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Probar moto segunda mano

Cómo probar una moto de segunda mano antes de comprarla

Si vas a comprar una moto de segunda mano lo mejor que puedes hacer es probarla por ti mismo antes de hacerte con ella. Una moto usada habrá sufrido desgaste en muchos de sus componentes y probándola podrás saber si su estado es bueno o no. Te contamos cómo hacerlo y en qué debes fijarte.

Probar moto segunda mano
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Redaccion Moto1pro
Redacción Moto1Pro
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Archivo Moto1Pro

Fecha04/04/2019


Comprar una moto de segunda mano no es tan fácil como comprar una moto nueva en un concesionario, cuando una moto está usada ha sufrido un desgaste que debemos tener en cuenta, por lo que el proceso de búsqueda ha de ser meticuloso.

Por suerte el mercado de motos de segunda mano es amplio, así que siempre podrás contemplar y comparar varias opciones hasta dar con la moto que mejor se adapte a tus gustos, necesidades y presupuestos.

Te recomendamos que tengas paciencia, que no tengas prisa y que hagas una buena búsqueda. Y sobre todo, cuando ya hayas recopilado una lista de candidatas, que tengas muy en cuenta cómo revisar una moto de segunda mano antes de comprarla, para así hacerte una idea de su estado antes de continuar con el proceso.

Pero sobre todo, antes de decidirte por una moto de segunda mano, procura siempre probarla antes de comprarla. Solo así podrás saber cómo va la moto realmente, pues no hay mejor manera de comprobar su estado de salud.

Antes de probar una moto de segunda mano

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Hay dos maneras de acceder a una moto usada, o comprándola en una tienda de compra venta o comprándosela directamente a un particular. En el primer caso suelen ser motos revisadas y sobre las que se ofrece cierta garantía, pero en el segundo tendrás que fiarte de la palabra del vendedor.

Al comprársela a un particular nunca sabemos el estado real de la moto hasta que no la probamos por nosotros mismos, por lo que es importante que pase por nuestras manos antes de dar el “sí quiero”. Pero claro, no todo el mundo se fía de prestarle su moto a un posible comprador, porque nunca se sabe, así que hay quien se puede mostrar reticente, y con razón. Para que se fíe de ti propón dejarle tu DNI o acepta llevar al dueño de pasajero, así los dos iréis más tranquilos.

Un vendedor privado que se niegue a que pruebes su moto puede estar ocultando algún tipo de problema en la moto, por lo que sería una compra poco fiable. Igualmente, no pruebes por probar, hazlo solo si realmente te interesa la moto, porque cualquier percance mientras la pruebas puede volverse en un verdadero problema.

Cómo probar una moto de segunda mano antes de comprarla

El objetivo de probar una moto usada en la que estás interesado es básicamente descubrir si está en buen estado, así que debes de prestar mucha atención a lo que te cuenta la moto incluso antes de ponerte en marcha

Una vez sobre ella ¿llegas bien al asiento? ¿qué tal el mullido? ¿están las manetas en buenas condiciones y tienen buen tacto? ¿y los espejos? ¿las palancas de marchas y de freno trasero son fácilmente alcanzables?

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En cuanto comiences a circular con ella será momento de empezar a probar cosas. Presta especial atención al tacto del acelerador y a la respuesta del motor ¿el puño tiene demasiado juego? ¿el motor pega tirones? Y en cuanto empieces a cambiar marchas pon atención al embrague ¿es suave? ¿resbala? ¿qué tal el tacto de la palanca de cambio? ¿las marchas entran fácilmente, muestra resistencia o las marchas saltan de unas a otras? Cambia constantemente y procura pasar por todas las marchas para comprobar que todo va como debe.

Ahora llega el momento de probar los frenos. ¿Los sientes esponjosos? ¿tardan en morder? ¿transmiten la potencia gradualmente o de forma brusca? En caso de emergencia ¿frenan lo suficientemente rápido? Si ves que al frenar notas cierta vibración en el manillar puede deberse a un alabeo de los discos. Si la moto tiene ABS comprueba su funcionamiento drenando bruscamente en la rueda trasera para ver si entra en acción.

Si todo va bien ¿Qué sensación te transmite la moto? ¿La notas equilibrada? ¿Va suave? ¿La dirección está recta? ¿La moto tiende a ir hacia algún lado? ¿Notas vibraciones al inclinar la moto de un lado al otro? Ya que estás dándote una vuelta en tu posible futura moto aprovecha para ver qué tal te sientes sobre ella, si es el tipo de moto que quieres, si el peso y el tamaño son un inconveniente para ti y si la altura del asiento no te es excesiva.

Prueba la moto con todos los sentidos

Además de emplear a fondo el tacto también será conveniente que agudices el oído. Los sonidos que transmite una moto nos pueden contar muchas cosas, buenas y malas, así que es importante que le prestes atención.

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Empieza por los frenos. Si chirrían un poco puede ser normal, sobre todo en mojado, pero si chirrían demasiado podrían indicar unas pastillas muy gastadas o unos discos dañados. Si no lo hiciste al principio, no olvides echar un ojo al desgaste de las pastillas y de pasar un dedo sobre la superficie de los discos para buscar desperfectos.

La amortiguación también puede transmitir ruidos. Si ves que la horquilla o la suspensión trasera emite algún ruido puede ser síntoma de que hayan sufrido en exceso, lo que puede suponer un problema de seguridad. Revisa visualmente el estado de las suspensiones en busca de posibles fugas de líquido.

Presta atención también al silenciador del escape. ¿Es el original? Si no lo es pregunta al dueño por qué lo cambio y, si tiene el original, que te lo incluya en el precio, sin olvidar los papeles de homologación del escape no original, claro. Si un escape original emite demasiado ruido puede ser que esté perforado, busca indicios de corrosión en él.

Cuando las ruedas giran libres ¿emiten algún chirrido? Si es así puede ser que los rodamientos no estén en buen estado. Y a todo esto ¿has comprobado que la bocina funciona y suena correctamente?

Si tras realizar todas estas pruebas ves que algo falla háblalo con el vendedor, plantea una reparación antes de llevar a cabo la compra y, si no accede, sé consciente de que has de negociar el precio, porque tarde o temprano esa reparación la tendrás que hacer tú.