Yamaha NMAX 125: El “Max” ciudadano

Hecho para la ciudad

Todo en el NMAX está pensado para ser aprovechado en un uso diario común, de ir y venir por la ciudad, con algunos desplazamientos por vías rápidas también, pero sobre todo con la idea de conseguir un desplazamiento eficiente, ágil, consumiendo poco, con soluciones prácticas para hacer más fácil el día a día… vamos, lo que necesitamos todos los que nos movemos en el entorno de una gran ciudad día sí y día también.

Para ello Yamaha ha desarrollado un propulsor monocilíndrico de 4 tiempos, SOHC y 4 válvulas, siguiendo la filosofía de su Blue Core, es decir, donde los bajos consumos, la refrigeración líquida y la disminución de la pérdida de potencia se unen con el fin de conseguir un motor lo más equilibrado posible. Además, para perfeccionar el compromiso entre consumos y prestaciones se ha recurrido una distribución variable de las válvulas para ganar par a bajas vueltas y ganar potencia a alta velocidad. Por su lado, el sistema de refrigeración no podría ser más compacto, con el radiador acoplado en el lateral del motor, y sin olvidar todos los ajustes necesarios para minimizar la pérdida de potencia, tanto que ésta se ha reducido un 18%.

Todo el conjunto consigue una unidad muy compacta, de 127 Kg de peso, pero no por ello de dimensiones demasiado pequeñas para los más altos, sino que incluso los que son de pierna larga no tendrán problemas de estrecheces. El bajo centro de gravedad y las llantas de 13” le confieren una enorme agilidad a la hora de moverse de un lado a otro, aprovechar los huecos que nos deja el tráfico de la ciudad, al igual que el asiento a 765 mm de altura le facilita las cosas a los menos experimentados.

A prueba por Lisboa

Todo esto está muy bien sobre el papel, pero está aún mejor cuando lo compruebas en persona. Para ello Yamaha nos citó en Lisboa, capital de un país dominado por cierto por el Honda PCX 125, y que parece un circuito de pruebas a la hora de conocer a fondo el comportamiento de un scooter. Es una gran ciudad, por lo que el tráfico y los atascos le vienen de serie, pero además tiene unas calles por el centro histórico repletas de adoquines bacheados, cruzamos por vías de tranvías, que parecen haber sido puestos ahí para testear el comportamiento de las suspensiones. Una prueba, por cierto, que el NMAX aprobó con nota, y eso que el tarado de horquilla y amortiguadores es más firme que blando.

Durante la presentación simulamos el uso diario que se le daría a un scooter en condiciones normales. Moviéndose por la ciudad, de un lado a otro, con paradas frecuentes, combinando avenidas anchas con calles estrechas y reviradas, y aprovechado cada una de las soluciones prácticas que se le puede exigir a un scooter competente. El consumo se muestra instantáneamente en el cuadro de instrumentos, durante toda una mañana a fondo los niveles casi ni se movieron, y pudimos comprobar también que bajo el asiento hay espacio para un casco integral y alguna cosa más, no mucho más, pero sí algún objeto extra que queramos guardar al dejarlo estacionado. Sí es cierto que el puente central, donde se encuentra el tapón del depósito, es especialmente alto y eso nos resta capacidad de carga entre los pies, algo que se vuelve súper práctico a la hora de llevar alguna bolsa grande o maletitas tipo avión.

El NMAX tiene una aceleración rápida, muy bien puesta a punto para abrirse paso en los primeros metros, los más cruciales, y estira hasta que alcanza sin problemas una velocidad cómoda de crucero de 100 km/h, y aunque vaya más allá no tuvimos mucho espacio para comprobarlo por las circunvalaciones portuguesas. La protección aerodinámica es la que es, es decir, nula, pero si vas a moverte por vías rápidas puedes echar un vistazo a las pantallas que la propia Yamaha ofrece como accesorio complementario.

Por último no podemos dejar de mencionar la sensación de calidad que transmite el NMAX en cada uno de sus acabados, todos sus plásticos se ven bien hechos, bien encajados y de muy buen material, incluso incorpora algunos diseños que simulan fibra de carbono. Muy buena sensación a sus mandos, donde se transmite la sensación de ser un scooter equilibrado, diseñado a conciencia, y al que cuesta encontrarle algún pie del que cojear.