El día que KYMCO sacó al mercado su Super Dink 125 todos supimos que nos encontrábamos ante lo que iba a ser un auténtico fenómeno de masas y ya entonces lo titulamos como “SúperVentas”, más que como Super Dink. Un tiempo después llegó su hermano 300 y las expectativas eran altas, si KYMCO conseguía hacer un buen motor 300 el Super Dink no tendría rival. Y vaya que si lo hizo. KYMCO tiene en casa el que podría ser el mejor motor 300 del momento. Un propulsor moderno, de 299 cc, inyección y refrigeración líquida, y aprovechado al máximo para conseguir unas cifras que alcanzan los 28 CV de potencia y los 30 Nm de par. Eso ya sobre el papel es bastante más que lo que puede ofrecer el de Piaggio, mucho más veterano.
Pues bien, una vez que KYMCO ya tenía bien consolidado su GT en el mercado se lanzó con una versión más deportiva, el K-XCT que aquí ponemos a prueba. Primero llegó el 125 y después el 300, con los motores que ya conocíamos de los Super Dink, por lo que ya sabíamos que sus prestaciones no nos defraudarían. El K-XCT es un concepto más ligero, más ágil y más fácil de mover, que se mueve mejor entre curvas y al que además se le diseñaron unas líneas con las que es difícil no quedarse mirando cuando uno lo ve pasar por la calle. Su frontal es afilado y sus rasgos lo marcan unas filas de luces LED que nos ayudan a ser más visibles ante los demás. Además, el acabado mate de su pintura le da un toque de calidad y elegancia.
Gracias a su motor el K-XCT sale disparado desde nada más girar el acelerador. A sus prestaciones hay que sumar un variador especialmente pensado para arrasar en cada salida a semáforo parado, y en las pruebas de aceleración que hemos hecho poniendo frente a frente al KYMCO y al Aprilia sin duda el taiwanés ha ganado por goleada. Si es lo que buscas el K-XCT seguramente te conquiste.
Sin embargo, si a lo que le das importancia es a una postura de conducción cómoda y relajada, quizá este KYMCO no sea tu mejor opción, y menos si eres especialmente alto o alta. Sus dimensiones son reducidas y sobre él pasamos a estar un poco encogidos, tomando nuestro cuerpo una “posición canguro”, es decir, con los pies altos y las manos bajas, sin poder estirarnos mucho. Si mides más de 1’80 es posible que no lo encuentres muy confortable, aunque no hay nada como acercarse a verlo, subirse y comprobar la sensación.
Dinámicamente es complicado encontrarle pegas, el ciclo se comporta noblemente y mantiene una traza limpia y estable, mientras que el Aprilia por su lado tiene más a caerse un poco hacia el interior de la curva. Lo bueno además es que KYMCO te ofrece una versión con ABS por 400€ de diferencia con su versión estándar, una inversión que bien merece la pena.
Luego está su lado más taiwanés, es decir, el que busca ofrecer las soluciones más prácticas posibles. No obstante, el K-XCT no puede presumir de un gran hueco bajo el asiento, en él sólo cabe un casco integral y poco más, por lo que la capacidad de carga en este caso no alcanza la que ofrece el Aprilia SR Max. Si lo que buscas es un scooter parecido pero donde sí quepan dos cascos integrales… mejor échale un ojo a su hermano Super Dink 300, que tampoco te defraudará.