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Adoro el deporte y mis ídolos son los deportistas, pero unos pocos. Y todos con un nexo en común: haber hecho realidad uno de mis sueños.
Tranquilos, que voy a hablar de motos, pero primero voy a citar a los que no son de motos. El primero de la lista sería Rafa Nadal. Sus méritos deportivos son enormes, hizo realidad mi sueño de ver dominar a un español en Roland Garros, que ha ganado ¡14 veces nada menos! Pero Rafa tiene otro mérito: creo que es el único español del que nunca he oído hablar mal… nadie habla mal de Rafa Nadal y eso que los españoles somos, siento decirlo, bastante “cainitas”.
El otro es Fernando Alonso. Cuando comencé a seguir la F1 a primeros de los años 70 no me imaginaba a un español Campeón del Mundo de la F1… y Fernando lo fue. Dos veces… y debió serlo alguna más. Hizo realidad otro de mis sueños.
Al igual que hizo realidad otro de mis sueños Álex Crivillé, al ganar el Mundial de Motociclismo en la categoría de 500, algo que parecía impensable, porque los pilotos españoles se decía que no eran “buenos” en las cilindradas grandes… luego, ya se ha visto que sí. Pero el primero fue Álex.
Vencer tantas veces en Roland Garros, ganar un Mundial de F1, vencer en 500, sueños que parecían difíciles de alcanzar y se alcanzaron. Pero el motocross se resistía. Los españoles, tan fuertes en el motociclismo on y off road, parecía que no podían ganar un Mundial de Motocross.
Y casi de repente ha llegado un chaval de Lugo, Jorge Prado García y en 2018 consigue cumplir uno de mis sueños, casi el que parecía más difícil: ganar un Mundial de Motocross, el de MX2. Y repite en 2019. No voy a cantar victoria para este año porque da “mal fario”, mala suerte… pero es que da igual. Jorge, hagas lo que hagas, ya estás para mí y para miles, decenas de miles, centenares de miles de aficionados, entre los deportistas favoritos de todos los tiempos.
Los medios generalistas no han dado a las victorias de Jorge la importancia que tienen, una pena. Pero nosotros sí y yo desde luego me declaro un completo admirador de este chaval al que da gusto ver montar en moto.
¡Gracias Jorge!
Soy un motero atípico. De pequeño me preguntaban si quería más a mi madre o a mi padre y ahora si me gustan más los coches o las motos. No lo sé, pero me gustan mucho. De hecho llevo casi ¡40 años! en esto del periodismo del motor… y no me aburro.
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