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Tener nuestra moto siempre a punto implica tener en nuestra caja de herramientas aceites, lubricantes y productos de limpieza. Forma parte de la filosofía de los que nos gustan las motos dedicarle cada cierto tiempo unos minutos a su revisión y engrase, sobre todo a las tareas de mantenimiento básicas que se deben realizar entre los periodos de revisión oficiales en taller. Nos referimos sobre todo a la limpieza, revisión de niveles, ajustes y al mantenimiento de la cadena; en este último punto se libran casi todos los usuarios de scooter, y todos lo que tienen correa o cardan como transmisión secundaria de su vehículo.
Nosotros somos de los que disfrutamos mucho realizando estas tareas. Solemos encontrar un hueco en nuestro taller, nos ponemos algo de música y manos a la obra.
A pesar de que no vayas a realizar tú el cambio de aceite de la moto, porque lo hagas en los periodos de mantenimiento oficiales, siempre es bueno tener un bote de aceite del mismo grado SAE y especificaciones API del que lleve la moto. Lo ideal es que sea exactamente el mismo aceite. Revisar el nivel del aceite y reponerlo si vemos que ha bajado es algo imprescindible y sobre todo en scooter donde su pequeño cárter puede contener menos de un litro de lubricante y la mínima pérdida o consumo puede poner en peligro nuestro motor. En la mayoría de los casos con un bote de un litro de nuestro aceite preferido, por ejemplo el Castrol Power 1 10W40, que es uno de los más utilizados, podría valer.
En engrase de la cadena de nuestra moto siempre debe comenzar con una completa limpieza de ésta. Es una regla que para nosotros es imprescindible si quieres prolongar la vida útil de ésta, y a la larga este tiempo que inviertas te resultará altamente económico porque verás que el kit de transmisión dura y dura.
¿Por qué hay que limpiar la cadena? Durante el uso de la moto se adhieren a la cadena mucha suciedad que se queda incrustada en la grasa y que con el tiempo pueden causar desgaste. Si engrasamos la cadena sobre la grasa antigua dejaremos todos estos residuos empeorando el problema. Hay que engrasar cadena cada 800 ó 1.000 kilómetros máximo y antes de echar grasa nueva es recomendable usar un limpiador como el Motorex Chain Clean.
Una vez limpia la cadena podemos proceder a engrasarla con un producto específico como el Motul C4. A nosotros nos gusta especialmente por dos factores, primero porque es muy fluido cuando lo aplicas y penetra bien en los retenes de la cadena. Al rato endurece y deja una película muy sólida que aguanta muchos kilómetros sin desprenderse y ensuciar la rueda trasera con el efecto del centrifugado. También porque su color blanco nos indica perfectamente donde se ha aplicado el producto. Es importante que una vez lo hayas aplicado estés un rato moviendo con la mano (nunca con el motor en marcha por su seguridad) la rueda posterior de tu moto para que penetre bien en los eslabones de la cadena.
Tal y como sucede con la cadena, los discos y pinzas de frenos debemos limpiarlos con un producto específico. Todo el sistema de frenado de nuestra moto acumula suciedad que proviene de la carretera y también del propio desgaste de las pastillas de freno. Tras el lavado de la moto es recomendable secar bien los discos, por ejemplo con aire a presión, y terminar de repasarlos con un limpiador como el limpiador de frenos WD40.
Si ves que las pastillas suenan durante la marcha, puede ser porque haya suciedad en los bombines de la pinza. Para su limpieza también puedes emplear el mismo producto, mejor desmontando la pinza y limpiando en su interior con las pastillas desmontadas y separando los bombines. Verás qué diferencia.
La mejor forma de lavar una moto es con barreño, esponja, agua a baja a presión y jabón neutro. Una vez que hemos terminado su limpieza y secado, os recomendamos aire a presión, el toque maestro lo podemos dar con un limpiador específico como el Castrol Bike Cleaner. Está pensado para limpiar y proteger metales, aleaciones ligeras, plásticos, productos de caucho y pinturas. Actúa sobre todo en piezas muy sucias donde nunca deberías frotar para no dañar las piezas.
Uno de los clásicos de taller. Echaremos mano de él para desoxidar piezas, aflojar tornillos, engrasar algunas piezas o para limpiar. En el caso del WD40 cumple la doble acción de limpiador (te puede valer también para limpiar la cadena antes de un nuevo engrase) y multiusos. El WD40 lo tienes en varios formatos de envase y no sabemos si tiene las 2.000 aplicaciones que luce su publicidad, pero te aseguramos que las básicas de limpieza, repelente de humedad, aflojador y desoxidante, lubricante y protector, las cumple. Su sistema de boquilla nos permitirá llegar a lugares más difíciles como las articulaciones de las manetas o los cables del embrague.
Hemos contado con la colaboración de Eurobikes para la elaboración de este reportaje. Puedes encontrar más información sobre aceites, lubricantes y productos de limpieza para motos en estos enlaces:
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