Un paso más allá de la Royal Enfield Bullet Classic está la Continental GT. Es el modelo de espíritu más deportivo entre las Royal Enfield, la que lleva un alma Café Racer en su interior, la que puede presumir de algo más que motor, un equipamiento un poco más completo y un diseño completamente diferente.
Sobre ella la postura es más deportiva y menos confortable que en la Classic, pero nunca sin llegar a ser radical. En este caso su asiento no lleva muelles y eso se nota si te bajas de una y te subes en otra. Eso y sus semimanillares, claro. Como ves es igualmente monoplaza, pero la tapa del colín puede ser desmontada y así podemos contar con un pasajero a nuestras espaldas.
Es otra filosofía, su motor es un monocilíndrico de 535 cc, también refrigerado por aire, y su potencia mínimamente superior que en la Classic, sus 29 CV le saca 2 de ventaja a su hermana de comparativa. Esto y el propio concepto de toda la moto le permite alcanzar una velocidad punta algo superior, hasta 30 km/h más, y además con una ración de vibraciones inferior que en la Classic, por lo que si lo que buscas es rodar mínimamente rápido por carretera abierta la Continental GT tiene más que ofrecerte. Para conseguir la misma velocidad que la Classic su motor necesita ir menos forzado, eso se nota y se agradece.

Su diseño Café Racer te puede llegar a confundir un poco, pueden entrarte ganas de ir rápido, de mantener una conducción deportiva, pero en cuanto descubres lo pronto que entra el corte de encendido del motor en el momento en el que te emocionas un poco… te das cuenta de que te estás calentando más de lo debido y que le estás pidiendo a esta Royal más de lo que realmente puede ofrecer.
Se maneja con agilidad, es súper compacta y si eres especialmente grande puedes llegar a sentirte un poco encajado. Su parte ciclo está a la altura de sus prestaciones, es decir, si exprimes las prestaciones del motor puedes poner en un compromiso el comportamiento de las suspensiones y el mordiente de los frenos, por lo que toda ella irá más cómoda, y tú también, si mantienes el ritmo para el que realmente ha sido diseñada esta Continental GT, que es más bien tranquilo. Ten en cuenta que los componentes no son precisamente actuales, así que no te propongas pedirles lo mismo que a una moto desarrollada hoy día.
Los acabados, como en la Classic, son bastante justos, pero es en ese “justor” donde está su encanto. Tienes una Royal Enfield, una leyenda sobre ruedas, una moto a la que le perdonas todo porque sabes que se trata de una moto histórica, una moto de la que presumirás, que atraerá todas las miradas y con la que desde luego nunca pasarás desapercibido.