuestos de materiales que soporten la abrasión y permitan la movilidad. Para la protección de torso, brazos y piernas es recomendable utilizar chaquetas de cuero y pantalones de piel o Kevlar. Su capacidad de protección es un 23% y un 31% mayor frente a una chaqueta o pantalón de algodón, respectivamente. Si además elegimos unas prendas con colores vivos, mejoraremos nuestra visibilidad para el resto de conductores. La talla de estas prendas debe ser la adecuada, sin que nos impida una correcta movilidad. Últimamente, se está avazando en sistemas de air-bag insertados en las chaquetas o en los cascos, que aseguran mayor protección aún contra las caídas.
Además de llevar bien protegidas esas partes del cuerpo, tenemos que cuidar también las manos y los pies. Cuando se produce una caída, lo primero que se suele echar al suelo, son las manos. Por eso, la importancia de utilizar unos guantes que aguanten la fricción. A la vez, estos guantes no deben mermar la sensibilidad y la movilidad. Frente al calzado convencional de calle, es también más adecuado utilizar botas especiales de motorista. Los datos dicen que, en caso de accidente, las lesiones se reducen en un 47%.
Además de estas prendas, que son fundamentales para tener una adecuada protección en caso de caída, hay otros complementos que ayudan al motero a disfrutar de su vehículo favorito con garantías de seguridad y comodidad, como son las viseras o las gafas. Su elección tiene que ser la adecuada para tener un amplio ángulo de visión y que se corresponda a las condiciones climatológicas. Uno de los típicos problemas es el vaho que se genera en la visera. Existen viseras antivaho o con doble acristalamiento. También son comunes las gafas, sobre todo en motos de campo, pero éstas dejan al descubierto otras partes de la cara.
También existen protecciones adicionales para torso, espalda, cadera, rodillas y codos y artilugios como los collarines que evitan movimientos bruscos de que repercutan en la columna vertebral.
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