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Ha habido muchos intentos de adaptar un motor de coche a una moto y algunas motos que ves hoy en las tiendas tienen motores adaptados, por ejemplo las Honda NC 750, X ADV o Integra tienen la mitad del motor de un Honda Civic. Pero, ¿qué necesidad hay? Con la cantidad de motores de motores buenos de moto, ¿por qué meter un motor de coche en una moto? Pues… muchos lo han intentado, algunos lo han conseguido y otros, incluso han triunfado… Vais a alucinar.
Y vais a alucinar porque la lista que os traigo la cierra una BMW-Peugeot… Pero eso lo dejamos para el final. Os voy a hablar no de realizaciones artesanales que de esas hay muchas, algunas incluso con motores V8 americanos o una de las últimas con un motor Maserati. No, os voy a hablar de motos que se llegaron a fabricar en serie y algunas de ellas, con bastante éxito.
Pero, como os decía al principio, ¿Qué necesidad hay? Los motores de moto son muy diferentes a los de coche, son más potentes, pequeños, ligeros y mucho más bonitos, aunque tenga un par menor y sean menos duraderos… todo esto requiere una explicación.
En un coche, que un motor pese 20 kg más o menos o que sea feo como un demonio, importan desde poco a nada. ¿Por qué? Porque un coche, incluso uno pequeño, pesa tonelada y media y 20 kg son el 1,3 por ciento de su peso. Y además el motor no se ve. Antes se veía la tapa de balancines, que sí era mona, pero ahora con los motores “encapsulados” para que no suene fuera, no se ve ni eso, solo se ve una tapa de plástico más o menos chula.
Friedel Munch, un emprendedor alemán, quiso hacer una moto eterna, muy duradera, de gran calidad y muy exclusiva… y le salió esta moto, que no sé si era de calidad, exclusiva si que era, pero que desde el punto de vista del comportamiento, no era un ejemplo. Confieso que me gusta, porque ya sabéis que soy un friki y me gustan las cosas raras… y esta Munch es muy, pero que muy rara. Pero os aseguro que no soy el único. El señor Munch uso un motor de NSU, pequeño en un coche y enorme para una moto y literalmente hizo una moto a su alrededor. Las motos estaban bien hechas y prueba de ello es su actual cotización: Pueden llegar a alcanzar los 100.000 €.
Los japoneses comenzaban a arrasar en Europa en estos años con sus motos de cuatro cilindros trasversales que consiguieron fama con la exitosa Honda Four. Ugo Grandis pensó que en Europa y en Italia había motores así a montones… pero montados en coches. Y a partir de un motor de Fiat 127 hizo una moto “sospechosa” que es lo que significa Shifty. Aprovecho hasta el cambio, con lo cual para cambiar había que mover la palanca arriba y abajo y hacía los laterales…. Una pesadilla. Se construyeron casi 100 motos.
Lo de MF viene de Moto Francesa… no se exprimieron la cabeza para el nombre, Bueno, ni para el nombre ni para el resto de la moto. Porque la receta era fácil… en un bastidor de Moto Guzzi metías un motor de 2CV conservando el cambio de Guzzi. En realidad no era de un 2CV, era el de un VISA, algo más evolucionado, pero que con sus 652 cc y un solo carburador ofrecía 36 CV a 5.500 rpm… no mucho para un coche y poco para una moto.
Esta motocicleta, conocida también como Odysee, se remonta a finales de los años 80. La idea era hacer una moto cien por cien francesa. La idea nació en la mente de tres franceses allá por 1978. Estos eran: Louis Boccardo, Dominique Favario y Thierry Grange. Las iniciales de sus apellidos dan el nombre de la marca BFG. Luego se llamó MBK porque, posteriormente, Motobécane fue también la encargada de continuar la producción. ¿Y qué hay más francés que Citroën? Así que utilizaron el motor bóxer de 4 cilindros de 1.300 cm3 y que en la moto daba 70 CV. Se hicieron prototipos con otros motores, incluso con motor Diésel Peugeot, pero en 1989 cesó la producción.
Louis Boccardo no se rendía y en 1987 presenta este modelo, con motor de coche, un Peugeot de 1124 cc y la potencia subida a 97 CV. Boccardo esperaba subvenciones del gobierno francés que nunca llegaron y solo se fabricaron cinco, sin incluir un prototipo diésel que, afortunadamente, nunca llegó a producirse en serie.
Como los coches diésel dominaban el mercado de los coches a alguien en Holanda, no sé el nombre, pero porque creo que no da la cara, se le ocurrió hacer una moto diésel. Y como no había motores diésel de moto les pareció que el tricilindrico de un Smart era lo más parecido.
En estos años, porque no sé el año preciso, BMW era muy competitiva en coches, pero no en motos. Sus bóxer tenían su publico, y lo siguen teniendo, pero las tetracilindricas japonesas dominaban el mercado. Así que hicieron una prueba: Meter un motor de coche en una moto. Eligieron el del Peugeot 104, que era más pequeño que los suyos. Pero para bajar el centro de gravedad y mantener el cardan, en vez de poner el motor horizontal y transversal como los japoneses, lo pusieron longitudinal y tumbado. La BMW, Peugeot Motoren Werke, como llamaron al prototipo los propios ingenieros de BMW, nunca se fabricó… pero acababan de nacer las BMW K75 y K100.
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