
Con corte clásico y componentes de última generación esta Thruxton R es una café racer del siglo XXI. Válida para circuito o salir a gozar de las curvas en tus carreteras.
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Prueba: 15.300€ €
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Si eres amante de la música seguro que te habrás planteado qué suena mejor, si un disco de vinilo o un buen reproductor de música digital. La cosa no está clara y siempre habrá personas pro y contra de productos de último desarrollo tecnológico. Hoy enfrentamos a la Triumph Thruxton R y a la BMW R nineT. Y el símil entre la música analógica, grabada con los más esmerados procesos técnicos y la más sofisticada tecnología digital se nos vino a la cabeza en más de una ocasión.
La Triumph Thruxton R respira sabor a moto de verdad. Tanto por estética, como por motor, postura de conducción o comportamiento. Se trata de una moto de las de antes, pero llevada con exquisito esmero hasta el Siglo XXI. No renuncia a nada técnicamente hablando, pero te bajas con la sensación de haber conducido un producto muy auténtico. También es auténtica la BMW R nineT, y se siente como una moto, pero tanta perfección en su trazada, tanta ergonomía, tanta comodidad o un motor tan perfecto hacen que, exagerando, nos olvidemos en algunos momentos de que vamos en moto.
Como ocurre con la música, es muy difícil renunciar al poder y perfección de las grabaciones digitales, como lo es no rendirte a los encantos de toda la ingeniería alemana puesta a tu servicio en la nineT. Mandos ultrasuaves, manillar ergonómico, cardan o un motor que tiene presencia casi abusiva en una inmenso repertorio de potencia y par. Pero a veces, cuando te pones un vinilo bien grabado con un ampli de válvulas, dices, qué bien suena esto, qué natural, cómo me gusta… Y eso es lo que le ocurre a la Triumph Thruxton con una enorme personalidad y sabor a moto legendaria.
Las Triumph Thruxton R es una de esas motos que te llegan al corazón nada más verlas. Es imposible quedarte impasible ante una moto tan cuidada estéticamente y tan cargada de detalles. Si lo consigues es que eres insensible, eres una máquina, o no te gustan las motos.
Imagino que fabricar una neoclásica debe de ser sencillo si la única prioridad es el diseño. Hacer que además vaya bien y que transmita buenas sensaciones, es bastante más complicado. En la Thruxton R es lo que percibes, bonita por fuera, al más puro estilo “made in England”, con todos sus elementos deportivos clásicos a la vista y ocultando toda la ingeniería de última generación que lleva por dentro. Solo te recuerda que vas sobre una neoclásica la forzada postura de tus manos con los semimanillares estrechos y muy clásicos.
El motor es dulce al principio, te deja fluir por la carretera con un “flow” de conducción digno de una moto de turismo. Pero la Thruxton siempre esconde algo. También en el motor, que tiene la capacidad de transformarse cambiando su modo de conducción, invitándote a rivalizar con grandes deportivas en carreteras de curvas. El chasis y las suspensiones te acompañarán hasta que te olvides que estás encima de una neoclásica. Solo la proximidad de los avisadores de las estriberas o de los preciosos escapes dobles te harán que te cortes un poco en el próximo viraje. La horquilla invertida Showa y la pareja de amortiguadores traseros Ohlins, hacen un conjunto perfecto, duros e infatigables para una jornada de carreteras de montaña.
En España la Triumph Thruxton R está homologada para dos plazas. Puedes tirar de catálogo y ponerle un bonito protector de la plaza trasera que reforzará la estética de las motos británicas de carreras. El asiento, tras una mañana entera disfrutando a sus mandos, se nos hizo durete; pero es que no me bajé de ella ni un segundo. La postura de conducción es algo que debes encontrar si lo que quieres es una buena y reconfortante ruta sobre la Thruxton R con muchas horas a sus mandos. Yo no la considero una moto incómoda, como había leído por Internet en alguna de sus opiniones. La armonía de las suspensiones, la longitud del chasis, el equilibrio de su peso juegan a su favor… Sólo que debes acostumbrarte sobre todo a llevar un manillar estrecho y moverla con todo tu cuerpo… Es una R, recuerda, a pesar de su estética.
Triumph ha puesto en la Thruxton R todo el empeño en que sea una moto muy actual. La tecnología gestiona su motor de maravilla, comenzando con el acelerador electrónico. Si no has llevado nunca un acelerador de este tipo al principio te cuesta adaptarte a su suavidad. Los modos de conducción son Road, Rain y Sport. El segundo es demasiado intrusivo y no lo utilicé a pesar de que me cayó un buen chaparrón de verano. Soy un hombre tranquilo y tengo que confesar que el modo estándar fue el que mejor se adaptó a mi estilo. Los modos de conducción se activan de una forma muy simple desde la piña izquierda, una vez que te has aprendido la secuencia del resto de la configuración de la moto. Quiero decir a los que te llevan a poner a cero los trips o mirar los consumos, entre otras cosas.
El control de tracción entró de una forma muy suave circulando por las carreteras estrechas y algo sucias de la Sierra Pobre de Madrid. Un recorrido que si no lo conoces te lo recomiendo. Este elemento puedes desconectarlo si así lo prefieres y quieres ver los límites de la Thruxton… Yo, personalmente, en un uso normal prefiero tener esta carta de seguridad extra y hacer uso de él. Como digo, su entrada en escena es delicada y eficaz.
La “finura mecánica” de la Thruxton R se deja sentir en otros detalles como la combinación embrague y cambio de marchas. El primero, con sistema antirrebote, nos permite cambiar de marcha con mucha precisión, rápidamente, sin caídas de vueltas. Otra de las combinaciones que destaca es la de la rígida horquilla delantera y el doble disco delantero, con pinzas monobloque Brembo. Tiene una potencia de frenada a la que te costará acostumbrarte los primeros minutos sobre esta moto.
Y es que Triumph no se ha reservado nada para la Thruxton, ha querido hacer una obra maestra en su catálogo y rendir tributo a toda su historia dentro del mundo de la moto. Casi como si se tratase de una historia de “steam punk” sobre la estética antigua encontramos una conexión USB debajo del asiento, faros DRL para señalización diurna, leds en el piloto trasero… Todo está oculto tras una estética retro, como el cuadro de instrumentos. Dos esferas, clásicas, de bonito diseño que se permiten el lujo de dejarse adornar con pantallas digitales para ampliar la información ya necesaria para el biker moderno.
Junto con los escapes, el detalle que más me gusta personalmente de la Thruxton R es el depósito de combustible. Hace referencia a la cinta de cuero que servía para su anclaje y rápido desmontaje en las carreras de circuitos en carretera abiertas británicas. Lo mismo que el punto de unión de éste con el chasis, que hace un guiño a los artesanos que preparaban las motos para las carreras.
Triumph se ha permitido el honor de rendirse tributo a ellos mismos, a su historia como marca, a la historia del motociclismo británico y más auténtico, a las carreras por trazado como el de la Isla de Man y a toda su evolución tecnológica en esta moto que si fuera mía no me desprendería nunca de ella. Una joya que como todas tiene un precio elevado, 15.300 euros, o quizás no tanto si lo comparas con el valor de otras joyas. Lo que sí es cierto es que siempre será un modelo que no se devaluará.
No la consideraría una veterana, solo hace tres años de su primera aparición, pero su éxito es indiscutible. La R nineT ha conseguido colocarse como la cuarta moto más vendida de BMW, por su diseño, por su comportamiento, por su saber estar, porque te quedarías mirándola durante horas o por el ronroneo profundo del motor bóxer. Sea lo que sea, la R nineT te atrapa y no te deja escapar.
Es sin duda una moto que a todos nos gustaría tener en nuestro garaje. Una de esas motos que quieres que esté impecable, que reluzca cada vez que sales con ella porque sabes que, si la aparcas en una terraza a tu lado, la gente la va a mirar e incluso algún curioso te preguntará por ella. No son suposiciones, realmente me ha pasado.
La R nineT ha sido en los últimos años una de las motos más personalizadas por los preparadores de motos. No solo por lo bien que le queda casi cualquier preparación, es una moto que lo acepta todo sin queja alguna, sino porque ya de por si, BMW ofrece esta posibilidad para hacer la tuya una moto única, diferente al resto. La nineT nació con esa idea, fácil de personalizar a tu gusto, con multitud de posibilidades.
Bien, ya la tenemos personalizada a nuestro gusto. Después de esto, solo queda disfrutar. Es una de esas motos que, por el simple hecho de estar montado encima, ya te causa una sonrisa. Si una vez montado no lo ha conseguido, tranquilo, el sonido del bicilíndrico bóxer al arrancar lo hará. La disposición de los cilindros hace que se menee de lado a lado al apretar el botón de encendido, algo que sucede también si aceleramos en vacío. La posición de conducción es, para mi gusto, perfecta. Asiento estrecho que te permite llegar al suelo sin problemas, manillar ancho y una posición ligeramente inclinada hacia delante. Esto provoca llevar una postura que va con la línea de la moto. Agresiva, al ataque, alerta, pero elegante a la vez ¿Hay algo mejor que ir encima de una moto personalizada, disfrutando de cada metro que recorres?
Ya sabes lo que se ve desde fuera, su estética es indiscutible, pero la nineT no es sólo una cara bonita. No es una moto en la que se busquen altas prestaciones, pero la calidad de sus componentes y la combinación de todas sus partes consiguen que disfrutes en todo momento de su conducción.
Cuando te subes a la nineT, el cuerpo te pide disfrutar y créeme que conseguirá hacerlo. El motor bóxer de 1.170cc rinde nada menos que 110 CV y un par nada despreciable de 119 Nm. La conducción por lo general es suave, gracias entre otras cosas al cardan. Pero si quieres adrenalina, la nineT te la da desde la parte más baja del tacómetro. Para disfrutar sobre ella no hace falta ir rápido, los cambios de dirección los hace sin inmutarse y en las curvas es firme. El centro de gravedad lo tiene muy bajo y crea una sensación de seguridad y aplomo enorme en todo momento.
A esto ayuda, por supuesto, la horquilla, heredada de la Superbike S1000RR, aunque algo más simple y sin posibilidad de ser regulada. Quizás se eche de menos si aumentamos el ritmo en carreteras reviradas, pero insisto, es de esas motos que no te van a pedir que abras gas para disfrutar, por mucho que el ronroneo de su motor te lo pida. Los frenos están a la altura del resto de la moto, montando unos discos de 320mm mordidos por pinzas brembo de cuatro pistones. La frenada es firme y potente y, gracias al ABS, podrás apretar con fuerza la maneta sin miedo a caerte.
BMW no ha querido escatimar en nada para conseguir una moto única, con mucha personalidad, muy personalizable y que ofrece sensaciones desde el momento en el que te subes a ella.
Tuve hace poco una conversación con un amigo; Me dijo que, tanto la nineT como la Thruxton R, son motos que tendría con 50 años, para dar paseos, para aparcar en terrazas, ir a trabajar a la oficina… -¿En serio? ¿Por qué esperar tanto? Si te gusta, cómpratela- le dije. No creo que sean motos que haya que asociar a una edad determinada, sino más bien a un estilo de vida. Está claro que por el precio que cuestan, hay que pensarlo bien, es una gran inversión, pero también son grandes motos. Si te gustan por su estética, por su motor, por su posibilidad de personalización, por su sonido o por todo lo que aportan y simbolizan, a por ellas, no te arrepentirás.
Lo mejor de las motos
Lo peor de las motos
Detalles de las motos
Con corte clásico y componentes de última generación esta Thruxton R es una café racer del siglo XXI. Válida para circuito o salir a gozar de las curvas en tus carreteras.
Delante Horquilla invertida Showa y detrás doble amortiguador Öhlins. Pata negra para la joya de la corona. Comportamiento brillante.
El tren delantero se completa con un espectacular sistema de frenos con doble disco y pinza de freno monobloque Brembo M4.32 de 4 pistones. También pinza radial.
Dos cilindros paralelos de 1200 cc. Inyección. 112 Nm a 4.950 rpm, un increíble 62% más que la generación anterior; mientras que su potencia máxima es de 97 CV a 6.750 rpm, un 41% más la Thruxton 900.
Es la misma que se emplea en la Speed Triple. Casi nada. Tres modos de coducción, control de tracción y un cómodo display desde donde se controla todo.
La nineT recupera el propulsor que más alegrías le ha dado a BMW hasta ahora, el bicilíndrico bóxer refrigerado por aire y aceite que montaban todas las bóxer alemanas hasta que llegó la nueva GS “de agua”. Ha sido afinado a lo largo de los años hasta conseguir su mejor rendimiento: 110 CV y 119 Nm. Un motor con muchos bajos, un gran “punch” al primer golpe de gas y en este caso, incluso con los escapes de serie que firma Akrapovic, con un sonido tremendamente excitante.
BMW ha recurrido a una apuesta segura y en la nineT ha montado los mismos frenos que hemos visto en sus últimos modelos. Dos grandes discos delanteros de 320 mm mordidos por pinzas radiales Brembo de 4 pistones, y detrás otro de 265 con pinza de doble pistón. Todo con ABS de serie.
Como dice BMW “parece que no hay horquilla buena si no es dorada”. La nineT cuenta con una robusta horquilla invertida de barras de 46 mm directamente heredada de su hermana superbike S1000RR, pero adaptada a un uso menos deportivo, y en la que no se ofrece regulación posible. Detrás se recurre a un sistema BMW Paralever con un amortiguador regulable manualmente en precarga y rebote.
Aquí es donde BMW ha echado el resto. Líneas clásicas, limpias y muy personales, con todo lo bueno del pasado y lo mejor del presente. Con carácter y una puerta abierta a los preparadores más pro. La nineT no deja indiferente a nadie, enamora a muchos y causa sensación en otros tantos. Es, en definitiva, una moto hecha para que te vean sobre ella.
Fichas técnicas
Tipo:
Refrigeración:
Potencia máxima:
Par máximo:
Cambio:
Transmisión:
Tipo:
Suspensiones:
Delantero:
Trasero:
Longitud:
Distancia entre ejes:
Altura del asiento:
Peso lleno:
Capacidad del depósito:
Neumáticos:
Tipo:
Refrigeración:
Potencia máxima:
Par máximo:
Cambio:
Transmisión:
Tipo:
Suspensiones:
Delantero:
Trasero:
Longitud:
Distancia entre ejes:
Altura del asiento:
Peso lleno:
Capacidad del depósito:
Neumáticos: