Prueba Yamaha TMAX 560 2020
ASPECTOS POSITIVOS
ASPECTOS NEGATIVOS
Cilindrada
Motor
Potencia
Peso
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Cuando pensamos en la moto perfecta buscamos prestaciones, comodidad y diseño como características principales, pesando unos aspectos más que otras dependiendo de nuestro perfil, teniendo que dar más preferencia a unos u otros. Pero la Yamaha TMAX 2020 hace que no tengamos que elegir y podamos tenerlo todo. Y es que no solo tiene todas esas virtudes, sino que además tiene una funcionalidad aplastante. Desde la primera generación nacida allá por 2001, la Yamaha TMAX ha cumplido con todo, lo que le ha llevado a convertirse en todo un icono del mundo de la moto, permaneciendo como el scooter deportivo de alta cilindrada de referencia hasta la fecha, y eso que tiene que luchar con pesos pesados como el KYMCO AK 550 o los BMW…
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La Yamaha TMAX es ya una moto mítica, y esto queda también reflejado en las cifras de ventas, con 330.000 unidades vendidas en 87 países, con el 84% de las ventas realizadas en Europa -siendo los modelos más altos de equipamiento los más vendidos, con un 90% de las ventas con respecto al TMAX básico-. Además, dentro de esas cifras, el porcentaje de clientes que repiten y cambian su antigua TMAX por una nueva es del 49%, lo que indica una tasa de satisfacción y fidelización de cliente impresionante.
Hemos viajado a Cascais -Portugal- para asistir a la presentación internacional de la nueva Yamaha TMAX 2020, la 7ª generación del modelo, que aparece con nuevo diseño y un motor renovado por completo, aumentando su cilindrada y mejorando sus prestaciones, consiguiendo además una redacción del consumo y adaptándose a la nueva normativa Euro5.
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Motor Yamaha TMAX 2020
La configuración y el diseño del motor se ha mantenido, con el característico bicilíndrico horizontal fijado al chasis -no oscila con el basculante como los scooter tradicionales- con un tercer pistón opuesto de equilibrado -no es funcional, solo equilibra- y doble árbol de levas.
En 2020 la cilindrada del Yamaha TMAX aumenta de los 530cc a los 562cc con nuevos pistones de aluminio, nueva culata y con válvulas de admisión 1mm más grandes. Todo ello sin aumentar el tamaño ni el peso del conjunto gracias a un cigüeñal más ligero. Este aumento de cilindrada consigue unas cifras de 47cv a 7.500rpm con un PAR motor de 55.7Nm a 5.250rpm.
Además han conseguido una reducción en el consumo y declaran 4.8l/100, pero en la prueba, en una conducción normal-deportiva, la media del ordenador de a bordo se situó en 4.6l/100. Lo que hace una relación prestaciones/consumo excepcional.
El sistema de refrigeración también ha sido renovado, reduciendo la cantidad de líquido refrigerante pero aumentado el tamaño del radiador, mejorando la eficiencia de refrigeración para el nuevo motor. Y respecto a la transmisión, se ha reducido el desarrollo y el embrague ahora engrana a 4000rpm, 300 revoluciones antes que el modelo anterior, utilizando ahora más los bajos del motor.
El sistema de escape también ha sido rediseñado para adaptarse tanto al nuevo motor como a la Euro5 -ahora monta dos catalizadores- así como el filtro del aire, el cuerpo del acelerador de la inyección y el mapa de motor. Todo encaminado a optimizar las prestaciones del nuevo motor.
Y el resultado final de todas las mejoras son una mejor respuesta en todo el rango de uso del motor, con mejor aceleración, mejor recuperación y con más capacidad de mantener velocidades puntas altas, siendo capaz de superar fácilmente las velocidades legales permitidas sin inmutarse.
Parte ciclo y diseño Yamaha TMAX 560 2020
En la parte ciclo mantiene su chasis de aluminio muy similar a los chasis de doble viga de las motos convencionales. Igualmente monta los mismos frenos -doble disco delantero de 267mm con pinzas de anclaje radial- y suspensiones -horquilla invertida de 41mm con 120mm de recorrido y monoamortiguador con bieletas y 117mm de recorrido- , estas últimas con nuevos settings y muelles más duros. Y el peso del conjunto llega hasta los 218kg en orden de marcha, con una capacidad de depósito de 15l.
Respecto al nuevo diseño, en 2020 las líneas en su vista lateral marcan la forma de un boomerang que integra la parte trasera con la delantera, haciendo un conjunto mucho más homogéneo con líneas más limpias. Ambas ópticas han sido rediseñadas y cuentan con tecnología Full LED, con los intermitentes integrados en la parte delantera y una luz de freno trasera en forma de T que hacen el colín más fino y afilado en que el modelo anterior.
El asiento está a la misma altura que el modelo anterior -800mm- pero en 2020 es más estrecho y cómodo, lo que nos permite llegar al suelo con más facilidad. Los botones de apertura de la tapa del depósito y del asiento también reciben un nuevo y mejorado diseño.
Electrónica Yamaha TMAX 560 2020
Para este 2020 las versiones disponibles se han reducido a dos, teniendo la TMAX normal y la TMAX Tech MAX como el modelo alto de gama. Ambas cuentan con dos modos de conducción, normal y deportivo, cambiando el comportamiento del motor de un modo suave a un empuje más agresivo. Este cambio de comportamiento lo notamos sobre todo a bajas revoluciones en el primer giro de acelerador, siendo el resto del empuje muy similar con los dos modos cuando abrimos el acelerador al 100%. Pero si queremos ir con un tacto suave en el primer giro de la caña del gas nos resulta mucho más fácil con el modo normal.
Los modos son seleccionables desde el manillar y pueden cambiarse mientras circulamos con la moto normalmente, apareciendo una T -modo normal- o una D -modo deportivo- en la pantalla del marcador. La instrumentación la componen dos esferas analógicas situadas a los lados y una pantalla digital situada entre ellas, en la que aparecen los diferentes menús en los que podemos navegar accionando la botonera del lado izquierdo del manillar.
Ambas versiones cuentan también con control de tracción, sistema de arranque sin llave y bloqueo de dirección y apertura de asiento eléctricos. La versión alta de gama, la Yamaha TMAX Tech MAX cuenta además con pantalla con ajuste eléctrico, control de crucero, puños y asiento calefactables. Además disponen conexión a la app My TMAX Connect -donde podemos ver toda la información relativa el vehículo-, guantera con cierre automático resistente al agua y suspensión trasera ajustable. En definitiva, la Yamaha TMAX Tech Max viene cargada de tecnología y es justo la que nos disponemos a probar por todo tipo de carreteras secundarias en los alrededores de Cascais y por las calles de Lisboa.
A los mandos de la Yamaha TMAX 560 2020
Cuando nos subimos a la Yamaha TMAX 2020 lo primero que notamos con respecto a la versión anterior es su asiento más estrecho, esto mejora notablemente nuestra capacidad para llegar al suelo, cosa que agradecerán sin duda los usuarios de menos estatura. Una vez con la llave en nuestro bolsillo nos basta solo con pulsar el botón de encendido para que se ilumine el cuadro de mandos y estemos listo para encender el motor. Al arrancarla escuchamos un sonido agradable y apenas sentimos vibraciones. Al comenzar la marcha continuamos con unas vibraciones súper reducidas, sintiéndose sumamente suave.
Cuando subimos los pies en la plataforma tenemos espacio de sobra longitudinalmente, es decir, podemos ir con los pies colocados en la parte frontal con las piernas muy estiradas o llevarlos más retrasados en línea con nuestras rodillas. Pero esta amplitud a lo largo no lo tenemos a lo ancho, ya que la viga central ocupa gran parte del espacio y los pies quedan a ras del borde. Aquí habríamos agradecido más espacio hacia el interior, ya que así dispondríamos de más protección del carenado. El confort general en marcha es ideal, con un asiento amplio, una posición de conducción relajada y una respuesta de motor suave y sin vibraciones.
En parado no se maneja mal del todo a pesar de ser un maxiscooter, pero la cosa mejora aun más en cuanto comenzamos a rodar, sintiéndose un conjunto muy manejable en relación a su volumen. Una vez en marcha su suavidad sigue siendo la nota predominante. Al abrir el acelerador obtenemos un empuje muy modulable, pudiendo dosificar la aceleración fácilmente y manteniendo en todo momento unas vibraciones muy reducidas. Mientras circulamos dentro del casco urbano notamos que, aun siendo una moto grande, se desenvuelve con soltura.
Los frenos son potentes y muy progresivos, tal vez demasiado teniendo en cuenta que es un scooter de “carácter” deportivo, pero nos parecen muy acertados, ya que disponemos de potencia más que suficiente para pararla en cualquier momento.
Nos llamó mucho la atención la holgura del manillar, que hace gala de unos silentblocks que le permiten desplazarse hacia delante y hacia detrás varios centímetros. Fue una sensación algo extraña que notamos nada más subirnos pero que desapareció a los pocos minutos, llegando a pasar desapercibido por completo. Pero sin duda ayuda al confort en carreteras bacheadas en mal estado, así como en las aceleraciones y frenadas continúas en ciudad.
La retención del motor es prácticamente nula a bajas velocidades, lo que hace que la moto no tenga apenas resistencia al soltar el acelerador, lo que también contribuye a que la conducción en ciudad sea muy suave.
Una vez abandonos las vías de ciudad y salimos a la autovía nos damos cuenta enseguida del potencial real del motor. Cuando disponemos de metros libres por delante y giramos el acelerador completamente sentimos la aceleración que es capaz de conseguir, pudiendo incorporarnos a la velocidad máxima de autovía con suma facilidad. Las recuperaciones son envidiables también tratándose de un scooter, acelerando de 80kmh a 120km/h en un abrir y cerrar de ojos, pudiendo pasar de las velocidades legales permitidas con mucha facilidad.
La parte ciclo está a la altura y, tanto chasis como suspensiones, trasmiten sensaciones de seguridad y control en todo tipo de situaciones. Las suspensiones, se muestras muy cómodas en ciudad y a velocidades bajas, y muy firmes y estables en carreteras secundarias y a altas velocidades en autovías. Lo mismo ocurre con el chasis, que hace que podamos mantener líneas de trazada perfectas y que la moto se mantenga siempre exactamente donde queremos, pero permitiéndonos además una alta capacidad para realizar correcciones en curva.
Opinión Yamaha TMAX 560 2020
El buque insignia de los maxiscooter por excelencia dispone de una parte ciclo, motor y equipamiento del más alto nivel, permitiéndonos disfrutar de sensaciones de moto reales con todas las comodidades del mundo de los scooter, teniendo además un consumo muy reducido.
Su capacidad bajo el asiento nos permite guardar un casco integral junto con un jet, esto es algo que, ya puestos a pedir para ir acorde con el resto de características top, lo ideal sería que fuera para dos cascos integrales, creando así una moto la relación perfecta en utilidad y prestaciones.
Pero si buscas una moto que lo tenga todo, esta moto está muy cerca de conseguirlo. El hecho de que la mitad de los que se compran una Yamaha TMAX repitan también nos hace ver lo que esta moto ofrece, y nos muestra que merece la pena pagar los 12.499€ de la TMAX normal o los 14.399€ de la TMAX Tech MAX.
La moto al detalle...
El asiento en la Yamaha TMAX 2020 es más estrecho que en la anterior generación. Su ergonomía permite una posición de conducción muy cómoda y pero este año además podemos llegar mejor al suelo en parado.
El motor -no basculante como en los scooter convencionales- ha recibido un aumento de cilindrada y su diseño ha sido revisado, dando como resultado un motor más enérgico con más potencia y mejor respuesta teniendo además menos consumo.
El hueco bajo el asiento es capaz de alojar un casco integral junto con un jet o dos cascos jet. Es de apertura automática y tiene iluminación, por lo que la único extra que se le puede pedir es un poco más de espacio para dos cascos integrales.
El colín y la óptica trasera han cambiado por completo. Ahora es más afilado y las luces LED dibujan una T característica en las luces de posición.
Los discos delanteros tienen una mordiente suave pero potencia más que de sobra, lo que seguro transmitirá muy buenas sensaciones a los conductores con menos experiencia y satisfará a los usuarios que busquen una conducción deportiva.
Sus dos esferas analógicas junto con la pantalla TFT nos muestran información completa y fácilmente visible, combinando lo clásico con la última tecnología, controlando la información mostrada en la pantalla con los mandos situados en la mano izquierda.
El diseño de la parte frontal también ha sido renovado siendo un acierto bajo nuestro punto de vista, ya que ahora las líneas son más limpias, quedando los intermitentes completamente integrados. Todas las luces Full LED, por supuesto.
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