Carrera urbana Benifaió 2017

Benifaió acogió este pasado fin de semana su V edición de carreras urbanas, y primera prueba puntuable para el campeonato de la Comunidad Valenciana. El trofeo Talleres Villajos, nombre que recibe esta edición de carreras urbanas, ha contado con la participación de 3 categorías diferentes, 80cc 2T, 250cc clásicas y supermotard.

Benifaió es un encuentro clásico en lo que a carreras urbanas se refiere. Dispone de un circuito urbano provisional que discurre a través de las calles de San Rafael, Francisco Gonzalez, Quevedo, Músico Escribá y Avenida Germanías donde está situada la salida y línea de meta.

Todo el pueblo de Benifaió se transforma cuando llega la cita, con medios desplegados, asistencias y autoridades civiles. Por descontado queda la amabilidad y hospitalidad de los lugareños, que siempre están dispuestos a echar una mano, ya sea para recolocar una bala de paja, colaborar en ayuda sanitaria o asistencia junto a los comisarios, como ofrecerte su atención para cualquier duda.

El paddock es de acceso bajo entrada, algo polémico entre las opiniones populares, dado que en ediciones anteriores el acceso era gratuito, pero visto la gran afluencia de espectadores, es sin duda el mejor método para regular la expectación y mantener orden y seguridad al mismo tiempo. Una vez accedes al paddock interno, puedes disfrutar de puntos privilegiados de la carrera, sin ninguna valla por medio, ni zonas ciegas. Además los pilotos tienen las carpas abiertas para el contacto con el aficionado, que puede ver como trabajan en sus motos y entablar conversación con ellos ¡de primera mano! y que responderán encantados a todas tus preguntas, y si eres un aficionado al 2T, tendrás diálogo para rato asegurado. Esto es el auténtico ambiente de carreras, y en Benifaió saben vivirlo y transmitirlo.

Como aficionado acérrimo al 2T no podía esperar a la carrera de 80cc GP, a pesar de que mi amigo Kevin me dijo que lo más espectacular eran las carreras de Supermotard. Nada más ver esas GPR 80, NSR 80, y TZR 80 me invadió el sentimiento y pasión competitivo y no pude evitar pensar en recuperar mi vieja TZR 80 RR y prepararla para competir y disfrutar en estas carreras. Quien sabe, puede que algún día… haga alguna locura.

Una vez terminada la carrera de 80cc GP, con algún que otro altercado sin importancia (contamos tres caídas)

En la primera vuelta:

Y cerca del final:

Finalmente fue Javier Amorós Garrido el ganador de esta categoría, y tras ello, comenzaban las Supermotard.

Mi primera reacción al verlas pasar fué soltarme de la valla y echarme hacia atrás, algo acongojado, debo reconocerlo. Sin duda, las supermotard tenían mucha presencia, mucho “cuerpo”, adecentado con el chirriar de los neumáticos y esas derrapadas sin miedo a los límites físicos del circuito, presentes a muy pocos metros. Sin duda, esta gente está hecha de otra pasta, podía visualizar como todo este evento no dejaba de ser un TT en miniatura. Juan Carlos Aparicio Gómez fué el primer clasificado en la carrera de Supermotard, aunque para mí, lo fueron todos, ya que ninguno se dejó espectáculo en el tintero.
 

Más tarde se dió la carrera de 250cc clásicas, donde podías ver desde míticas Ossa, hasta máquinas menos conocidas, las cuales temo decirles que no supe identificar. También es interesante recalcar que en esta categoría había bastante diferencia de rendimiento entre algunas motos… ajustes de carburación más críticos y años de uso, no pasan en valde.
El protagonista de esta categoría fue Vicente Arnau Salvador.

Benifaió, de las últimas supervivientes del gran mundillo de carreras urbanas, increíble y única. Aguanta Benifaió, y ante la duda ¡gas!