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Caída en parado: qué hacer si se te cae la moto

Caída en parado: qué hacer si se te cae la moto

Las caídas en parado se dan tanto en novatos como en motoristas con experiencia. ¿Sabes cómo evitarlas y cómo reaccionar cuando suceden?
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Marisa Nocea
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Autor Foto
Unsplash
Fecha31/08/2022
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Fecha31/08/2022


De sobra conocida es la típica frase que se dice a los usuarios de dos ruedas de que existen dos tipos de moteros: los que se han caído y los que se van a caer. Las caídas en moto no son un hecho aislado, y lo normal es que cualquier persona que utilice con asiduidad su moto, en algún momento sufra algún tipo de caída.

Las caídas en parado son bastante frecuentes y raro es el motorista que no ha sufrido una alguna vez. Por algún motivo además, es una situación que además de desagradable, nos genera bastante vergüenza, al igual que pasa cuando se te cala el coche delante de otras personas. Son situaciones que, a pesar de no acarrear mayores problemas, tocan un poco nuestro ego. Por suerte, normalmente estas caídas no suelen tener grandes consecuencias más allá de algún arañazo o la rotura de una maneta.

Cómo prevenir una caída en parado

Para evitar mayores consecuencias en tu moto, lo ideal es colocar unos topes anticaída que protejan tanto el carenado como el motor en caso de que se vaya al suelo. Así, aunque nunca va a ser plato de buen gusto, tendrás “cierta” tranquilidad cuando se caiga tu moto. Además, mejor si añades una protección extra a puntos vulnerables que pueda tener tu moto, como las manetas que se doblan hacia arriba.

Aunque como hemos comentado, la caída en parado es bastante frecuente y pueda darse por algún pequeño despiste, lo cierto es que hay algunos factores que pueden provocar que tu moto termine en el suelo.

Si vas a bajarte de tu moto en un lugar que esté inclinado, o en un suelo que tenga grava o arena, es bastante posible que se te pueda ir el pie antes de apoyar correctamente la moto y que el resbalón provoque la caída de la moto. Intenta siempre hacer las paradas en un lugar donde el suelo esté libre de grava o líquidos y, a poder ser, lo más llano posible.

Otro problema que puede causarnos la caída en parado es la ropa. Es posible que nuestro pantalón o los cordones de nuestros zapatos puedan engancharse a la hora de bajarnos de la moto y que nos vayamos al suelo con la moto. Por ello, hay que llevar siempre un equipamiento adecuado para evitar este tipo de percances.

La altura y el peso de la moto también pueden condicionar lo ágil que seas con ella en parado. Si quieres ir hacia atrás yendo sobre ella pero no llegas bien al suelo, es probable que te resbales y la moto se vaya hacia un lado. Por ello, debes practicar bastante con ella para no verte en situaciones de riesgo en parado y sentirte ágil al moverla. Si prefieres mover tu moto sentado en ella, un truco para mejorar la maniobra si quieres ir hacia atrás es comprimir la horquilla frenando y soltar el freno cuando suba. Esto te dará impulso y te facilitará ir hacia atrás si no llegas bien al suelo con los pies.

Un causante habitual de estas caídas suele ser el candado de disco. Olvidar que está puesto e intentar moverla, por absurdo que parezca, es un hecho que ocurre bastante y provoca que, al bloquearse la rueda, la moto vaya al suelo si te coge desprevenido. Tener un cable recordatorio de un color llamativo que vaya a los mandos suele ser la mejor solución para evitar que esto ocurra.

En todos estos casos, tu gran aliada será la pata de cabra. Ya estés sobre la moto o al lado de ella, cuando estés en parado siempre debes tenerla puesta para, en caso de que se complique la maniobra, poder echar el peso sobre el lado de ella y evitar la caída de la moto. Si optas por mover la moto sin estar montado, siempre debes hacerlo desde el lado de la pata lateral por este mismo motivo, además de llevar una mano en los mandos y otra bien sujeta a un asidero o punto donde puedas aguantarla y tirar de ella con confianza.

En caso de caída...

A pesar de tener en cuenta estos factores, puede que la caída de la moto llegue igualmente en algún momento. Cuando esto ocurre, hay ocasiones en las que podemos “acompañar” a la moto en su caída para evitar que caiga con fuerza contra el suelo y minimizar los daños. Eso sí, siempre que sea seguro y no pongamos nuestra integridad física en riesgo.

Cuando vemos nuestra moto en el suelo, es inevitable (además de ese sentimiento de micro infarto), echar un vistazo alrededor para analizar la situación y comprobar cuántas personas han sido espectadoras de semejante hazaña. A pesar de que es natural, debes dejar esto de lado para comprobar lo realmente importante: el estado de tu moto (siempre y cuando tú no hayas sufrido ningún daño).

Para ello, deberás primero levantarla del suelo, algo que según el peso de tu moto puede no ser tarea fácil. Si puedes levantarla tú solo, lo ideal es que te pongas de espaldas a ella, te agaches sin llegar a sentarte en el suelo y te apoyes contra ella agarrándola, haciendo fuerza con las piernas (sentadilla). Así, podrás tirar hacia arriba de ella y levantarla sin causarte daño en la espalda. Eso sí, ten cuidado de no hacer demasiada fuerza y que acabe cayéndose hacia el otro lado (¡ocurre!). Deja una marcha puesta si hay desnivel para que al levantarla no se desplace.

Si ves que no eres capaz, no fuerces o terminarás haciéndote daño. Si tienes personas cerca, lo ideal que es que pidas ayuda ya que entre dos personas podréis levantarla con facilidad.

Una vez apoyada sobre la pata de cabra, comienzan las revisiones: importante. Comenzaremos por comprobar qué se ha podido romper del golpe: manetas, espejos (roto o doblado), carenado, arañazos, escape… Una vez hayamos visto esto, pasaremos a comprobar si ha habido derrame de líquidos, como aceite o gasolina.

En caso de haber encontrado nuestra moto ya en el suelo, por ejemplo aparcada, puede haber estado tumbada un buen rato. En este caso debemos revisar también el filtro de aire, ya que puede haberse colado aceite del motor y que haga falta limpiar o cambiar.

Tras hacer todas estas revisiones a conciencia y asegurarte que no hay nada en mal estado que te impida continuar, podrás arrancarla e irte con ella. Ten en cuenta que puede haberse metido la marcha al caerse y que por ello la moto no arranque: no te asustes. Ponla en punto muerto y ya podrás conducir sin problema. En el caso de que la moto haya sufrido un desperfecto mayor, raro pero no imposible, no te la juegues: llama a la grúa para que la traslade a tu taller de confianza.

Marisa Nocea
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Marisa Nocea

Periodista amante de la comunicación en todas sus formas, con la fortuna de poder combinarla con mi pasión por las motos. Si me buscan, me encontrarán o de ruta o de concierto.

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