Prueba Ducati Panigale V2: Deportividad utilizable
ASPECTOS POSITIVOS
ASPECTOS NEGATIVOS
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Una de las novedades del año ha sido la Ducati Panigale V2, que vuelve a la carga con una moto deportiva de menos de 1000 cc y se presenta como una opción más asequible que la bestial Panigale V4, tanto económicamente como en prestaciones.
Su diseño es muy similar al de su hermana mayor con la que comparte carrocería con algunas diferencias, como las branquias laterales y alerones, ausentes en la V2. Pero frontal y colín son idénticos transmitiendonos las mismas sensaciones de obra de arte tallada y pulida en piedra.
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Respecto al diseño, todos sabemos el buen hacer de Ducati pero, en este nuevo modelo, también confluyen años de evolución y saber hacer de la marca italiana en tecnología, creando un conjunto de altas prestaciones sumamente utilizable y fácil de llevar; algo que suele ser difícil de conseguir.
Motor Ducati Panigale V2
Esta nueva Panigale evoluciona de la Ducati 959 cuyo motor bicilíndrico se ha mejorado y optimizado en todos los aspectos para dotar de un mejor comportamiento en toda la banda de potencia. Se ha incorporado un segundo inyector en cada cilindro, se ha rediseñado el sistema de admisión y de escape... Finalmente con 955 cc, sus cifras son de 155 CV a 10.750 rpm y 104 Nm a 9.000 rpm para menos de 200 kg de peso.
La electrónica, heredada de la V4 y originada en las MotoGP, es uno de sus puntos fuertes. Gracias a la IMU de 6 ejes disponemos de tres modos de conducción -Street, Sport y Race-, ABS en curva -3 niveles-, control de tracción -8 niveles-, anti-wheelie -4 niveles- y control de freno motor -3 niveles-. Además, para rematar, también dispone de Quickshifter y embrague antirrebote, por lo que va equipada con prácticamente todas las tecnologías de conducción que se nos ocurran.
Parte ciclo Ducati Panigale V2
El chasis es de tipo monocasco de aluminio, con el clásico basculante de aluminio de tipo monobrazo de Ducati, un sello de identidad en la marca italiana. El subchasis por su parte es de tipo multitubular de acero, combinando así diferentes construcciones para conseguir el óptimo de prestaciones y diseño en el modelo.
En el apartado de suspensiones, monta horquilla invertida Showa de 43 mm con monoamortiguador trasero Sachs regulable. Mientras que los frenos corren a cargo de Brembo, con pinzas y bomba radial -M4.32-, y discos de 320 mm montados en llantas de aleación exclusivas del modelo. A ras de suelo, viene calzada con los neumáticos Pirelli Diablo Rosso Corsa II, una opción perfecta para la V2.
La iluminación es Full LED y cuenta con pantalla TFT a color 4.3" y preinstalación de telemetría lista para ser usada en competición.
Por lo que igualmente en la parte ciclo disponemos de todo lo que hubiéramos podido pedir en una lista de deseos.
Comportamiento Ducati Panigale V2
Nada más subirnos a la nueva Panigale V2 su posición de conducción nos advierte de para qué ha sido concebida. Estriberas retrasadas, semimanillares bajos… Una posición totalmente al ataque (con un reparto de pesos 52%-48%) listos para poder exprimir el rendimiento de esta bala roja.
En carretera abierta jugar con la electrónica configurando los diferentes niveles de control de tracción, anti-wheelie y demás no tiene mucho sentido ya que no podremos aprovecharlos yendo a un ritmo dentro de la legalidad, pero sí podemos jugar entre los diferentes modos de conducción y hacer pruebas básicas. Para sacar todo el rendimiento a electrónica, motor y parte ciclo y descubrir todo lo que esta moto es capaz de dar, debemos de entrar en circuito, ya que es mucho lo que tiene que ofrecer.
Con el modo Sport seleccionado y adaptados ya a la agresiva posición de conducción, llegamos a las primeras curvas enlazadas en carreteras secundarias donde el placer de conducción es absoluto. La moto nos lo pone todo fácil entregándonos las prestaciones más altas y más utilizables que hemos sentido en las últimas motos deportivas que hemos probado. Y es que esta relación de prestaciones/usabilidad nos parece muy importante, ya que no tiene mucho sentido disponer de unas prestaciones que no puedes aprovechar o pueden resultar peligrosas. Pero en esta moto esta relación es perfecta. Tenemos un derroche de empuje de motor, capacidad de frenada, agilidad/estabilidad en curvas… y todo es aprovechable por la mayoría de los usuarios haciendo que todo sea pan comido.
Su motor empuja desde abajo de forma lineal, sin transiciones entre regímenes de motor y con una capacidad de estirada sorprendente para la entrega de bajos que tiene, ya que normalmente cuando tenemos tanto empuje en bajos la capacidad de estirada se reduce, pero aquí lo tenemos todo. Ocurre lo mismo con las transiciones entre zonas de revoluciones, cuando pasamos de bajos a medios y a altos, normalmente notamos ciertos escalones entre zonas, pero aquí el empuje se transmite en forma de línea recta perfecta sin escalones, por lo que las aceleraciones y recuperaciones dejan sensaciones de perfección dentro de su categoría.
El motor no es tan bestia como el de su hermana mayor la V4, pero tenemos dosis muy altas de adrenalina solo con girar unos grados el acelerador. Y probablemente disfrutaremos más que con la bestia de 4 cilindros, ya que la gran mayoría se sentirá como si llevara días rodando con la V2 a los primeros minutos sobre ella, algo que no ocurre con la V4.
El Quickshifter además funciona como mantequilla y las marchas suben rápidas y suaves solo con rozar la palanca de cambios. Para bajar hace falta algo más de presión pero es uno de los cambios semiautomáticos más suaves y eficientes que hemos probado.
La frenada es potente y dosificable y apurar hasta el vértice es fácil gracias también a la ligereza del conjunto y a las noblezas de una parte ciclo nada exigente. Pero sin duda nos costará llegar a su límite y es aquí donde radica la virtud de este conjunto. Todo el mundo puede ir rápido con ella y disfrutar al máximo, pero muy pocos podrán llevarla al límite, y mucho menos en carreteras abiertas.
Las suspensiones hacen un trabajo muy bueno, sin puntos débiles, pudiendo abrir el acelerador exprimiendo el motor al máximo sin que la parte ciclo se inmute. Algo a lo que ayuda también el amortiguador de dirección Sachs, que sujeta los movimientos de la dirección a la perfección.
Las únicas pegas que encontramos son el calor que desprende el motor y que en verano se hace duro de llevar en zonas lentas, y no digamos ya en ciudad… Pero, aunque nos encante moverla por el centro de cualquier urbe para exhibir nuestra obra de arte y admirarla cuando la dejamos aparcada, no es para lo que está concebida. Al igual que no está pensada para largos recorridos, ya que su posición de conducción tampoco nos hará estar relajados en largas distancias.
Conclusiones
La Panigale V2 cumple con las notas más altas en diseño, prestaciones y facilidad de uso y esos son sin duda sus puntos más fuertes. En circuito jugar con la electrónica debe ser un auténtico placer y en carretera abierta saber que una tecnología cercana a MotoGP vela por ti es una garantía de seguridad. En circuito además, podremos jugar también a nuestro gusto tanto en la configuración de motor como de suspensiones, lo que hace que dispongamos de una mecánica perfecta para disfrutar de tantas los fines de semana.
Si la usamos en carretera abierta podremos presumir de tener una obra de arte rodante y disfrutaremos de unas prestaciones del más alto nivel siendo además fácilmente utilizables. Y es que la relación de capacidades y facilidad de uso es probablemente de las más altas que hemos encontrado en una moto deportiva, ya que normalmente estas cifras y prestaciones siempre han sido mucho más difíciles de gestionar y exprimir.
A nivel de accesorios, como es habitual en Ducati, disponemos de muchas opciones de personalización, como el colín monoplaza o el escape completo Akrapovic (+5cv, -7kg pero no homologado) por lo que podremos dar nuestro toque personal a un modelo ya único de por sí.
Su precio, 18.490 €, nos permite acceder a un mundo de diversión aprovechable y disfrute en carretera abierta, con un sinfín de posibilidades de configuración en circuito. Y además nos permite disfrutar de unas vistas espectaculares mientras nos tomamos algo en una terraza…
La moto al detalle...
Nunca 955 cc, 155 CV y 104 Nm habían estado tan bien diseñados y concebidos para dar una relación tan alta de facilidad de uso y prestaciones. Fácil, dosificable, enérgica y sin puntos débiles, todo ello acompañado además de una electrónica de MotoGP.
En la misma línea que el motor. el chasis no es exigente en su doma, pero no podremos llevarlo al límite fácilmente. Esta combinación hace que podamos rodar rápidos y cómodos, algo que no es fácil de conseguir en motos de estas prestaciones.
Las suspensiones totalmente regulables también nos ofrecen el punto idóneo de rigidez y manejabilidad, y es claramente ese el objetivo sobre el que se ha trabajado en esta Superbike aprovechable.
Qué decir del diseño… Heredado de su hermana mayor la V4 la mires por donde la mires solo se puede comparar con una obra de arte, combinando agresividad y líneas finas y redondeadas a partes iguales.
El clásico monobrazo de Ducati es uno de los iconos de las motos deportivas de la marca italiana, algo que nunca dejará de gustarnos.
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