
Su principal seña de identidad. Personalizado con dos colores y estética retro tiene una capacidad de 14 litros, lo que le da una autonomía muy interesante.
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Prueba: 2.195 €
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Consumo
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Prueba: 3.749 €
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7
Puede que no tengas carné de “moto grande” pero eso no significa que renuncies a llevar una moto con personalidad. Tienes claro que los scooter no te van. Prefieres menos practicidad pero sentir algo más cuando vas a los mandos de una moto. Con la limitación del carné B de coche hay varias opciones interesantes pero aquí te traemos a dos de las 125 más originales y exitosas en nuestro mercado: Suzuki Van Van y Mash Seventy Five.
Si de algo pueden presumir los franceses es de saber crear tendencias y adaptarse a ellas. Con el movimiento café racer y vintage pegando fuerte en el país vecino la empresa SIMA vio el momento de dar vida a una nueva marca en su grupo que satisficiera las necesidades de los usuarios que, o bien por presupuesto o bien por falta de carné, no podían tener una moto de gran cilindrada de última “tendencia”. Así nació MASH, una marca que por poco precio ofrece una amplia gama de motos de estética retro en varias cilindradas adaptadas al motero que se inicia.
La Seventy Five de Mash es una de las puntas de lanza de la familia 125. Con una apariencia que recuerda a las clásicas de los ‘60 ha conquistado en tiempo récord el corazón de los más urbanitas. Tiene varios elementos conceptuales que coinciden con su rival en esta prueba como son la sencillez, ligereza y el fácil manejo. Por lo demás tiene un carácter distinto y una estética totalmente opuesta.
Como la Van Van es ideal para gente de talla mediana o pequeña ya que su altura al suelo es muy reducida al igual que la anchura del asiento. Sobre ella todo se siente un poco más duro. El tacto del embrague, los frenos y la suspensión no son su punto fuerte, aunque a su favor cuenta con una respuesta de motor un poco más alegre. Sus kilos de menos, sus ruedas más finas y el cambio de cinco marchas se notan. Su pequeño motor de carburación es unos CV menos potente en ficha técnica pero sobre el asfalto parece al revés.
Dinámicamente es correcta. Le falta finura, pero cumple su función de moto urbana práctica y con consumos muy reducidos. Además su depósito de 14 litros casi duplica en capacidad al de la Suzuki, lo que hace que te olvides prácticamente de repostar. Estéticamente es de 10, con su aire retro, su doble suspensión trasera, horquilla delantera de 38 mm y el acertado diseño bicolor de su depósito.
Es cierto que la estética de la Mash sumado a su contenido precio hacen que la moto gane varios enteros a la hora de elegir. Sin embargo, la Suzuki cuenta con la evolución de más de una década y su fiabilidad es innegable. Tiene habilidades fuera de la carretera y además su tacto es mucho más suave y preciso. Eso sí su precio supera en casi 1.600 euros el de la moto francesa. Tú eliges…
La Suzuki Van Van es una de las motos más emblemática de la casa japonesa. Su primer modelo vio la luz en 1972 bajo el nombre de RV 125 Tracker. Una moto con estética “monkey” que duró en el mercado 10 años y que sentaría las bases del modelo actual. Fue en 2003 cuando Suzuki produjo la primera Van Van tal y como la conocemos hoy. Desde entonces ha ido recibiendo modificaciones y afinándose hasta convertirse en el modelo actual.
Estamos ante una moto que no pasa desapercibida. Un diseño muy peculiar con ruedas gordas, depósito pequeño y asiento sobredimensionado que ha cautivado a miles de usuarios en la última década. ¿Por qué? Los propietarios la encuentran además de atractiva especialmente amigable por su tamaño, bajo asiento y manejabilidad extrema. El motor es muy pequeño y tan dócil que parece de juguete. Como puedes imaginar con 12 CV las prestaciones no son el punto fuerte de esta Suzuki, pero cumple su cometido y con sus 6 marchas podrás rodar a velocidades próximas a los 100 km/h (no mucho más).
Puedes pensar que con sus grandes neumáticos será una moto torpe. Te equivocas. Estamos ante una de las motos urbanas más ágiles del mercado. Su radio de giro es bestial y con su posición con tinte off road te manejas entre los coches con muchísima soltura. El cambio es suave y apenas desprende calor. Si tienes que afrontar alguna curva te sorprenderá su estabilidad y agarre. Tiene un ángulo de inclinación bastante alto ya que las estriberas van elevadas para su uso off road. Puedes tumbar con ella sin miedo que sus neumáticos responden más de lo que pudiéramos imaginar en un principio. La frenada es otro de los aspectos donde esta pequeña japonesa sorprende. Es de las pocas motos del mercado que queda con freno de tambor trasero, sin embargo, no echas en falta más potencia. La combinación con el disco delantero es suficiente para detenerla en el espacio preciso. Evidentemente no son pinzas radiales, pero cumplen su cometido.
La Van Van ha sido concebida para un uso dual. Como es lógico en off road tiene muchas limitaciones pero es cierto que si bajas un poco las presiones la moto cambia de carácter. Puedes hacer pistas sin problema y en terrenos arenosos, como playa, su escaso peso y buena superficie de apoyo la saca de cualquier atolladero a pesar de que echemos en falta más motor.
Lo mejor de las motos
Lo peor de las motos
Detalles de las motos
Su principal seña de identidad. Personalizado con dos colores y estética retro tiene una capacidad de 14 litros, lo que le da una autonomía muy interesante.
Según asegura la marca un motor Suzuki pero en una versión anterior al que incorpora la actual Van Van. Es de carburación y rinde un caballo menos que su rival. 125 cc y refrigerado por aire.
Horquilla invertida de 38 mm que dan un aspecto racer muy cool. Detrás monta doble amortiguador. Ambas tienen un tacto seco.
Monta discos delante (298 mm) y detrás. Al generar menos inercia que la Van Van clavan más, pero el agarre de los neumáticos penaliza en las frenadas fuertes.Llantas de radios y gomas mixtas de 110/70-17 y 130/70-17. Más ligeras que la Van Van pero con mucho menos agarre.
Velocímetro centrado en el manillar, con marcador analógico de kilometraje sin cuenta revoluciones. Tan básico como el de su rival, pero también funcional.
El enorme neumático trasero de 180/80-14 da personalidad a la moto. Es verdad que limita sus prestaciones por su peso y rozamiento, pero en curva no defrauda para nada. Eso sí en campo te da seguridad y bajando la presión te dará buen agarre y amortiguación extra.
Pequeño y eficiente motor de 125 cc e intección electrónica. Es muy básico y refrigerado por agua, pero sus 12 CV aportan todo lo necesario para que se mueva con soltura.
Llama la atención su tambor trasero, sin embargo es suficiente para las escasas prestaciones del modelo. Delante sí se confía a un freno de disco de 220 mm mordido por pinza Tokico.
No puede ser más simple. Cuenta con un velocímetro con marcador analógico de kilometraje sin cuenta revoluciones y con los testigos luminosos de intermitentes, luces, punto muerto y reserva.
Fichas técnicas
Tipo:
Refrigeración:
Potencia máxima:
Par máximo:
Cambio:
Transmisión:
Tipo:
Suspensiones:
Delantero:
Trasero:
Longitud:
Distancia entre ejes:
Altura del asiento:
Peso lleno:
Capacidad del depósito:
Neumáticos:
Tipo:
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