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Suspensiones
¿Te has preguntado alguna vez cómo los pilotos trazan esas curvas tan cerradas o van sobre terrenos irregulares con tanta facilidad? Gran parte de ese control y comodidad se debe a unos héroes poco visibles: los amortiguadores. En este artículo vamos a sumergirnos en el fascinante mundo de las suspensiones de motos, descubriendo cómo trabajan y por qué son tan cruciales para ti. Y no te pierdas el final, donde te contaré un secreto que podría cambiar tu forma de conducir para siempre.
La amortiguación es una parte esencial del sistema de suspensión de tu moto, diseñado para absorber y amortiguar el impacto y los movimientos que se producen mientras conduces. Estos dispositivos no solo hacen tus desplazamientos más cómodos sino que también contribuyen a la seguridad y la manejabilidad de la moto. Pero, ¿cómo lo hacen exactamente?
Las suspensiones trabajan absorbiendo la energía de los impactos que provienen de baches o cualquier irregularidad en el camino. Cada vez que pasas sobre un obstáculo, el amortiguador comprime y luego se extiende de nuevo a su tamaño original, reduciendo así la cantidad de golpe que sientes.
Al mantener las ruedas de la moto en contacto constante con el suelo, las suspensiones ayudan a mejorar la tracción. Esto es crucial no solo para mantener el control durante la conducción normal, sino también para asegurar que la moto responda correctamente al acelerar, frenar o inclinarnos para girar.
Un buen sistema de suspensión permite que la moto sea más estable y segura, especialmente a altas velocidades o en curvas cerradas. Esto se debe a que los amortiguadores ayudan a mantener el chasis de la moto nivelado y libre de movimientos bruscos que podrían provocar que pierdas el control.
Dependiendo de tu tipo de moto y el uso que le des, encontrarás diferentes tipos de amortiguadores.
Estos son los más comunes y funcionan utilizando un fluido especial (aceite) para absorber el impacto. Cuando la rueda de la moto pasa sobre un obstáculo, los muelles lo absorben y el aceite en las suspensiones pasa a través de pequeños orificios, lo que suaviza la respuesta.
Los amortiguadores de gas son similares a los hidráulicos, pero utilizan gas (generalmente nitrógeno) junto con el aceite para absorber aún mejor los golpes y minimizar la formación de burbujas en el fluido, lo que puede afectar el rendimiento del amortiguador. Muchas horquillas trabajan con muelles y gas a la vez.
Para los motoristas más técnicos o aquellos a quienes gusta poner a punto su moto, las suspensiones ajustables son ideales. Permiten modificar la dureza y la respuesta según las condiciones del uso, peso del piloto (y pasajero si lleva) o las preferencias personales.
Mantener tus suspensiones en buen estado es clave para asegurar su rendimiento y prolongar su vida útil. Aquí hay algunas sugerencias:
Revisa tus suspensiones regularmente en busca de señales de desgaste, como fugas de aceite o daños en los retenes (lo i ndican unas barras de la horquilla aceitosas). También, asegúrate de que no haya acumulación de suciedad o grasa que pueda impedir su funcionamiento.
Al igual que el aceite en tu motor, el fluido en los amortiguadores se degrada con el tiempo. Cambiar el aceite según las recomendaciones del fabricante puede ayudar a mantener el rendimiento óptimo de los amortiguadores, y no, no es algo que dura para siempre.
Si no estás seguro de cómo ajustar las suspensiones o si necesitas una configuración específica para tu estilo de conducción, considera buscar la ayuda de un profesional. Los técnicos especializados pueden ajustar tus suspensiones para maximizar tanto la comodidad como la respuesta de tu moto, además de realizar un buen mantenimiento.
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