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Marc Márquez es el niño prodigio de las motos y hoy la logrado su tercera corona en el Mundial de MotoGP, con sólo cuatro años en la categoría reina. El año pasado tuvo que aprender de sus errores y de un polémico final de temporadas que le doblegó a perder un campeonato que cayó en manos de Jorge Lorenzo. En 2016 las cosas han cambiado y el piloto de Honda, a pesar de no estar al 100 por cien con la mecánica de su Honda ni con el cambio de neumáticos a Michelin, ha conquistado un título indiscutible.
El Mundial de MotoGP de Marc Márquez, además, ha tenido un doble significado al hacerlo en Motegi. Se trata de una pista que por un lado no se le da demasiado bien al piloto de Cervera, y lo ha hecho con victoria por delante de Andrea Dovizioso y de Maverick Viñales y ante la debacle de las dos Yamaha de Jorge Lorenzo y de Valentino Rossi, sus máximos rivales esta temporada. Por otro lado lo ha hecho en Motegi, tres carreras antes que termine el Mundial de MotoGP y en casa de Honda, delante de todos sus jefes… En un fin de semana de sabor agridulce tras la caída y lesión en la clavícula de Dani Pedrosa que le obligó a volverse para España.
La carrera de Marc Márquez es meteórica. Su inicio en el Mundial de 125 fue en 2008 con sólo 15 años, pero tuvo que esperar hasta 2010 para lograr su primer título mundial en esta categoría y a su estilo, tras machacar con 10 victorias en la misma temporada.
En 2011 da el paso a Moto2 en una temporada en la que Stefan Bradl fue su máximo rival. Llegó a lograr siete victorias en la categoría intermedia… Pero este años tuvo que ceder el título a Bradl. El título de Moto2 llegó en 2012, poniendo ya la directa hacia el Mundial de MotoGP ya desde los test de Valencia, tras lograr una victoria en el circuito de Cheste en su última carrera de Moto2 en la que realizó una tremenda remontada.
Nadie confiaba que el genial piloto de Cervera comenzase tan fuerte en MotoGP. Su estilo, inspirado casi en las carreras para los videojuegos de la Play, se adaptó perfectamente a las motos más grandes. Se convirtió en el piloto más joven en lograr un título en la Categoría Reina y lo hizo con una tremenda ventaja sobre sus más directos rivales y eclipsando el hasta la fecha piloto estrella en el box de Repsol, Dani Pedrosa. La hazaña la repitió en 2014, con su segunda corona en MotoGP.
Fue en 2015 el año del desencuentro con su ídolo Valentino Rossi. Una temporada extraña que terminó en polémica y en un título que recuperó Jorge Lorenzo. Un año para tomar conclusiones y pensar en no repetir errores, como ha sucedido.
Hoy Marc Márquez tiene mucho que celebrar, pero lo más grande es que está en las condiciones óptimas para seguir con la era Marquez, como lo fue la era Valentino Rossi. Ha salvado una temporada de muchos cambios, ahora parece que técnicamente su Honda tiene ya marcadas las correctas líneas y está en disposición a hacer frente a quien se le ponga por delante en una temporada 2017 en la que Jorge Lorenzo pasará a Ducati y donde, presumiblemente, sus máximos rivales sean los hombres del equipo Yamaha Valentino Rossi y Maverick Viñales… Pero no adelantemos acontecimientos.
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