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La Fundación LDA ha presentado un estudio de la evolución de los accidentes de moto en 10 años. Nos llama la atención que dieron positivo en alcohol o drogas ¡más de la mitad de fallecidos en 2023! ¿Sabías que los sábados de julio están malditos?
La Fundación Línea Directa Aseguradora ha presentado un interesante estudio sobre la evolución de los accidentes de motos en la última década (2014 a 2023 que es cuando hay estadísticas). El estudio nos gustó porque para empezar su enfoque no culpabiliza demasiado al usuario: en contraste con la DGT, que cada vez que presenta un informe siempre echa la culpa al conductor o motorista (lo que toque).
Además, su Directora (Mar Garre) insistió varias veces durante la presentación en que “el resto de los conductores tenga cuidado con los motoristas”, otra cosa que se olvida fácilmente (cuántos accidentes de motos los causan otros vehículos). Y algo más que nos gustó: se subrayó el mal estado de nuestras carreteras y el problema que son las infraestructuras para las motos. De nuevo, algo en lo que la DGT nunca dedica esfuerzos ni exigencias a las autoridades responsables.
Pero nuestra (pobrísima) opinión de esa Dirección General a estas alturas es bien conocida, así que vayamos al estudio…
En esa última década (hasta 2023) los accidentes mortales de moto han aumentado un alarmante 74 por ciento, un aumento muy superior al de accidentes mortales de coche (21 por ciento). La cifra absoluta de motoristas fallecidos en esa década supera los 4000: en 2023 fueron un 44 por ciento más que en 2014. En estos diez años, 31.500 motoristas heridos en accidente necesitaron un hospital, y se calcula que más de 300.000 sufrieron heridas leves (sin hospital).
El perfil mayoritario de víctima es un hombre (el 96 por ciento) de entre 40 y 50 años (son el 26 por ciento) que sufre un accidente en vía interurbana (66 por ciento). Le ocurre en fin de semana y suele ser una salida de vía: la estadística señala como momento más fatídico el sábado entre las 10 y las 15 horas, en verano (el mes de julio en particular). ¡Cuidado por lo tanto los sábados de julio!
Hasta aquí son cifras relativamente conocidas por la mayoría. Pero hay datos menos conocidos y que nos parecen preocupantes: para empezar que el 53 por ciento de motoristas fallecidos dieron positivo en alcohol o drogas. Repito: más de la mitad de motoristas muertos habían bebido o tomado algo antes de ponerse al manillar. Es gravísimo y demuestra que nos falta todavía mucho por avanzar en la cultura del “cero cero”, también a nivel de vigilancia (menos radares y más controles). Por desgracia la cifra en accidentes de coche es todavía peor (más de la mitad, borrachos o drogados), así que aumenta mucho la atención a ciertas horas con “ellos”. Así que insisto: más controles y menos radares, que el alcohol sí que es un gran problema de seguridad (y las drogas).
Otro dato lamentable: el 12 por ciento de fallecidos en moto iba sin casco. O sea, uno de cada diez. Es decir, en diez años más de 450 motoristas ya no están con nosotros, porque no llevaban casco... Y en ciclomotores es algo peor. Sin comentarios.
Hasta aquí, datos negativos irrefutables. Ahora llega uno que podría ser opinable, sabiendo cómo se hacen algunos atestados o investigaciones: en un 29 por ciento de accidentes mortales había exceso de velocidad. Es uno de cada tres. El número de multas ha subido un 30 por ciento en estos diez años, quizás porque ha habido más “campañas” de control a las motos, de hecho la mayoría no tienen influencia directa en la seguridad: circular sin ITV (un 29 por ciento) o sin seguro (un 14 por ciento), y (claro) por exceso de velocidad (17 por ciento).
Si te fijas en estas cifras no hay sanciones por alcoholemia, pero luego más de la mitad de fallecidos dan positivo: de nuevo, la DGT (y resto de Administraciones) hacen algo muy mal aquí, así que (por tercera vez) me veo en la obligación de insistir. Menos radares y más controles.
Pocos días antes de este informe de LDA, la Asociación Española de la Carretera presentó el suyo sobre el estado de nuestras infraestructuras viales. Como no podía ser de otra manera, nuestros gobernantes (estatales y locales) suspenden claramente y el déficit de mantenimiento ya es tan grave que la cantidad de millones para arreglarlo empieza a ser excesiva, dicho de otro modo se tardarán años en estar a mejor nivel.
En ese estudio, se señalaba que ¡más de la mitad! de carreteras en España están mal mantenidas: se ha pasado de 13.000 kilómetros en 2022 a 34.000 kilómetros en mal estado. Hace falta invertir 13.400 millones de euros, y eso es nada menos que un 43 por ciento más de lo que la propia AEC calculó en 2022. Como no se invierte, vamos a peor.
Es precisamente lo que el estudio de LDA también subraya, y lo que pide la mayoría de motoristas entrevistados para esta ocasión. Mejores carreteras, reparar baches o grietas antes de que sean realmente peligrosos, usar pinturas antideslizantes, y proteger más kilómetros de guardarraíles asesinos.
Esperemos que, algún día, las cosas se harán bien a nivel de seguridad vial en este país. Pero no parece que vaya a ser pronto, así que mientras tanto: más cuidado con esas carreteras, nada de alcohol al manillar (y no te cortes en reprochar a quien beba por hacerlo) y por supuesto equípate bien.
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Apasionado de las motos, los aviones y la tecnología, llevo más de 30 años viviendo "desde dentro" la información del mundo de la moto en los mejores medios: ahora, en Moto1Pro.
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