Como asegura el dicho “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”, y en el caso de la BMW su veteranía haciendo motos de aventura es toda una carta a favor. La firma alemana empezó con sus modelos Adventure hace ya tiempo, mucho tiempo, con la mítica R1150GS Adventure que comenzó a marcar este camino. Luego llegó la 1200 con el bóxer refrigerado por aire, luego la F800GS se unió al concepto Adventure, y la de más reciente llegada es esta R1200GS Adventure que monta la versión más avanzada del bóxer “de agua” de BMW.
Con tanta experiencia a sus espaldas en esta GS encontramos una moto refinada, redonda y bien hecha, donde todo está en su sitio y funciona a la perfección. El motor rinde 125 CV, que no están nada mal y son más que suficiente para disfrutar esta Adventure a fondo, pero claro, la respuesta no exactamente la misma cuando abres gas en ella que cuando lo haces en la KTM, que tiene 160 CV… En conducción offroad esta BMW parece un rinoceronte cuando la ves desde fuera, pero el “punch” que tiene su motor al más mínimo golpe de gas hace que sus movimientos se parezcan más a los de una gacela (exagerando un poco, pero sólo un poco).
Más abajo entre los detalles te explicamos minuciosamente cada uno de los componentes de esta GS, así que aquí te contaremos cómo funciona y cómo se complementa todo. Como no podía ser de otro modo, en ella BMW sigue confiando en la suspensión delantera por Telelever. Poco campera quizá para tratarse de una moto todoterreno, pero la estabilidad y el aplomo de esta moto es tal que seguro que sus usuarios no lo cambiarían por ninguna horquilla del mundo. El Telelever, el reparto de pesos, la excelente concepción del chasis y el trabajo de las suspensiones electrónicas dinámicas hacen que el comportamiento de la Adventure sea espectacularmente fiable, ofrezca un aplomo de primera y la estabilidad sea sin duda una de sus principales virtudes. Esta seguridad que tienes en todo momento, sea como sea la carretera, hace que vayas rápido, muy rápido, a pesar de no tener tantos CV como su rival austriaca.
Es muy fácil disfrutar la Adventure, no hay que ser un súper experimentado piloto para sacarle partido, la moto parece saber ir sola siguiendo siempre la trazada correcta, con unos cambios de dirección de un lado a otro instantáneos en cuanto se lo indicas a su anchísimo manillar, con el que es muy fácil hacer palanca para inclinar con toda la facilidad. Es decir, si quieres mantener una conducción deportiva esta GS te lo pone fácil, y si además monta el asistente de cambio Pro de esta unidad, que es un magnífico extra, subirás y bajarás marchas sin necesidad de tocar el embrague, y sin cortar gas cuando estás subiendo. Una delicia.
Luego está su tremenda capacidad de carga, su enorme depósito y su excelente protección aerodinámica, algo que comparte casi por igual con la KTM. El depósito es de 30 litros, por lo que dependiendo de tu conducción podrá rondar los 400 y 500 km de autonomía.
Tienes diferentes modos de conducción que ajustan la respuesta del motor y el resto de la electrónica de la moto dependiendo de lo que necesites. ABS, control de tracción, acelerador electrónico… a lo que se suman además unas suspensiones Dynamic ESA que se adaptan sobre la marcha a las exigencias del terreno y cuya respuesta controlas con sólo apretar un botón.
Es difícil encontrarle pegas a la BMW, es difícil que haya algo que esté mal hecho o mal pensado, y más difícil todavía algo que funcione mal. Los años de experiencia han terminado por perfeccionar una moto que es cómoda, que es capaz, que es excitante y que sin duda convierte tus viajes en una verdadera delicia, sea cual sea el terreno, sean los kilómetros que sean, y vayas solo o acompañado. Igual no necesites tanto, pero al menos tendrás la tranquilidad de pensar que si quieres ir al final del mundo… ella te llevará.