MotoGP en Montmeló: Quartararo vuelve al liderato

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Si hace dos carreras había ocho candidatos al título y la semana pasada quedaban cuatro, parece que el mundial va a ser cosa de dos. Las matemáticas todavía dan posibilidades a los cuatro o seis primeros de la provisional del campeonato pero, o no muestran la consistencia de Mir (tres segundos puestos seguidos) o no son capaces de ganar carreras (Quartararo lleva con esta, tres victorias).
El hasta hoy líder Andrea Dovizioso no ha llegado a la segunda curva, víctima colateral junto con Zarco de la pérdida de adherencia de la rueda delantera de su compañero Petrucci. Todo apuntaba a que hoy iba a perder el liderato y la cuestión era de qué manera iba a mantenerse Dovi en la lucha por el título. Sus últimos resultados y la cada vez más próxima salida de Ducati no estaban siendo muy motivadores.
Maverick Viñales llegaba empatado a puntos con Quartararo y a un punto de Dovizioso, pero a lo largo del fin de semana y a pesar de calificar en la quinta posición, venía mostrándose como la Yamaha más débil. Una pésima salida ha hundido a Maverick en la clasificación. La caída de varios competidores ha motivado que llegase a meta en noveno puesto, suficiente para salvar los muebles pero insuficiente para luchar por el campeonato. De aquí a final de temporada en Yamaha habrán de administrar los motores con mucho mimo, si no quieren salir desde el pit lane en las últimas carreras.

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Rossi ha caído en carrera mientras rodaba en posición de podio, Morbidelli ha quedado 4º y Maverick 9º. Dentro de lo que cabe, en Yamaha han peleado. Pero como Quartararo pierda el mundial porque tenga que salir desde el pit lane debido a que el proveedor de válvulas es defectuoso sería un golpe muy severo a la imagen de Yamaha justo el año en que Honda no puede optar al título de pilotos ni el de constructores.
La imagen de las dos Suzuki en el podio viniendo de atrás es el contraste positivo. La carrera hubiera sido para Mir si hubiera durado una vuelta más, quizás incluso doblete para los de Hamamatsu, porque Rins venía rodando como el más rápido en pista. Vista la consistencia de las Suzuki a final de carrera y cómo son capaces de conservar neumáticos con una temperatura en pista más fresca de lo normal (se está corriendo en otoño lo que suele hacerse a finales de primavera), sumado a los problemas de fiabilidad, hacen de Mir favorito al título.
Mientras que el rendimiento de las Ducati de Miller, Bagnaia y Petrucci (y la Honda de Nakagami) fue creciendo a final de carrera casi al ritmo de las Suzuki, las KTM vivieron un fin de semana para olvidar. Pol Espargaró y Oliveira se fueron al suelo, mientras que Binder y Lecuona apenas puntuaron.
La próxima carrera en Le Mans juega a favor de Fabio Quartararo, pero también es presión extra, su talón de Aquiles. Según Joan Mir, se siente cómodo ante la presión. No parece una bravuconada después de sus últimas carreras y como ya demostró en 2017, cuando se proclamó campeón del mundo de Moto3.