La publicación digital del motociclismo
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04/10/2019
04/10/2019
Al final todo quedó en un susto, pero la caída de Marc Márquez en la FP1 del Gran Premio de Tailandia es un serio aviso. Porque no fue una de esas caídas “bajo control” que Márquez suele tener con cierta frecuencia, cuando sale a buscar el límite del neumático o de la pista. Fue un pequeño error, un sencillo error: primera vuelta con neumático nuevo, pisando el exterior de la pista, una zona por donde habitualmente no se traza. Fue abrir el gas y gran volada, cayendo violentamente sobre la espalda. Aquí podéis ver el vídeo de la caída.
“Iba lento y tranquilo. Quizás por eso no he podido salvar la caída, porque no he tenido ni reacción”, reconoció Márquez en el encuentro con la prensa tras os entrenamientos. Esta vez, en lugar de caer como un gato, brincando rápidamente para incorporarse, permaneció en el suelo agazapado, en posición defensiva, recuperando el resuello. Y salió de pista con la ayuda de los comisarios. De ahí a la clínica, y de allí salió en camilla camino del hospital de Buriram…
Los más viejos del lugar debieron rememorar la inquietud vivida en Phillip Island en 1999, cuando Alex Crivillé tenía embocado el título de 500 y sufrió una durísima caída a 200 km/h en la que se fracturó un hueso de la muñeca izquierda… Veinte años después, en circunstancias bien diferentes, porque aquella caída de Crivillé ponía en riesgo el ansiado título de 500, el de mayor importancia en toda la historia del motociclismo español hasta ese momento, se volvió a sentir el mismo miedo.
Y yendo más allá, por primera vez han debido ser conscientes en HRC, en un plano físico, de la realidad de la situación excepcional en la que vive el equipo, donde sólo Marc Márquez aporta resultados. Sin Márquez, los pilotos de Honda están 13º (Cal Crutchlow), 14º (Takaaki Nakagami), y 20º (Jorge Lorenzo). Pero en Honda están atados de manos y nada cambiará –salvo sorpresas- hasta 2021.
Otro día en la oficina
Lo más impresionante no es la capacidad de sobreponerse a una situación como ésta, una cualidad que es común en todos los pilotos, que muestran su carácter aguerrido e indómito. Los verdaderamente increíble es cómo un incidente de este tipo no ha alterado el programa de trabajo de Márquez, que volvió cumpliendo su plan: en el FP2 volvió a rodar con un solo neumático (el compuesto blando), marcando su vuelta rápida en el tercer giro (1’30”891), y ensayando la distancia de carrera con esa misma goma hasta completar 23 giros, a ritmo de 1’31” y terminando la sesión con un 1’31”0 (con un neumático que tenía ¡23 vueltas!), que sólo pudieron superar seis pilotos, eso sí, haciendo sólo un par de vueltas lanzadas en busca de tiempo, al final de la sesión.
“Es una curva en la que normalmente no se corta gas, bueno, se corta un poco, pero no del todo, y en esa vuelta he cortado del todo y quizás ahí entra el freno motor y la rueda iba por la parte sucia de la trazada. Te caes y no entiendes por qué, pero es error mío”, analizó Márquez, cumpliendo con sus rutinas. Al final ha sido un viernes como cualquier otro en un gran premio, aunque en esta ocasión quizá requiera de una sesión extra de fisioterapia y una pequeña ración de anti-inflamatorios…
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